El sábado anterior me reuní con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan para analizar el tema de mi postulación a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar (UPC). Concluimos, más por forma que por fondo, que hiciera tal pronunciamiento en una carta dirigida a ellos, porque son el soporte de esta columna. El domingo […]
El sábado anterior me reuní con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan para analizar el tema de mi postulación a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar (UPC).
Concluimos, más por forma que por fondo, que hiciera tal pronunciamiento en una carta dirigida a ellos, porque son el soporte de esta columna.
El domingo escribí la carta, traté de hacerla lo más sucinta posible, dice, textualmente: “Señores Tíochiro y Tíonan, mis consejeros periodísticos. Hace 18 años soy docente de la UPC. Inicié esta digna labor encomendado por el insigne profesor Antonio Egea (+).
“Desde el 2006 soy docente de Planta de Tiempo Completo, categoría Titular, adscrito a la facultad de Educación y al Departamento de Pedagogía”.
“Les cuento que en estos 18 años como docente he conocido a fondo la problemática universitaria, especialmente la de la UPC. Hemos padecido (estudiantes, administrativos, egresados y docentes) el más severo y abominable irrespeto de muchos directivos del alma mater (les hablo de rectores y miembros del Consejo Superior Universitario). Varios –en su mayoría- han afrentado la dignidad de los estamentos universitarios por querer (algunos lo han logrado) saquear el dinero de la educación de los casi 20 mil estudiantes”.
“Los espacios académicos han ido usurpados (en algunos casos) para particulares en detrimento del estudiantado”.
“Tíochiro, Tíonan, tenemos problemas mayores en la UPC que podemos resolver antes de que se ahonden y permitan el colapso de nuestra institución. Entiendo que, muchos, la mayoría, propenden por el mejoramiento de nuestra institución, pero tenemos que darle un giro esencial y especial a lo que tenemos, enderezar nuestra verdadera misión y visión, y acogernos a los estándares nacionales e internacionales en cuanto al sistema educativo superior”.
“Frente a la necesidad de “reconstruir” a la UPC en su sistema administrativo y académico, se requiere la mano extendida y diáfana que sea capaz de mantener con seriedad una política pública de mejoramiento y eficacia”.
“Tíonan, con estas líneas les manifiesto que he decidido ser candidato a la consulta a la rectoría de la UPC, por petición expresa de un importante grupo de docentes y estudiantes, de un lado, y por el otro de egresados que plantean la necesidad de retomar el rumbo del alma mater”.
“Aclaro, Tíochiro, que a diferencia de los otros candidatos que están impulsando sus nombres para la misma posición, mi candidatura no merece acompañamientos burocráticos, políticos tradicionales ni mucho menos por componendas particulares ni familiares”.
“Les advierto a mis consejeros periodísticos que mi propuesta es no tolerar lo inconveniente, no compaginar con lo indebido. En cambio, propongo una universidad en donde los resultados sean para todos, una UPC respetable para la sociedad, una universidad plural de inclusión, capaz de romper los hilos de la opresión y los lamentos”.
“He trazado tres ejes trasversales para adelantar los procesos institucionales con un fin común para los estamentos y la sociedad en general, al asumir la rectoría de la UPC. Seguramente que al poner en marcha las propuestas administrativas podrán surgir bienes comunes como son la parte académica/social, razón de ser de una universidad”.
“En fin, agradezco a ustedes Tíochiro y Tíonan y me someto al escrutinio de todos para que revisen mi hoja de vida en aras de soportar la transparencia económica, política y social. Quiero una Universidad Popular del Cesar creciendo en beneficio de la sociedad y logrando la transformación de los cordones sociales”, atentamente: Aquilino Cotes Zuleta”.
Hasta la próxima semana. [email protected].
El sábado anterior me reuní con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan para analizar el tema de mi postulación a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar (UPC). Concluimos, más por forma que por fondo, que hiciera tal pronunciamiento en una carta dirigida a ellos, porque son el soporte de esta columna. El domingo […]
El sábado anterior me reuní con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan para analizar el tema de mi postulación a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar (UPC).
Concluimos, más por forma que por fondo, que hiciera tal pronunciamiento en una carta dirigida a ellos, porque son el soporte de esta columna.
El domingo escribí la carta, traté de hacerla lo más sucinta posible, dice, textualmente: “Señores Tíochiro y Tíonan, mis consejeros periodísticos. Hace 18 años soy docente de la UPC. Inicié esta digna labor encomendado por el insigne profesor Antonio Egea (+).
“Desde el 2006 soy docente de Planta de Tiempo Completo, categoría Titular, adscrito a la facultad de Educación y al Departamento de Pedagogía”.
“Les cuento que en estos 18 años como docente he conocido a fondo la problemática universitaria, especialmente la de la UPC. Hemos padecido (estudiantes, administrativos, egresados y docentes) el más severo y abominable irrespeto de muchos directivos del alma mater (les hablo de rectores y miembros del Consejo Superior Universitario). Varios –en su mayoría- han afrentado la dignidad de los estamentos universitarios por querer (algunos lo han logrado) saquear el dinero de la educación de los casi 20 mil estudiantes”.
“Los espacios académicos han ido usurpados (en algunos casos) para particulares en detrimento del estudiantado”.
“Tíochiro, Tíonan, tenemos problemas mayores en la UPC que podemos resolver antes de que se ahonden y permitan el colapso de nuestra institución. Entiendo que, muchos, la mayoría, propenden por el mejoramiento de nuestra institución, pero tenemos que darle un giro esencial y especial a lo que tenemos, enderezar nuestra verdadera misión y visión, y acogernos a los estándares nacionales e internacionales en cuanto al sistema educativo superior”.
“Frente a la necesidad de “reconstruir” a la UPC en su sistema administrativo y académico, se requiere la mano extendida y diáfana que sea capaz de mantener con seriedad una política pública de mejoramiento y eficacia”.
“Tíonan, con estas líneas les manifiesto que he decidido ser candidato a la consulta a la rectoría de la UPC, por petición expresa de un importante grupo de docentes y estudiantes, de un lado, y por el otro de egresados que plantean la necesidad de retomar el rumbo del alma mater”.
“Aclaro, Tíochiro, que a diferencia de los otros candidatos que están impulsando sus nombres para la misma posición, mi candidatura no merece acompañamientos burocráticos, políticos tradicionales ni mucho menos por componendas particulares ni familiares”.
“Les advierto a mis consejeros periodísticos que mi propuesta es no tolerar lo inconveniente, no compaginar con lo indebido. En cambio, propongo una universidad en donde los resultados sean para todos, una UPC respetable para la sociedad, una universidad plural de inclusión, capaz de romper los hilos de la opresión y los lamentos”.
“He trazado tres ejes trasversales para adelantar los procesos institucionales con un fin común para los estamentos y la sociedad en general, al asumir la rectoría de la UPC. Seguramente que al poner en marcha las propuestas administrativas podrán surgir bienes comunes como son la parte académica/social, razón de ser de una universidad”.
“En fin, agradezco a ustedes Tíochiro y Tíonan y me someto al escrutinio de todos para que revisen mi hoja de vida en aras de soportar la transparencia económica, política y social. Quiero una Universidad Popular del Cesar creciendo en beneficio de la sociedad y logrando la transformación de los cordones sociales”, atentamente: Aquilino Cotes Zuleta”.
Hasta la próxima semana. [email protected].