El cabildo abierto que ha convocado el Concejo de Valledupar para discutir la crisis del agua potable es una magnífica oportunidad para que ciudadanos, empresarios, sector público y concejales encontremos una solución definitiva a la crisis histórica de Emdupar.
Por Rodolfo Quintero Romero
El cabildo abierto que ha convocado el Concejo de Valledupar para discutir la crisis del agua potable es una magnífica oportunidad para que ciudadanos, empresarios, sector público y concejales encontremos una solución definitiva a la crisis histórica de Emdupar.
El diagnóstico es conocido: la empresa no puede enfrentar los desafíos técnicos que el incremento de la población exige porque ha sido secuestrada por políticos corruptos y burócratas inmarcesibles que la han llevado a una crisis financiera y a altos niveles de ineficiencia e ineficacia.
Emdupar necesita una inyección de recursos económicos y técnicos y una restructuración a fondo de su gestión empresarial; pero, conseguir empréstitos sin antes hacer una radical reingeniería administrativa sería botar el dinero de los contribuyentes, primero es necesario conseguir un aliado estratégico con probada experiencia y éxito en el sector.
No se trata de privatizarla pero si de buscar un socio del sector público, tipo Empresas Públicas de Medellín –EPM-, que compre un paquete de acciones inferior al 50% y asuma la operación de toda la Empresa.
La capacidad técnica que aportaría un socio de tal naturaleza garantizaría la eficiencia y eficacia de la gestión y los recursos económicos necesarios para la modernización de la infraestructura de redes, plantas y equipos.
Emdupar puede convertirse en la gran empresa que atienda las necesidades de Valledupar y venda servicios a todos los municipios y corregimientos del Cesar, tal como lo hace EPM en Antioquia.
Las utilidades las utilizaríael alcalde de turno para hacer realidad los derechos sociales, económicos y culturales que la Constitución otorga a los ciudadanos.
También hay que llegar a un acuerdo provisional con los que roban el agua y la venden en los municipios cercanos, de tal forma que Emdupar logre algún beneficio, o, exigir a la policía el control de este tráfico ilegal.
Podríamos disfrutar de un consumo mínimo vital gratuito si se controlaran estas fugas y las pérdidas operativas hoy superiores al 60%.
La gestión del agua es integral: considera la cuenca aportante, la potabilización, distribución y tratamiento de aguas residuales.
Emdupar está en mora de invertir en la cuenca del Guatapurí al menos el 1% del total de los ingresos corrientes municipales para adquirir y mantener áreas con el objeto de conservar el recurso hídrico -Ley 99 de 1993-.
El cabildo es un escenario democrático que debe concluir con un plan de acción y un comité de seguimiento con representantes IDÓNEOS de la ciudadanía, el sector privado y los concejales. El problema del agua es de todos y entre todos debemos resolverlo.
El cabildo abierto que ha convocado el Concejo de Valledupar para discutir la crisis del agua potable es una magnífica oportunidad para que ciudadanos, empresarios, sector público y concejales encontremos una solución definitiva a la crisis histórica de Emdupar.
Por Rodolfo Quintero Romero
El cabildo abierto que ha convocado el Concejo de Valledupar para discutir la crisis del agua potable es una magnífica oportunidad para que ciudadanos, empresarios, sector público y concejales encontremos una solución definitiva a la crisis histórica de Emdupar.
El diagnóstico es conocido: la empresa no puede enfrentar los desafíos técnicos que el incremento de la población exige porque ha sido secuestrada por políticos corruptos y burócratas inmarcesibles que la han llevado a una crisis financiera y a altos niveles de ineficiencia e ineficacia.
Emdupar necesita una inyección de recursos económicos y técnicos y una restructuración a fondo de su gestión empresarial; pero, conseguir empréstitos sin antes hacer una radical reingeniería administrativa sería botar el dinero de los contribuyentes, primero es necesario conseguir un aliado estratégico con probada experiencia y éxito en el sector.
No se trata de privatizarla pero si de buscar un socio del sector público, tipo Empresas Públicas de Medellín –EPM-, que compre un paquete de acciones inferior al 50% y asuma la operación de toda la Empresa.
La capacidad técnica que aportaría un socio de tal naturaleza garantizaría la eficiencia y eficacia de la gestión y los recursos económicos necesarios para la modernización de la infraestructura de redes, plantas y equipos.
Emdupar puede convertirse en la gran empresa que atienda las necesidades de Valledupar y venda servicios a todos los municipios y corregimientos del Cesar, tal como lo hace EPM en Antioquia.
Las utilidades las utilizaríael alcalde de turno para hacer realidad los derechos sociales, económicos y culturales que la Constitución otorga a los ciudadanos.
También hay que llegar a un acuerdo provisional con los que roban el agua y la venden en los municipios cercanos, de tal forma que Emdupar logre algún beneficio, o, exigir a la policía el control de este tráfico ilegal.
Podríamos disfrutar de un consumo mínimo vital gratuito si se controlaran estas fugas y las pérdidas operativas hoy superiores al 60%.
La gestión del agua es integral: considera la cuenca aportante, la potabilización, distribución y tratamiento de aguas residuales.
Emdupar está en mora de invertir en la cuenca del Guatapurí al menos el 1% del total de los ingresos corrientes municipales para adquirir y mantener áreas con el objeto de conservar el recurso hídrico -Ley 99 de 1993-.
El cabildo es un escenario democrático que debe concluir con un plan de acción y un comité de seguimiento con representantes IDÓNEOS de la ciudadanía, el sector privado y los concejales. El problema del agua es de todos y entre todos debemos resolverlo.