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Principal - 24 enero, 2019

A la Judicial la aqueja más que la varicela

Este centro de reclusión se ha desbordado exageradamente la capacidad. Al interior también hay pacientes portadores de VIH.

La Cárcel Judicial es un centro de mediana seguridad que se encuentra ubicado en el barrio Dangond de Valledupar.
La Cárcel Judicial es un centro de mediana seguridad que se encuentra ubicado en el barrio Dangond de Valledupar.
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Aunque desde noviembre se maneja un brote de varicela en este centro penitenciario, son muchas más las problemáticas que atraviesa el penal con una población que supera casi cuatro veces su capacidad y no cuenta con recursos suficientes.

El brote de varicela que se presenta en la Cárcel Judicial de Valledupar desde el pasado 13 de noviembre de 2018 ha vuelto a poner en la lupa al penal por las condiciones que viven las personas recluidas allí.

Este lugar cuenta con una capacidad para 256 internos, pero hace mucho tiempo su ocupación está realmente superada. En la actualidad son 1.102 internos, (88 mujeres) los que se encuentran recluidos en la Judicial según explicó Enilda Vásquez Oñate, directora de esta cárcel.

Precisamente el hacinamiento que se evidencia en este lugar ha sido referenciado como una de las principales causas que provoca el contagio de esta enfermedad y otras patologías.

“La última vez que nos reportaron tenía un hacinamiento del 300 % entonces esto provoca que las enfermedades de salud pública sean mejores y están más propensos a las enfermedades”, aseguró Elba Ustariz, secretaria de Salud Local, entidad que ha estado encargada de dar manejo a esta situación desde que se conoció el primer caso.

Aunque el lugar fue concebido para recibir a 256 internos hoy tiene una población carcelaria que sobre pasa esta cifra.

De acuerdo con las cifras entregadas por la directora de este penal, se contabilizan ya 38 casos de esta enfermedad desde que se registró el primero en noviembre y tratan a 19 internos por este motivo actualmente, quienes además se encuentran aislados. Justamente en la tarde de ayer se conoció de un nuevo afectado en el patio cuatro, que junto con el tres, está en cuarentena.

“Con Salud Municipal recibimos todas las pautas para llevar esto a feliz término”, expresó Vásquez Oñate, quien explicó que como resultado de las medidas que están siguiendo para dar manejo al brote los internos aislados no están recibiendo visitas. Además hay otras recomendaciones como la de lavar los patios diariamente o por lo menos tres veces a la semana y reiterar el lavado de manos como enfatizó la secretaria de Salud y se adelantan charlas de prevención y promoción con todo el personal que labora en este centro.

“Estamos haciendo seguimiento desde el primer día que nos reportaron los casos que fue en el mes de noviembre, comenzamos a hacer los seguimientos semanales, con una visita por semana”, afirmó Ustariz. De hecho, hoy debe cumplirse con una de estas visitas periódicas para mantener el control sobre esta situación.

Para Ciro Pérez Escalante, abogado contratista de la Personería Municipal, encargado para asuntos carcelarios, esto es muestra una vez más del hacinamiento tan grande que se presenta en la Cárcel Judicial y que hace a su vez más difícil que se controle el brote de esta enfermedad. A pesar de que, como destacó, se han adelantado diferentes gestiones para que se le dé un manejo a esta situación el problema permanece latente.

En este sentido recordó que más allá de la dificultad con el tema de salud, es importante que se garanticen a los reclusos espacios dignos dado que algunos no tienen baterías sanitarias ni espacios para dormir, por lo cual las enfermedades respiratorias y de la piel son muy frecuentes.

“En algún momento va a estallar, porque el personal es insuficiente y se va a presentar algún tipo de tragedia tal como la que ocurrió en Barranquilla en algún momento”, manifestó Pérez Escalante, para quien este factor se debe manejar a gran escala puesto que para él existe otra problemática de fondo con la Permanente Central donde también se sobrepasa la capacidad que tiene para 30 personas albergando a 100.

Además destacó el hecho de que en la Cárcel Judicial a pesar de la sobrepoblación que existe, todo el servicio de la misma se sostiene con el mismo presupuesto destinado solo para 256 reclusos y resaltó el esfuerzo de la administración del penal para vigilar, cuidar y proteger la dignidad de las personas allí recluidas.

De igual manera Vásquez Oñate reconoció el trabajo que adelantan prácticamente con las uñas para poder dar respuesta a todas las necesidades de un lugar como el que dirige, con el agravante del hacinamiento. Sobre algún apoyo de parte del Gobierno Nacional, fue clara en que ha sido nulo sobre todo para evitar que este contagio se siga propagando y hasta el momento son solamente el Inpec y la Secretaría de Salud Local, quienes dan la pauta.

Con relación al suministro de los medicamentos que requieren estas personas, es la Fiduprevisora la encargada de hacer la entrega dado que es la entidad encargada de la prestación del servicio de salud que contrata a la empresa Genérico Esenciales.

