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Delante del Señor

Esta es la narración de cuando Dios le reveló a Abraham que iba a destruir a Sodoma y Gomorra y él, impactado por la noticia, decide valientemente interceder por la gente para que no fuese destruida. La providencia tiene secretos que los amados creyentes hijos de Dios podemos aprender.

Valerio Mejia Columnista

Valerio Mejia Columnista

Por: Valerio

@el_pilon

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“Abraham permaneció delante del señor” (Génesis18,22).

Esta es la narración de cuando Dios le reveló a Abraham que iba a destruir a Sodoma y Gomorra y él, impactado por la noticia, decide valientemente interceder por la gente para que no fuese destruida. La providencia tiene secretos que los amados creyentes hijos de Dios podemos aprender. La forma en la que Dios nos usa puede parecer a menudo, algo difícil de entender; pero, la fe que mira más profundamente puede ver y disfrutar el secreto de Dios.

Dicen que a veces los diamantes se envuelven en paquetes toscos que impiden ver su valor. El Tabernáculo del desierto, por ejemplo, estaba recubierto de pieles de cabras, pero contenía en su interior la valiosa presencia del Señor. Así también, Dios puede enviarnos paquetes valiosos en envolturas burdas; pero podemos estar seguros que, dentro de ellos, hay escondidos tesoros de bondad. Si tomamos lo que él nos envía y confiamos en él, podremos aprender, aún en las mayores dificultades, el significado del amor de Dios. 

En el caso que nos ocupa, este mensaje de destrucción que se mostraba como una desgracia, dio la oportunidad para que Dios se manifestara como amigo de Abraham, y en esa relación de amistad, Abraham pudiese suplicar, incluso por otros. Tal vez, parezca que la gran fe de Abraham y su amistad con Dios están más allá de nuestras pequeñas posibilidades; sin embargo, no nos desalentemos, la fe puede ser crítica y progresiva: crítica porque en un determinado momento se descubre cómo confiar, y progresiva porque puede ser galopante y creciente, que evoluciona. 

Considero que la persona cuya fe ha sido profundamente probada y ha escapado victoriosa, recibirá experiencias en paquetes con envolturas rústicas. Los diamantes se cortan y pulen con mucho cuidado. Los metales más preciosos se prueban con los fuegos más fuertes. ¡Dios seguro premiará y recompensará la constancia y la fe! Si Abraham no hubiese sido probado hasta lo sumo: “Toma a tu hijo, a tu único hijo, a Isaac a quien amas…”, nunca se le habría llamado el Padre de la fe.

¿Permanecerá este tipo de fe entre nosotros, para fortalecer y ayudar al pueblo de Dios? ¿Será que sí seremos capaces de cultivar ese nivel de amistad con Dios? En este tema de Abraham, el ángel del Señor, de aquel en quien todas las promesas son sí y amén, le habló diciendo que, desde ese momento de la victoria al superar la prueba, sería su amigo para siempre y haría de él una bendición para todas las naciones de la tierra.  

Apreciados amigos: puedo inferir que, siempre seguirá siendo así. Los que tienen fe, serán bendecidos como el fiel Abraham. No es de poca importancia estar en términos de relación amistosa con Dios. De esa relación de pacto depende nuestra realización en el presente y la seguridad de la vida futura. 

Mis mejores deseos para que aprendamos a cultivar una relación íntima y armoniosa con Dios. Que nuestros niveles de fe, que no es otra cosa que confianza y adhesión a él, sean suficientemente fuertes y crecientes cada día para ver y disfrutar de su amistad. 

Un fuerte abrazo y abundantes bendiciones.

Por: Valerio Mejía.

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