Debido a que esta es una de las zonas más visitadas del departamento y a fin de no poner en riesgo la cultura indígena y tampoco el turismo, autoridades civiles y arhuacas se reunieron.
Ante la decisión del pueblo arhuaco de cerrar Nabusimake para el turismo, el Gobierno departamental, en cabeza del secretario de Gobierno, Carlos Andrés Cotes, y la coordinadora de Turismo, Iliana Castro, se reunió con cabildos y mamos de ese asentamiento indígena para buscarle una salida a la problemática.
El secretario Carlos Andrés Cotes explicó que en la mesa de trabajo revisaron y plantearon definir políticas públicas de sostenimiento del turismo en la Sierra Nevada de Santa Marta, debido a las quejas de los indígenas porque los turistas suben a la parte alta de Nabusimake y cometen hurtos, hacen guaquería, entre otros.
“La situación es que se está presentando un turismo irresponsable en la parte arriba, porque hay hurtos, ventas de microtráfico, y ellos han decidido cerrar la zona de Nabusimake, entonces nos reunimos con ellos y les planteamos hacer una nueva mesa de trabajo con el Ministerio de Turismo y definir unas políticas públicas y ordenamiento del turismo en esa zona”, dijo Cotes.
Explicó que la decisión de los indígenas es no dejar entrar a nadie y así lo han hecho, porque ni siquiera a un equipo de un canal de televisión que llegó para hacer un trabajo lo dejaron ingresar.
Aseguró el secretario de Gobierno que los arhuacos se quejan porque los turistas dejan muchas basuras, las cuales arrojan al río, además que destruyen la zona y cometen hurtos.
Aseguró que por ser una de las zonas más visitadas por turistas, lo que buscarán junto a la asesora de Turismo y el Ministerio de Turismo es diseñar una política sostenible que no afecte el territorio y que a su vez permita el ingreso de personas.
El delegado de la Convención Nacional del Territorio Indígena, Vicente Villafañe, explicó que el problema es que las personas que suben no solo ingieren alcohol, sino que también llevan sustancias alucinógenas, por lo que tomaron esa determinación.
También se refirió a la vía Atánquez en donde ocurre la misma situación, por el ingreso de gran cantidad de motociclistas y no hay control para ello.
“Nosotros tomamos esa determinación del cierre porque empezaron a llegar gente, se perdían las mochilas, las cosas, hay que ponerse de acuerdo en cómo controlar realmente. La Gobernación se comprometió hacer una propuesta al resguardo y quedamos en que vamos a seguir conversando”, dijo Villafañe.
Explicó que el punto principal es que del Gobierno brinde las garantías, porque miembros de su comunidad se han quejado de atracos en las vías y a pesar de instaurar las denuncias, las autoridades no han tomado acciones.
El pasado 24 de julio el pueblo arhuaco dio a conocer la decisión de cerrar el territorio ancestral Nabusimake al turismo, como una forma de preservar la cultura, garantizar la protección del pueblo y velar por el medio ambiente.
Es así como cerró las puertas tanto a turistas como a comerciantes y solo permite el ingreso a personas que requieran hacer labores humanitarias, de salud, educación, entre otras, para ello, deben tener previa autorización que entregan en puestos de control que están ubicados a la salida de Pueblo Bello hacia el territorio indígena.
Por Sandra Santiago B. / EL PILÓN
[email protected]
Debido a que esta es una de las zonas más visitadas del departamento y a fin de no poner en riesgo la cultura indígena y tampoco el turismo, autoridades civiles y arhuacas se reunieron.
Ante la decisión del pueblo arhuaco de cerrar Nabusimake para el turismo, el Gobierno departamental, en cabeza del secretario de Gobierno, Carlos Andrés Cotes, y la coordinadora de Turismo, Iliana Castro, se reunió con cabildos y mamos de ese asentamiento indígena para buscarle una salida a la problemática.
El secretario Carlos Andrés Cotes explicó que en la mesa de trabajo revisaron y plantearon definir políticas públicas de sostenimiento del turismo en la Sierra Nevada de Santa Marta, debido a las quejas de los indígenas porque los turistas suben a la parte alta de Nabusimake y cometen hurtos, hacen guaquería, entre otros.
“La situación es que se está presentando un turismo irresponsable en la parte arriba, porque hay hurtos, ventas de microtráfico, y ellos han decidido cerrar la zona de Nabusimake, entonces nos reunimos con ellos y les planteamos hacer una nueva mesa de trabajo con el Ministerio de Turismo y definir unas políticas públicas y ordenamiento del turismo en esa zona”, dijo Cotes.
Explicó que la decisión de los indígenas es no dejar entrar a nadie y así lo han hecho, porque ni siquiera a un equipo de un canal de televisión que llegó para hacer un trabajo lo dejaron ingresar.
Aseguró el secretario de Gobierno que los arhuacos se quejan porque los turistas dejan muchas basuras, las cuales arrojan al río, además que destruyen la zona y cometen hurtos.
Aseguró que por ser una de las zonas más visitadas por turistas, lo que buscarán junto a la asesora de Turismo y el Ministerio de Turismo es diseñar una política sostenible que no afecte el territorio y que a su vez permita el ingreso de personas.
El delegado de la Convención Nacional del Territorio Indígena, Vicente Villafañe, explicó que el problema es que las personas que suben no solo ingieren alcohol, sino que también llevan sustancias alucinógenas, por lo que tomaron esa determinación.
También se refirió a la vía Atánquez en donde ocurre la misma situación, por el ingreso de gran cantidad de motociclistas y no hay control para ello.
“Nosotros tomamos esa determinación del cierre porque empezaron a llegar gente, se perdían las mochilas, las cosas, hay que ponerse de acuerdo en cómo controlar realmente. La Gobernación se comprometió hacer una propuesta al resguardo y quedamos en que vamos a seguir conversando”, dijo Villafañe.
Explicó que el punto principal es que del Gobierno brinde las garantías, porque miembros de su comunidad se han quejado de atracos en las vías y a pesar de instaurar las denuncias, las autoridades no han tomado acciones.
El pasado 24 de julio el pueblo arhuaco dio a conocer la decisión de cerrar el territorio ancestral Nabusimake al turismo, como una forma de preservar la cultura, garantizar la protección del pueblo y velar por el medio ambiente.
Es así como cerró las puertas tanto a turistas como a comerciantes y solo permite el ingreso a personas que requieran hacer labores humanitarias, de salud, educación, entre otras, para ello, deben tener previa autorización que entregan en puestos de control que están ubicados a la salida de Pueblo Bello hacia el territorio indígena.
Por Sandra Santiago B. / EL PILÓN
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