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Crónica - 29 julio, 2020

Acerca de Urumita

Su población y ámbito telúrico. Apellidos Barros y Baquero.

Aminta Barros Baquero, una de las columnas de ascendencia de la generación familiar López Barros de Urumita.

FOTO/CORTESÍA.
Aminta Barros Baquero, una de las columnas de ascendencia de la generación familiar López Barros de Urumita. FOTO/CORTESÍA.

Remontándonos en el tiempo hacía finales de 1700 o comienzos de 1800, la tradición oral nos da noticia de que tres hermanos portugueses, de apellido Barros -este apellido es muy común en la República de Portugal y también en la del Brasil- hicieron transporte marítimo, por el camino del mar atlántico, desde su patria hasta el improvisado puerto de la bahía del lugar guajiro conocido con el nombre de Camarones, situado a algunos kilómetros de distancia, a la izquierda de la ciudad de Riohacha sobre   el      mar caribe.

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Se adaptaron a la vida de la península de la Guajira, trabajaron y formaron         familias      con   los     naturales   de     allí.

Alguno de ellos, se estableció al norte de la misma; otro, resolvió bajar hasta la población de San Juan del Cesar y el tercero, se afincó en la de Urumita. Es decir, como si hubiesen querido repartirse    el       territorio   peninsular.

Ellos y su progenie han sido gente de trabajo material y/o intelectual y ejercicio político, en el departamento del Magdalena como en el del Cesar, La Guajira, y El Quindío. Todo abonado con un   temperamento   de     buen humor         característico.

Los Barros se han extendido por algunos lugares de la costa caribe, y un poco hacia el interior, -por ejemplo en El Banco departamento del Magdalena, recordar al maestro José Barros-  han llegado hasta el departamento de El Quindío.

Algunos de sus miembros se han unido en matrimonio con personas del apellido Baquero, entre otros.  Formando familias reputadas principalmente, en los lugares donde se han establecido.  Estos, -los Baquero- llegaron desde España a la misma península, asentándose en la parte baja o sur de ella, aproximadamente por las mismas calendas que lo hicieron los Barros, y después los encontramos desde hace mucho tiempo atrás, en Urumita, Villanueva y el Plan. Su idiosincrasia es de maneras suaves y amables, frente a la vida y sus congéneres.

Hermosa Iglesia de Santa Cruz de Urumita, al fondo los bellos paisajes de la Serranía del Perijá.

La población de Urumita fué fundada o, mejor, encontrada, por el caminante español Juan Bautista Canalete, aproximadamente hacia mediados del siglo XVIII. Nace en las laderas bajas de la Sierra del Perijá, desde donde se desliza de sur a norte desafiando el progreso del valle del Cacique Upar.

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Antes, Urumita fué un caserío indígena, rápidamente mezclado con inmigrantes europeos.  Su cacique principal llevó el nombre de Uruma, del que deriva el vocablo Urumita. Desde el punto de vista administrativo perteneció al municipio de Villanueva, ubicado dentro de los límites del antiguo Estado Soberano del Magdalena, una de cuyas porciones fué constituida como unidad administrativa, denominada Intendencia de la Guajira y, posteriormente Departamento de la Guajira desde el 1 de Julio de 1965.  Empezó a ser municipio en el año 1979, con poca oposición de algunos dirigentes villanueveros.  Su patrona de fiesta religiosa, es la virgen de Chiquinquirá, que se celebra el día 8 de septiembre todos       los         años.

Hace muchos años cerca a Urumita fué fundada, por el gobierno de la época, la célebre Colonia Agrícola Mutis.

Sobre esta acogedora población quiero consignar lo siguiente: hacia el año 1856, el trotamundos explorador y geógrafo francés, Eliseo Reclus, recorrió el territorio que hoy llamamos Provincias de Valledupar y de Padilla, luego escribió una Historia Universal en la que costa un apartado -549 páginas- con el nombre de Colombia y respecto de Urumita, entre otras notas, afirma que los riohacheros la llamaban “sanatorium”, -esto es, lugar aconsejado para “temperar“- sin duda por su fresca temperatura ambiente.

Situada en la baja Guajira, es una linda población habitada por gente trabajadora y amable con espíritu de progreso, con pretensión de liderazgo. Las familias tienen como propósito fundamental educar muy bien a sus hijos, hacerlos bachilleres, tanto como profesionales. Está dotada de buenos servicios públicos, colegios, y de especialización agropecuaria; cuenta con casa de la cultura, hospital, Palacio Municipal moderno y todas sus calles  pavimentadas.

Es una de las cunas del folclor de música vallenata. Es célebre el festival de la Calagüala,  -helecho de hojas alargadas de intenso color verde vistosas- cuya presentación se hace en canastas muy apreciadas por los visitantes, lo mismo que sus jardines. Su economía, sobre todo, consiste en grandes cafetales, sembrados en la Serranía del Perijá, con nombres como Sierra Negra, Sierra Montaña, Cascarillal; pan coger, plátano, banano, malanga, yuca, cítricos, cacao y ganadería. Muchos de sus jóvenes capacitados, gozan de buenos empleos, en la administración pública y privada de la capital del departamento, lo mismo que en las minas carboníferas del Cerrejón y en la planta de gas ubicada en la plataforma marítima de La Guajira.