Así como el brote de varicela, en este centro carcelario también deben dar manejo a otras patologías. Dos que especialmente adquieren relevancia por los riesgos que representan, son la tuberculosis y el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH, y en la Cárcel Judicial permanecen recluidos dos internos que sufren ambas.

“En los pacientes con VIH como el sistema inmunológico no funciona si no están recibiendo tratamiento, les da (la varicela) mucho más fuerte”, explicó María José Hinojosa, profesional en Epidemiología, quien aclaró que la varicela no representa un riesgo de muerte a menos que haya una sobre infección y no se den los respectivos cuidados.

Sobre la tuberculosis, recordó que debido al impacto del tratamiento se deben fortalecer algunos factores como la alimentación. Pero justamente esto puede resultar muy complicado en un espacio que junto con la aglomeración de internos no cuenta con recursos ajustados a su realidad.
Hasta el momento los afectados solo han sido internos y el personal que cumple sus labores con el Inpec o prestando algún servicio al interior de la Judicial no se ha visto afectado.

Sobre si la ubicación de este centro penitenciario, ubicado en un sector residencial de la ciudad, puede representar ahora más allá de un riesgo de seguridad, un problema de salud para la comunidad asentada alrededor, la respuesta fue negativa.

En primer lugar, explicó Ustariz, al ser una enfermedad que se transmite por contacto, y los vecinos no lo tienen con los afectados, no es algo que pueda suceder. “Si fuese así hoy tuviésemos más internos, por eso el aislamiento para que no se contagien en el resto de los patios”, enfatizó.

Sin embargo, ante esta duda reaparece otra de las acciones que están pendientes con relación a la Judicial y que es su reubicación. Aunque el 21 de diciembre tuvo lugar la visita de la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, y se definieron algunos compromisos que tienen que ver con el traslado de la cárcel a otro sector, todavía se ve en un futuro lejano.

La directora de la Judicial incluso prefirió no referirse al tema que consideró algo vedado por el momento. Por su parte, Pérez Escalante, aunque trajo a colación que tanto la administración local como departamental están tratando de hacer algo al respecto todavía no se ve una obra a corto plazo.

“El Inpec maneja sus recursos y manejan sus prioridades, y la prioridad por ahora no es sacar esa cárcel de allí, que es una cárcel que están en el corazón de un barrio tan importante como los es el Dangond. El tema de la reubicación no es de corto plazo”, agregó el jurista.

Por: Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]

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24 enero, 2019

A la Judicial la aqueja más que la varicela

Este centro de reclusión se ha desbordado exageradamente la capacidad. Al interior también hay pacientes portadores de VIH.


La Cárcel Judicial es un centro de mediana seguridad que se encuentra ubicado en el barrio Dangond de Valledupar.
La Cárcel Judicial es un centro de mediana seguridad que se encuentra ubicado en el barrio Dangond de Valledupar.
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Aunque desde noviembre se maneja un brote de varicela en este centro penitenciario, son muchas más las problemáticas que atraviesa el penal con una población que supera casi cuatro veces su capacidad y no cuenta con recursos suficientes.

El brote de varicela que se presenta en la Cárcel Judicial de Valledupar desde el pasado 13 de noviembre de 2018 ha vuelto a poner en la lupa al penal por las condiciones que viven las personas recluidas allí.

Este lugar cuenta con una capacidad para 256 internos, pero hace mucho tiempo su ocupación está realmente superada. En la actualidad son 1.102 internos, (88 mujeres) los que se encuentran recluidos en la Judicial según explicó Enilda Vásquez Oñate, directora de esta cárcel.

Precisamente el hacinamiento que se evidencia en este lugar ha sido referenciado como una de las principales causas que provoca el contagio de esta enfermedad y otras patologías.

“La última vez que nos reportaron tenía un hacinamiento del 300 % entonces esto provoca que las enfermedades de salud pública sean mejores y están más propensos a las enfermedades”, aseguró Elba Ustariz, secretaria de Salud Local, entidad que ha estado encargada de dar manejo a esta situación desde que se conoció el primer caso.

Aunque el lugar fue concebido para recibir a 256 internos hoy tiene una población carcelaria que sobre pasa esta cifra.

De acuerdo con las cifras entregadas por la directora de este penal, se contabilizan ya 38 casos de esta enfermedad desde que se registró el primero en noviembre y tratan a 19 internos por este motivo actualmente, quienes además se encuentran aislados. Justamente en la tarde de ayer se conoció de un nuevo afectado en el patio cuatro, que junto con el tres, está en cuarentena.

“Con Salud Municipal recibimos todas las pautas para llevar esto a feliz término”, expresó Vásquez Oñate, quien explicó que como resultado de las medidas que están siguiendo para dar manejo al brote los internos aislados no están recibiendo visitas. Además hay otras recomendaciones como la de lavar los patios diariamente o por lo menos tres veces a la semana y reiterar el lavado de manos como enfatizó la secretaria de Salud y se adelantan charlas de prevención y promoción con todo el personal que labora en este centro.

“Estamos haciendo seguimiento desde el primer día que nos reportaron los casos que fue en el mes de noviembre, comenzamos a hacer los seguimientos semanales, con una visita por semana”, afirmó Ustariz. De hecho, hoy debe cumplirse con una de estas visitas periódicas para mantener el control sobre esta situación.

Para Ciro Pérez Escalante, abogado contratista de la Personería Municipal, encargado para asuntos carcelarios, esto es muestra una vez más del hacinamiento tan grande que se presenta en la Cárcel Judicial y que hace a su vez más difícil que se controle el brote de esta enfermedad. A pesar de que, como destacó, se han adelantado diferentes gestiones para que se le dé un manejo a esta situación el problema permanece latente.

En este sentido recordó que más allá de la dificultad con el tema de salud, es importante que se garanticen a los reclusos espacios dignos dado que algunos no tienen baterías sanitarias ni espacios para dormir, por lo cual las enfermedades respiratorias y de la piel son muy frecuentes.

“En algún momento va a estallar, porque el personal es insuficiente y se va a presentar algún tipo de tragedia tal como la que ocurrió en Barranquilla en algún momento”, manifestó Pérez Escalante, para quien este factor se debe manejar a gran escala puesto que para él existe otra problemática de fondo con la Permanente Central donde también se sobrepasa la capacidad que tiene para 30 personas albergando a 100.

Además destacó el hecho de que en la Cárcel Judicial a pesar de la sobrepoblación que existe, todo el servicio de la misma se sostiene con el mismo presupuesto destinado solo para 256 reclusos y resaltó el esfuerzo de la administración del penal para vigilar, cuidar y proteger la dignidad de las personas allí recluidas.

De igual manera Vásquez Oñate reconoció el trabajo que adelantan prácticamente con las uñas para poder dar respuesta a todas las necesidades de un lugar como el que dirige, con el agravante del hacinamiento. Sobre algún apoyo de parte del Gobierno Nacional, fue clara en que ha sido nulo sobre todo para evitar que este contagio se siga propagando y hasta el momento son solamente el Inpec y la Secretaría de Salud Local, quienes dan la pauta.

Con relación al suministro de los medicamentos que requieren estas personas, es la Fiduprevisora la encargada de hacer la entrega dado que es la entidad encargada de la prestación del servicio de salud que contrata a la empresa Genérico Esenciales.

Así como el brote de varicela, en este centro carcelario también deben dar manejo a otras patologías. Dos que especialmente adquieren relevancia por los riesgos que representan, son la tuberculosis y el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH, y en la Cárcel Judicial permanecen recluidos dos internos que sufren ambas.

“En los pacientes con VIH como el sistema inmunológico no funciona si no están recibiendo tratamiento, les da (la varicela) mucho más fuerte”, explicó María José Hinojosa, profesional en Epidemiología, quien aclaró que la varicela no representa un riesgo de muerte a menos que haya una sobre infección y no se den los respectivos cuidados.

Sobre la tuberculosis, recordó que debido al impacto del tratamiento se deben fortalecer algunos factores como la alimentación. Pero justamente esto puede resultar muy complicado en un espacio que junto con la aglomeración de internos no cuenta con recursos ajustados a su realidad.
Hasta el momento los afectados solo han sido internos y el personal que cumple sus labores con el Inpec o prestando algún servicio al interior de la Judicial no se ha visto afectado.

Sobre si la ubicación de este centro penitenciario, ubicado en un sector residencial de la ciudad, puede representar ahora más allá de un riesgo de seguridad, un problema de salud para la comunidad asentada alrededor, la respuesta fue negativa.

En primer lugar, explicó Ustariz, al ser una enfermedad que se transmite por contacto, y los vecinos no lo tienen con los afectados, no es algo que pueda suceder. “Si fuese así hoy tuviésemos más internos, por eso el aislamiento para que no se contagien en el resto de los patios”, enfatizó.

Sin embargo, ante esta duda reaparece otra de las acciones que están pendientes con relación a la Judicial y que es su reubicación. Aunque el 21 de diciembre tuvo lugar la visita de la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, y se definieron algunos compromisos que tienen que ver con el traslado de la cárcel a otro sector, todavía se ve en un futuro lejano.

La directora de la Judicial incluso prefirió no referirse al tema que consideró algo vedado por el momento. Por su parte, Pérez Escalante, aunque trajo a colación que tanto la administración local como departamental están tratando de hacer algo al respecto todavía no se ve una obra a corto plazo.

“El Inpec maneja sus recursos y manejan sus prioridades, y la prioridad por ahora no es sacar esa cárcel de allí, que es una cárcel que están en el corazón de un barrio tan importante como los es el Dangond. El tema de la reubicación no es de corto plazo”, agregó el jurista.

Por: Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]