Apoyados en la tradición musical, autoridades locales presentaron ante la Unesco la propuesta de convertir a Valledupar en Ciudad Creativa de la Música. Más allá de lo que está hecho en la ciudad aún hay varios retos.
En el mundo, 180 ciudades conforman la Red de Ciudades Creativas a la que Valledupar se propuso ingresar. Esta red fue creada en el 2004 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, Unesco, con el propósito de vincular y asociar a las ciudades que poseen tradición creativa en los campos como la literatura, el cine, la música, las artes populares, el diseño, el arte digital y la gastronomía, y que por supuesto trabajan por proteger esos valores.
Este lunes una comitiva integrada por la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez; el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez; el secretario de Cultura municipal, Tomás Darío Gutiérrez, y el rey vallenato Álvaro Meza, presentaron en París, Francia, las razones por las que Valledupar debe ser una ciudad creativa de la música, similar a capitales como Bogotá.
Para la realización del documento que se presentó, los encargados visitaron la Cámara de Comercio de Valledupar. Allí se guarda registro de que en la ciudad hay alrededor de 33 establecimientos para la formación de música, 60 establecimientos para la producción y 164 establecimientos para la promoción orientados a la venta de artículos.
“La tarea frente a esto es establecer las condiciones en que se encuentran para poder hacer un fortalecimiento y seguir equiparando la ciudad de organizaciones que generen ingresos, bienestar y expansión de la cultura musical”, explicó Consuelo Sánchez, asesora de la Alcaldía municipal.
LA NECESIDAD DE MÚSICOS PROFESIONALES
Uno de los objetivos que se propone con la categoría de ciudad creativa es la profesionalización de los músicos. En esa materia, Valledupar empieza a dar sus primeros pasos bajo la guía de la Universidad del Atlántico, la Universidad Popular del Cesar, UPC, y su Escuela de Bellas Artes.
El 15 de mayo es el último encuentro de los estudiantes de segundo semestre de la licenciatura en Música de la Universidad del Atlántico. Se están formando 35 músicos con trayectoria en los escenarios y en la enseñanza pero que no habían contado con la posibilidad de formarse en el Cesar.
La UPC también abrió ese tipo de espacios. Con el propósito de recibir el título de ‘Maestros de Música’, la Universidad prepara 33 músicos que este año iniciaron su primer trimestre.
Víctor Gómez es maestro de la cátedra y conocedor del tema. “Recién se está moviendo. Cuando yo empecé en el 2013, en la formación ‘licenciatura en Arte’, la música era básica, porque no profundizaban en ninguna materia. En el 2019 es que se viene a dar todo ese proceso nuevo y ahora es un poco más formal”, sustenta Gómez. En esta preparación de músicos con trayectoria, explica Gómez, surge la oportunidad para tener mayor conciencia sobre lo que se hace.
SEGUIR EL EJEMPLO DE BOGOTÁ
La capital del país es también la capital de los festivales de música más concurridos en Colombia, con Estero picnic, Rock al Parque, Radiohead, entre otros. Pero más allá de esos eventos que atraen miles de asistentes, desde el 2012 cuando nombraron a la capital del país Ciudad Creativa de la Música se ha desarrollado una infraestructura y organización buscando fortalecer los semilleros y estudios de la música.
De allí nacieron los Centros de Formación y Creación Artística, programa liderado por el distrito y que se encarga de la formación en las artes en áreas como la música, danza, literatura, arte dramático, entre otras. Todo este trabajo se realiza en escuelas y con menores.
Sin duda, otra de las ideas ejemplo del distrito para implementar en Valledupar son las becas para los festivales comunitarios. A través del Programa Distrital de Estímulos se hacen convocatorias de becas para festivales con el propósito de fortalecer agrupaciones comunitarias en torno a los que tengan un enfoque territorial. En total, son 30 los estímulos por un valor de $10 millones.
EN VALLEDUPAR SE ESCUCHA ROCK: KZ ROCK FESTIVAL
Bajo la sombra del vallenato y del Festival de la Leyenda Vallenata, en Valledupar crecen festivales como Kz Rock, donde las bandas locales se sirven de este para darse a conocer.
Este año se realizará la tercera edición del festival Kz Rock, como es costumbre, para el mes de noviembre. Todo empezó en 2017 con un censo para determinar cuántas bandas de rock había en la ciudad. Álvaro González, organizador del evento, se sorprendió del resultado: “Nosotros creíamos que no había muchas agrupaciones, cuando realizamos el censo nos damos cuenta que casi 20 agrupaciones estaban haciendo rock, música alternativa por así decirlo”.
Entonces nació Kz Rock Festival como la ventana ideal para darse a conocer y que hoy está organizada como una corporación de la cual Álvaro González es su presidente.
Dentro del punto de diversidad musical que presentó ante la Unesco la comisión vallenata para que Valledupar sea considerada Ciudad Creativa, se encuentra el joven Festival Kz Rock, una iniciativa privada que su funcionamiento depende del circulo económico que encierra la festividad durante el día de las presentaciones pero que es un trabajo de meses.
Primero con la convocatoria para atraer a las bandas de rock locales. En una eliminatoria se elige cuáles se presentarán en el evento. Además de la oportunidad de pertenecer a un proyecto discográfico. “En el primer año hicimos un compilado de música con varias canciones de las agrupaciones locales en un CD. Son canciones originales”, explicó el presidente de la corporación, Álvaro Gonzáles.
Esas canciones, además, se suben a las plataformas digitales para que las bandas locales se den a conocer. “Esa es como nuestra razón de ser, apoyar a las agrupaciones no tradicionales, ya ellos tienen su espacio. No tenía cómo mostrarse y eso fue lo que quisimos”.
Para este año el concierto estelar será para finales de noviembre. La primera edición se realizó en el lugar de eventos Río de Luna con la afluencia de casi 1.500 personas; para el 2018 fue en Palenke, un lugar más pequeño, sin embargo, contaron con alrededor 600 personas.
Dentro de los compromisos que adquiere la administración municipal para ser considerada Ciudad Creativa de la Música, es apoyar este tipo de eventos alternativos que recién surgen. Y eso es lo que esperan Festivales como Kz Rock. “Ese es un movimiento que es súper interesante y por supuesto queremos estar vinculados, es oportuno para fortalecer este festival”, expresó su presidente, quien trabaja junto a un equipo por extenderlo a más de un día y permitir que los grupos de música alternativa vayan a otros festivales.
LOS ESCENARIOS: LA CARTA DE PRESENTACIÓN
Además de los artistas, el desarrollo de la música depende de lugares indicados para proyectarla. Por eso, los enviados a París expusieron una lista de escenarios que podrían calificar como espacios para el desarrollo de eventos musicales, algo así como el ‘Inventario equipamiento musical de la ciudad’.
El primero fue la renovada plaza Alfonso López. En ella, justifican, se realizaron 35 versiones del Festival de la Leyenda Vallenata, además es el centro de las principales celebraciones y eventos en Valledupar. La lista la sigue la plaza Primero de Mayo, segunda plaza principal en la ciudad. “Allí durante dos décadas se ha realizado el Festival de Música Vallenata en Guitarras y Tambobandas”, señala el documento de inventario de equipamiento musical.
Por supuesto, el Parque de la Leyenda Vallenata, con capacidad para 40.000 espectadores, donde cada año se desarrollan los principales conciertos del Festival Vallenato; el coliseo cubierto Julio Monsalvo; el Coliseo de Ferias Pedro Castro Monsalvo; la plaza Freddy Molina de Patillal, entre otros, completan ese inventario con el que se quiere ofrecer a Valledupar como una ciudad lista para desarrollar significativos eventos musicales.
Entre lo que ya está hecho, lo indispensable por hacer y lo que se debe aprender de otras ciudades depende de la administración de turno y la empresa privada que el titulo no sea ad honorem sino una oportunidad para el desarrollo económico y social de la capital del Cesar.
Por: DEIVIS CAR O DAZA / EL PILÓN
[email protected]
Apoyados en la tradición musical, autoridades locales presentaron ante la Unesco la propuesta de convertir a Valledupar en Ciudad Creativa de la Música. Más allá de lo que está hecho en la ciudad aún hay varios retos.
En el mundo, 180 ciudades conforman la Red de Ciudades Creativas a la que Valledupar se propuso ingresar. Esta red fue creada en el 2004 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, Unesco, con el propósito de vincular y asociar a las ciudades que poseen tradición creativa en los campos como la literatura, el cine, la música, las artes populares, el diseño, el arte digital y la gastronomía, y que por supuesto trabajan por proteger esos valores.
Este lunes una comitiva integrada por la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez; el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez; el secretario de Cultura municipal, Tomás Darío Gutiérrez, y el rey vallenato Álvaro Meza, presentaron en París, Francia, las razones por las que Valledupar debe ser una ciudad creativa de la música, similar a capitales como Bogotá.
Para la realización del documento que se presentó, los encargados visitaron la Cámara de Comercio de Valledupar. Allí se guarda registro de que en la ciudad hay alrededor de 33 establecimientos para la formación de música, 60 establecimientos para la producción y 164 establecimientos para la promoción orientados a la venta de artículos.
“La tarea frente a esto es establecer las condiciones en que se encuentran para poder hacer un fortalecimiento y seguir equiparando la ciudad de organizaciones que generen ingresos, bienestar y expansión de la cultura musical”, explicó Consuelo Sánchez, asesora de la Alcaldía municipal.
LA NECESIDAD DE MÚSICOS PROFESIONALES
Uno de los objetivos que se propone con la categoría de ciudad creativa es la profesionalización de los músicos. En esa materia, Valledupar empieza a dar sus primeros pasos bajo la guía de la Universidad del Atlántico, la Universidad Popular del Cesar, UPC, y su Escuela de Bellas Artes.
El 15 de mayo es el último encuentro de los estudiantes de segundo semestre de la licenciatura en Música de la Universidad del Atlántico. Se están formando 35 músicos con trayectoria en los escenarios y en la enseñanza pero que no habían contado con la posibilidad de formarse en el Cesar.
La UPC también abrió ese tipo de espacios. Con el propósito de recibir el título de ‘Maestros de Música’, la Universidad prepara 33 músicos que este año iniciaron su primer trimestre.
Víctor Gómez es maestro de la cátedra y conocedor del tema. “Recién se está moviendo. Cuando yo empecé en el 2013, en la formación ‘licenciatura en Arte’, la música era básica, porque no profundizaban en ninguna materia. En el 2019 es que se viene a dar todo ese proceso nuevo y ahora es un poco más formal”, sustenta Gómez. En esta preparación de músicos con trayectoria, explica Gómez, surge la oportunidad para tener mayor conciencia sobre lo que se hace.
SEGUIR EL EJEMPLO DE BOGOTÁ
La capital del país es también la capital de los festivales de música más concurridos en Colombia, con Estero picnic, Rock al Parque, Radiohead, entre otros. Pero más allá de esos eventos que atraen miles de asistentes, desde el 2012 cuando nombraron a la capital del país Ciudad Creativa de la Música se ha desarrollado una infraestructura y organización buscando fortalecer los semilleros y estudios de la música.
De allí nacieron los Centros de Formación y Creación Artística, programa liderado por el distrito y que se encarga de la formación en las artes en áreas como la música, danza, literatura, arte dramático, entre otras. Todo este trabajo se realiza en escuelas y con menores.
Sin duda, otra de las ideas ejemplo del distrito para implementar en Valledupar son las becas para los festivales comunitarios. A través del Programa Distrital de Estímulos se hacen convocatorias de becas para festivales con el propósito de fortalecer agrupaciones comunitarias en torno a los que tengan un enfoque territorial. En total, son 30 los estímulos por un valor de $10 millones.
EN VALLEDUPAR SE ESCUCHA ROCK: KZ ROCK FESTIVAL
Bajo la sombra del vallenato y del Festival de la Leyenda Vallenata, en Valledupar crecen festivales como Kz Rock, donde las bandas locales se sirven de este para darse a conocer.
Este año se realizará la tercera edición del festival Kz Rock, como es costumbre, para el mes de noviembre. Todo empezó en 2017 con un censo para determinar cuántas bandas de rock había en la ciudad. Álvaro González, organizador del evento, se sorprendió del resultado: “Nosotros creíamos que no había muchas agrupaciones, cuando realizamos el censo nos damos cuenta que casi 20 agrupaciones estaban haciendo rock, música alternativa por así decirlo”.
Entonces nació Kz Rock Festival como la ventana ideal para darse a conocer y que hoy está organizada como una corporación de la cual Álvaro González es su presidente.
Dentro del punto de diversidad musical que presentó ante la Unesco la comisión vallenata para que Valledupar sea considerada Ciudad Creativa, se encuentra el joven Festival Kz Rock, una iniciativa privada que su funcionamiento depende del circulo económico que encierra la festividad durante el día de las presentaciones pero que es un trabajo de meses.
Primero con la convocatoria para atraer a las bandas de rock locales. En una eliminatoria se elige cuáles se presentarán en el evento. Además de la oportunidad de pertenecer a un proyecto discográfico. “En el primer año hicimos un compilado de música con varias canciones de las agrupaciones locales en un CD. Son canciones originales”, explicó el presidente de la corporación, Álvaro Gonzáles.
Esas canciones, además, se suben a las plataformas digitales para que las bandas locales se den a conocer. “Esa es como nuestra razón de ser, apoyar a las agrupaciones no tradicionales, ya ellos tienen su espacio. No tenía cómo mostrarse y eso fue lo que quisimos”.
Para este año el concierto estelar será para finales de noviembre. La primera edición se realizó en el lugar de eventos Río de Luna con la afluencia de casi 1.500 personas; para el 2018 fue en Palenke, un lugar más pequeño, sin embargo, contaron con alrededor 600 personas.
Dentro de los compromisos que adquiere la administración municipal para ser considerada Ciudad Creativa de la Música, es apoyar este tipo de eventos alternativos que recién surgen. Y eso es lo que esperan Festivales como Kz Rock. “Ese es un movimiento que es súper interesante y por supuesto queremos estar vinculados, es oportuno para fortalecer este festival”, expresó su presidente, quien trabaja junto a un equipo por extenderlo a más de un día y permitir que los grupos de música alternativa vayan a otros festivales.
LOS ESCENARIOS: LA CARTA DE PRESENTACIÓN
Además de los artistas, el desarrollo de la música depende de lugares indicados para proyectarla. Por eso, los enviados a París expusieron una lista de escenarios que podrían calificar como espacios para el desarrollo de eventos musicales, algo así como el ‘Inventario equipamiento musical de la ciudad’.
El primero fue la renovada plaza Alfonso López. En ella, justifican, se realizaron 35 versiones del Festival de la Leyenda Vallenata, además es el centro de las principales celebraciones y eventos en Valledupar. La lista la sigue la plaza Primero de Mayo, segunda plaza principal en la ciudad. “Allí durante dos décadas se ha realizado el Festival de Música Vallenata en Guitarras y Tambobandas”, señala el documento de inventario de equipamiento musical.
Por supuesto, el Parque de la Leyenda Vallenata, con capacidad para 40.000 espectadores, donde cada año se desarrollan los principales conciertos del Festival Vallenato; el coliseo cubierto Julio Monsalvo; el Coliseo de Ferias Pedro Castro Monsalvo; la plaza Freddy Molina de Patillal, entre otros, completan ese inventario con el que se quiere ofrecer a Valledupar como una ciudad lista para desarrollar significativos eventos musicales.
Entre lo que ya está hecho, lo indispensable por hacer y lo que se debe aprender de otras ciudades depende de la administración de turno y la empresa privada que el titulo no sea ad honorem sino una oportunidad para el desarrollo económico y social de la capital del Cesar.
Por: DEIVIS CAR O DAZA / EL PILÓN
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