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Cada vez que puedan vayan. Urumita invita a connacionales y extranjeros a visitarla, especialmente en las fiestas del festival de la Calagüala, donde tendrán la oportunidad de escuchar las voces de los cantantes y compositores urumiteros: Iván Villazón Aponte, Silvestre Dangond Corrales, Fabián Corrales Corrales, José Manuel Corrales Corrales, José María Ramos -hijo- y a su padre el también acordeonero y rey vallenato, José María ‘Chema’ Ramos.

POR: RODRIGO LÓPEZ BARROS/EL PILÓN
[email protected]

Crónica
29 julio, 2020

Acerca de Urumita

Su población y ámbito telúrico. Apellidos Barros y Baquero.


Aminta Barros Baquero, una de las columnas de ascendencia de la generación familiar López Barros de Urumita.

FOTO/CORTESÍA.
Aminta Barros Baquero, una de las columnas de ascendencia de la generación familiar López Barros de Urumita. FOTO/CORTESÍA.

Remontándonos en el tiempo hacía finales de 1700 o comienzos de 1800, la tradición oral nos da noticia de que tres hermanos portugueses, de apellido Barros -este apellido es muy común en la República de Portugal y también en la del Brasil- hicieron transporte marítimo, por el camino del mar atlántico, desde su patria hasta el improvisado puerto de la bahía del lugar guajiro conocido con el nombre de Camarones, situado a algunos kilómetros de distancia, a la izquierda de la ciudad de Riohacha sobre   el      mar caribe.

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Se adaptaron a la vida de la península de la Guajira, trabajaron y formaron         familias      con   los     naturales   de     allí.

Alguno de ellos, se estableció al norte de la misma; otro, resolvió bajar hasta la población de San Juan del Cesar y el tercero, se afincó en la de Urumita. Es decir, como si hubiesen querido repartirse    el       territorio   peninsular.

Ellos y su progenie han sido gente de trabajo material y/o intelectual y ejercicio político, en el departamento del Magdalena como en el del Cesar, La Guajira, y El Quindío. Todo abonado con un   temperamento   de     buen humor         característico.

Los Barros se han extendido por algunos lugares de la costa caribe, y un poco hacia el interior, -por ejemplo en El Banco departamento del Magdalena, recordar al maestro José Barros-  han llegado hasta el departamento de El Quindío.

Algunos de sus miembros se han unido en matrimonio con personas del apellido Baquero, entre otros.  Formando familias reputadas principalmente, en los lugares donde se han establecido.  Estos, -los Baquero- llegaron desde España a la misma península, asentándose en la parte baja o sur de ella, aproximadamente por las mismas calendas que lo hicieron los Barros, y después los encontramos desde hace mucho tiempo atrás, en Urumita, Villanueva y el Plan. Su idiosincrasia es de maneras suaves y amables, frente a la vida y sus congéneres.

Hermosa Iglesia de Santa Cruz de Urumita, al fondo los bellos paisajes de la Serranía del Perijá.

La población de Urumita fué fundada o, mejor, encontrada, por el caminante español Juan Bautista Canalete, aproximadamente hacia mediados del siglo XVIII. Nace en las laderas bajas de la Sierra del Perijá, desde donde se desliza de sur a norte desafiando el progreso del valle del Cacique Upar.

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Hace muchos años cerca a Urumita fué fundada, por el gobierno de la época, la célebre Colonia Agrícola Mutis.

Sobre esta acogedora población quiero consignar lo siguiente: hacia el año 1856, el trotamundos explorador y geógrafo francés, Eliseo Reclus, recorrió el territorio que hoy llamamos Provincias de Valledupar y de Padilla, luego escribió una Historia Universal en la que costa un apartado -549 páginas- con el nombre de Colombia y respecto de Urumita, entre otras notas, afirma que los riohacheros la llamaban “sanatorium”, -esto es, lugar aconsejado para “temperar“- sin duda por su fresca temperatura ambiente.

Situada en la baja Guajira, es una linda población habitada por gente trabajadora y amable con espíritu de progreso, con pretensión de liderazgo. Las familias tienen como propósito fundamental educar muy bien a sus hijos, hacerlos bachilleres, tanto como profesionales. Está dotada de buenos servicios públicos, colegios, y de especialización agropecuaria; cuenta con casa de la cultura, hospital, Palacio Municipal moderno y todas sus calles  pavimentadas.

Es una de las cunas del folclor de música vallenata. Es célebre el festival de la Calagüala,  -helecho de hojas alargadas de intenso color verde vistosas- cuya presentación se hace en canastas muy apreciadas por los visitantes, lo mismo que sus jardines. Su economía, sobre todo, consiste en grandes cafetales, sembrados en la Serranía del Perijá, con nombres como Sierra Negra, Sierra Montaña, Cascarillal; pan coger, plátano, banano, malanga, yuca, cítricos, cacao y ganadería. Muchos de sus jóvenes capacitados, gozan de buenos empleos, en la administración pública y privada de la capital del departamento, lo mismo que en las minas carboníferas del Cerrejón y en la planta de gas ubicada en la plataforma marítima de La Guajira.

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POR: RODRIGO LÓPEZ BARROS/EL PILÓN
[email protected]