Las fuertes brisas que se registran por estos días en la ciudad han aumentado la morbilidad de las Infecciones Respiratorias Agudas, IRA. Las consultas más frecuentes en los diferentes centros asistenciales del Hospital Eduardo Arredondo Daza, HEAD, están relacionadas con gripa, amigdalitis y laringoamigdalitis.

Así lo informó el subdirector científico del HEAD, Jhonny Rojas Rangel, precisando que  reportan un 20% de más en atención por síntoma gripal o síntoma febril asociado a la gripa e infecciones respiratorias. “Alrededor 120 pacientes diarios con IRA o por cualquier trastorno de vía respiratoria se registran en los diferentes centros del HEAD”, precisó.

Entre las recomendaciones del especialista están: usar tapabocas, evitar bañarse muy tarde por la noche, mantener abrigado a los niños, evitar los cambios de temperatura bruscos; mantener las fosas nasales destapadas, en lo posible aplicar con frecuencia suero fisiológico por ambas fosas nasales para limpiar las secreciones; y si ya tiene la IRA consumir muchos líquidos, que ayuden a eliminar las secreciones.

“Si aparte de los síntomas comúnes presenta malestar general y fiebre, la recomendación es acudir al médico para que se le diagnostique de manera oportuna, porque una IRA mal tratada puede causar una bronquitis, neumonía o bronquiolitis, donde toca internar a los pacientes”, subrayó.

Rojas Rangel explicó que siempre hay virus circulando a nivel de toda la comunidad y las brisas lo que hacen es la diseminación más rápida de esos virus, que pueden transmitirse lo más rápido posible de una persona a otra. Las brisas

Signos de alarma en infantes

Hay que estar atentos en los niños y niñas menores de 5 años ante las siguientes manifestaciones:

– Aumento en la frecuencia respiratoria o respiración rápida.
– Contracción de las costillas al respirar.
– Presenta ruidos extraños al respirar o “le silba el pecho”.
– No quiere comer o beber y vomita todo.
– Fiebre, que no cede con la administración de medicamentos.
– Irritabilidad
– Decaimiento y somnolencia.
– Ataques o convulsiones.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN