La lámpara puede generar luz durante 45 días con tan solo medio litro de agua salada. Una opción energética rentable para las comunidades indígenas de La Guajira que carecen del servicio de energía eléctrica.
Por la oscuridad a la que deben someterse las poblaciones de la zona rural de La Guajira al caer la noche, se han presentado múltiples proyectos para suministrarles energía eléctrica a las comunidades que no tienen este servicio. Sin embargo, la carencia del mismo es tan alta que la cobertura sigue siendo muy baja, por lo que en atención a esa deficiencia la empresa de energías renovables E-Dina, desarrolló una linterna portátil llamada WaterLight, la cual produce energía eléctrica a partir de agua salada.
El dispositivo portátil debe llenarse con 500 mililitros de agua de mar u orina en situaciones de emergencia para generar luz durante 45 días. Lo anterior es posible gracias a la ionización de un electrolito compuesto por agua salada que reacciona con placas de magnesio y cobre que están en el interior de la lámpara para producir electricidad.
En la creación del dispositivo, que promete iluminar los hogares de las comunidades wayuu, también estuvo involucrada la agencia Wunderman Thompson y el diseñador colombiano Miguel Mojica, quien aseveró que WaterLight les permitirá a las comunidades indígenas continuar en las noches con sus artesanías, labores de pesca o los estudios de los más jóvenes, debido a que esas actividades son generalmente suspendidas porque no tienen luz.
“WaterLight es un diseño con enfoque social y sostenible que le apuesta a la innovación en las energías renovables. Es un dispositivo que se adapta al entorno real de las poblaciones alejadas que carecen de energía eléctrica en La Guajira”, manifestó Mojica.
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El diseñador aseveró que la sostenibilidad se ha convertido en un requerimiento fundamental al momento de crear dispositivos que subsanen las deficiencias de un servicio básico como lo es la energía eléctrica. En ese sentido, argumentó que se debe fortalecer la unión de profesionales del área de la biológica, medicina y tecnología para desarrollar iniciativas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Señaló que el proyecto surgió con el propósito de “llevar luz a La Guajira, pero también para extenderse a cualquier lugar donde sea necesario”.
La mayoría de las comunidades de la zona rural al llegar la noche prenden velas o fogatas para poder preparar sus alimentos e iluminar sus hogares. Otros abandonan sus tareas diarias porque dependen de la luz del día, y al caer la noche se les imposibilita continuarlas.
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Por esa dificultad, las comunidades esperan que la lámpara portátil sea una alternativa transitoria mientras que el Gobierno de La Guajira establece el servicio de manera permanente en la zona rural. De acuerdo con la empresa de energías renovables, E-Dina, el dispositivo tiene una la vida útil de aproximadamente 5.600 horas, lo que equivaldría a unos 230 días.
También funciona para recargar móviles y baterías a través de un puerto USB que tiene incorporado. Físicamente, la lámpara consta de una carcasa exterior cilíndrica hecha de madera y una base de circuito integrado.
De manera interna los electrodos del puente salino del dispositivo permiten drenar la energía del agua salada, y con el circuito electrónico se logra extraer alrededor de 500 vatios por cada litro de agua. Los prototipos desarrollados pesan alrededor de 2 kilos.
Las empresas creadoras aseveraron que el nuevo objetivo es lanzar una versión de la lámpara en un tamaño más reducido, y producirla de manera masiva para que en el resto del país y el mundo se pueda comenzar subsanar las necesidades energéticas de las poblaciones.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb
La lámpara puede generar luz durante 45 días con tan solo medio litro de agua salada. Una opción energética rentable para las comunidades indígenas de La Guajira que carecen del servicio de energía eléctrica.
Por la oscuridad a la que deben someterse las poblaciones de la zona rural de La Guajira al caer la noche, se han presentado múltiples proyectos para suministrarles energía eléctrica a las comunidades que no tienen este servicio. Sin embargo, la carencia del mismo es tan alta que la cobertura sigue siendo muy baja, por lo que en atención a esa deficiencia la empresa de energías renovables E-Dina, desarrolló una linterna portátil llamada WaterLight, la cual produce energía eléctrica a partir de agua salada.
El dispositivo portátil debe llenarse con 500 mililitros de agua de mar u orina en situaciones de emergencia para generar luz durante 45 días. Lo anterior es posible gracias a la ionización de un electrolito compuesto por agua salada que reacciona con placas de magnesio y cobre que están en el interior de la lámpara para producir electricidad.
En la creación del dispositivo, que promete iluminar los hogares de las comunidades wayuu, también estuvo involucrada la agencia Wunderman Thompson y el diseñador colombiano Miguel Mojica, quien aseveró que WaterLight les permitirá a las comunidades indígenas continuar en las noches con sus artesanías, labores de pesca o los estudios de los más jóvenes, debido a que esas actividades son generalmente suspendidas porque no tienen luz.
“WaterLight es un diseño con enfoque social y sostenible que le apuesta a la innovación en las energías renovables. Es un dispositivo que se adapta al entorno real de las poblaciones alejadas que carecen de energía eléctrica en La Guajira”, manifestó Mojica.
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El diseñador aseveró que la sostenibilidad se ha convertido en un requerimiento fundamental al momento de crear dispositivos que subsanen las deficiencias de un servicio básico como lo es la energía eléctrica. En ese sentido, argumentó que se debe fortalecer la unión de profesionales del área de la biológica, medicina y tecnología para desarrollar iniciativas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Señaló que el proyecto surgió con el propósito de “llevar luz a La Guajira, pero también para extenderse a cualquier lugar donde sea necesario”.
La mayoría de las comunidades de la zona rural al llegar la noche prenden velas o fogatas para poder preparar sus alimentos e iluminar sus hogares. Otros abandonan sus tareas diarias porque dependen de la luz del día, y al caer la noche se les imposibilita continuarlas.
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También funciona para recargar móviles y baterías a través de un puerto USB que tiene incorporado. Físicamente, la lámpara consta de una carcasa exterior cilíndrica hecha de madera y una base de circuito integrado.
De manera interna los electrodos del puente salino del dispositivo permiten drenar la energía del agua salada, y con el circuito electrónico se logra extraer alrededor de 500 vatios por cada litro de agua. Los prototipos desarrollados pesan alrededor de 2 kilos.
Las empresas creadoras aseveraron que el nuevo objetivo es lanzar una versión de la lámpara en un tamaño más reducido, y producirla de manera masiva para que en el resto del país y el mundo se pueda comenzar subsanar las necesidades energéticas de las poblaciones.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb