EL PILÓN dialogó con Fabián González Ochoa, presidente de Sintraemsdes-subdirectiva Valledupar, sobre las negociaciones que están realizando con la Superintendencia de Servicios Públicos para definir el futuro de Emdupar.
Antes de la intervención de la Superintendencia, nosotros habíamos enviado unos pliegos convencionales. Estamos analizando esos pliegos, para después sentarnos y ver en qué podemos contribuir para salvar la empresa. Primero debemos terminar de estudiar los pliegos.
Nos sentaremos el 14 y 15 de agosto y luego el 22, 23 y 24 del mismo mes. La fecha de terminación de arreglo directo, según la norma, es el 25 de agosto. Luego de llegar a un acuerdo, nos vamos a sentar a mirar la solicitud que hizo la Superintendencia para modernizar la convención colectiva.
No estamos exigiendo cosas que no se puedan cumplir. Los puntos que hemos firmado buscan el fortalecimiento de la empresa y blindarla para que no se pueda privatizar.
Ajustando algunos contratos, Emdupar se ha ahorrado más de $12.000 millones de pesos; recuperaron en procesos judiciales más de $9.000 millones; y dejando de firmar contratos innecesarios, que hacían las anteriores administraciones, ahorraron más de $6.000 millones.
Nosotros sabemos que no fue la convención colectiva, fueron las malas y corruptas administraciones anteriores. Bien administrada la empresa ya tiene un ahorro de $14 mil millones. Emdupar fue mal administrada y saqueada.
No es algo de un día para otro. Estamos buscando la mejor forma legalmente. No podemos dejar un vacío porque puede haber una demanda. Por ejemplo, cualquier trabajador que no esté de acuerdo con las nuevas condiciones podría demandar. Entonces, lo que estamos buscando es proteger la negociación.
Nosotros siempre hemos sido defensores de que no vendan Emdupar, como lo han pretendido algunos líderes políticos. Si nosotros no denunciamos, ya hubieran entregado Emdupar a un privado.
Siempre estamos abiertos al diálogo. No nos cerramos a revisar la convención y modernizarla. Pero sabemos que no fue la convención colectiva la que acabó a Emdupar. Por ejemplo, que por la convención colectiva nos paguen $1 millón de más no significa el fin de Emdupar, al contrario, buscar los beneficios para los trabajadores ayuda a que velen por la empresa.
Las anteriores administraciones dejaron subir la cartera a $92.000 millones. Allí es donde está el problema de Emdupar: la ciudadanía debe saldar las cuentas para recuperar la empresa. Nunca cambiaron las tuberías de asbesto y cemento. En vez de construir ese tanque de almacenamiento que no sirve, debieron invertir los $20.000 millones en tuberías para no tener pérdidas del 70%.
También quebraron la empresa los contratos de consultoría que firmaban los gerentes para cumplir los compromisos políticos. En esos puntos está la salvación, no en los $5.000 millones que nos paga la empresa por la convención colectiva. Nosotros hicimos la cuenta: si Emdupar no tuviera convención colectiva, seguiría quebrada.
Decir que despidan trabajadores es contrario a cualquier sindicato. Lo que pedimos es que la planta se ajuste técnicamente, y si es necesario se reubiquen las personas. El 30 de noviembre sale Radian y Emdupar debe asumir esa actividad. Debemos tener una planta de personal acorde a los usuarios que tenemos.
En la Convención colectiva llevamos un punto en el que pedimos que se contrate por estudios, acorde a las necesidades. No puede volver a pasar que cada alcalde que llegue meta su gente: la burocracia no ha tenido límites.
Cada sindicato negocia su pliego, de forma independiente. Utisa ya había firmado el acta antes de la llegada de la Superintendencia. Están esperando que los otros sindicatos nos nivelemos para el aumento salarial. Tiene que ser igual. Y el sindicato Triple A está intentando firmar una convención como sindicato.
La unificación de los tres sindicatos es posible si los sindicatos minoritarios retiran sus pliegos y se unen a Sintraemsdes, como sindicato mayoritario.
Por Deivis Caro
EL PILÓN dialogó con Fabián González Ochoa, presidente de Sintraemsdes-subdirectiva Valledupar, sobre las negociaciones que están realizando con la Superintendencia de Servicios Públicos para definir el futuro de Emdupar.
Antes de la intervención de la Superintendencia, nosotros habíamos enviado unos pliegos convencionales. Estamos analizando esos pliegos, para después sentarnos y ver en qué podemos contribuir para salvar la empresa. Primero debemos terminar de estudiar los pliegos.
Nos sentaremos el 14 y 15 de agosto y luego el 22, 23 y 24 del mismo mes. La fecha de terminación de arreglo directo, según la norma, es el 25 de agosto. Luego de llegar a un acuerdo, nos vamos a sentar a mirar la solicitud que hizo la Superintendencia para modernizar la convención colectiva.
No estamos exigiendo cosas que no se puedan cumplir. Los puntos que hemos firmado buscan el fortalecimiento de la empresa y blindarla para que no se pueda privatizar.
Ajustando algunos contratos, Emdupar se ha ahorrado más de $12.000 millones de pesos; recuperaron en procesos judiciales más de $9.000 millones; y dejando de firmar contratos innecesarios, que hacían las anteriores administraciones, ahorraron más de $6.000 millones.
Nosotros sabemos que no fue la convención colectiva, fueron las malas y corruptas administraciones anteriores. Bien administrada la empresa ya tiene un ahorro de $14 mil millones. Emdupar fue mal administrada y saqueada.
No es algo de un día para otro. Estamos buscando la mejor forma legalmente. No podemos dejar un vacío porque puede haber una demanda. Por ejemplo, cualquier trabajador que no esté de acuerdo con las nuevas condiciones podría demandar. Entonces, lo que estamos buscando es proteger la negociación.
Nosotros siempre hemos sido defensores de que no vendan Emdupar, como lo han pretendido algunos líderes políticos. Si nosotros no denunciamos, ya hubieran entregado Emdupar a un privado.
Siempre estamos abiertos al diálogo. No nos cerramos a revisar la convención y modernizarla. Pero sabemos que no fue la convención colectiva la que acabó a Emdupar. Por ejemplo, que por la convención colectiva nos paguen $1 millón de más no significa el fin de Emdupar, al contrario, buscar los beneficios para los trabajadores ayuda a que velen por la empresa.
Las anteriores administraciones dejaron subir la cartera a $92.000 millones. Allí es donde está el problema de Emdupar: la ciudadanía debe saldar las cuentas para recuperar la empresa. Nunca cambiaron las tuberías de asbesto y cemento. En vez de construir ese tanque de almacenamiento que no sirve, debieron invertir los $20.000 millones en tuberías para no tener pérdidas del 70%.
También quebraron la empresa los contratos de consultoría que firmaban los gerentes para cumplir los compromisos políticos. En esos puntos está la salvación, no en los $5.000 millones que nos paga la empresa por la convención colectiva. Nosotros hicimos la cuenta: si Emdupar no tuviera convención colectiva, seguiría quebrada.
Decir que despidan trabajadores es contrario a cualquier sindicato. Lo que pedimos es que la planta se ajuste técnicamente, y si es necesario se reubiquen las personas. El 30 de noviembre sale Radian y Emdupar debe asumir esa actividad. Debemos tener una planta de personal acorde a los usuarios que tenemos.
En la Convención colectiva llevamos un punto en el que pedimos que se contrate por estudios, acorde a las necesidades. No puede volver a pasar que cada alcalde que llegue meta su gente: la burocracia no ha tenido límites.
Cada sindicato negocia su pliego, de forma independiente. Utisa ya había firmado el acta antes de la llegada de la Superintendencia. Están esperando que los otros sindicatos nos nivelemos para el aumento salarial. Tiene que ser igual. Y el sindicato Triple A está intentando firmar una convención como sindicato.
La unificación de los tres sindicatos es posible si los sindicatos minoritarios retiran sus pliegos y se unen a Sintraemsdes, como sindicato mayoritario.
Por Deivis Caro