Como un acto de esperanza y una voz de aliento para la humanidad que afronta la pandemia del coronavirus catalogaron los presbíteros de la región la bendición del papa Francisco realizada ayer de manera extraordinaria desde el Vaticano. (Mira aquí el Urbi et Orbi del papa Francisco)

Para el sacerdote Jesús Torres las palabras que pronunció el papa invitan a confiar plenamente en el Señor, ser más espirituales y ayudar a los semejantes, argumentando: “Dios es quien conduce la historia, quien lleva los acontecimientos de nuestras vidas y quien nos puede salvar. En segundo lugar el papa nos llama la atención en cuanto a que habíamos puesto nuestra confianza en intenciones falsas, superficialidades y que prácticamente todo se ha caído como en una gran tempestad; y en medio de eso ha surgido el miedo entre nosotros. Para los católicos esta bendición del papa nos fortalece, nos anima y nos invita a ser solidarios con los más necesitados. Fue un momento de gracia”, argumentó.

Luego de escuchar el discurso del papa, el presbítero José Enrique Muñoz recalcó que la humanidad necesita de Dios y que hay que reconocer que solos no se puede enfrentar las adversidades.

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Al respecto, dijo: “Es una voz de aliento para que en medio de nuestras tribulaciones y las angustias no nos quedemos sumidos en la tristeza, teniendo quien nos puede ayudar; en estos momentos hay que levantar la mirada al cielo y tener fe que todo pasará. También exhortó a reconocer que necesitamos de los demás y a practicar el servicio de la caridad”.

Agregó: “Es una palabra de bálsamo para estos momentos y que nos ayuda a enfrentar esta situación donde nos enfatiza que no tengamos miedo. Nos recordó que después de la tormenta viene la calma y que Dios siempre está con nosotros. Lo percibo como un gesto muy humano y cristiano porque el papa es de carne y hueso, por lo que siente igual que todos los demás y también se conduele con nuestro sufrimiento. Como representante de Cristo en la tierra se hace presente como el buen samaritano”.

Muñoz plantea que todas las palabras del sumo pontífice invitan a replantear el rumbo de las vidas de las personas, reforzando la oración y la lectura de la biblia.

“Esta emergencia es una oportunidad maravillosa para que vivamos la Cuaresma 2020 de una forma diferente, pero mucho más real porque muchas veces nos quedamos en la parte ritual y no somos tocados en el corazón. Es la oportunidad para que la cruz de Cristo la sintamos en nuestra propia carne, que es fundamental para nuestra salvación. El hecho de estar confinados puede convertirse en un tiempo de gracia, que hay que aprovechar con mucha oración y meditación”, subrayó.

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Por su parte, el párroco Nolberto Mogollón calificó las palabras del papa como alentadoras, que invitan a la fe y reconciliación, basadas en el evangelio de Marcos donde Jesús va con los discípulos en la barca en medio de una tormenta, él duerme y se levanta preguntándoles que por qué sienten miedo si tienen fe. Al respecto, reflexiona que no basta con creer en Dios, sino acercarse a él y vivir de él.

“El papa habla de la ‘tempestad’ que desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, proyectos, rutinas y prioridades”, puntualizó.

¿Sabía usted que…

Esta es una bendición que tradicionalmente se hace el 25 de diciembre, el domingo de Pascua de resurrección  y en una elección de un papa. La de ayer fue extraordinaria porque está dedicada a pedirle al Señor clemencia para que se termine la pandemia del Covid-19?

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN