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Columnista - 25 enero, 2019

Valledupar secuestrada

Llegó puntual a presentar su examen en consultorio jurídico, su rostro reflejaba nerviosismos, creo que era por la evaluación porque mi apariencia no es que sea muy intimidante, fueron varias preguntas formuladas a las que respondió para lograr una nota no superior a cuatro pero suficiente para ganar la asignatura, después de ese día lo encontraba en los pasillos de la universidad...

Llegó puntual a presentar su examen en consultorio jurídico, su rostro reflejaba nerviosismos, creo que era por la evaluación porque mi apariencia no es que sea muy intimidante, fueron varias preguntas formuladas a las que respondió para lograr una nota no superior a cuatro pero suficiente para ganar la asignatura, después de ese día lo encontraba en los pasillos de la universidad, recuerdo conversar con el sobre una marca de carro en particular, pero la pureza en su mirada es lo que pude percibir con mucha intensidad, en la vida conocemos personas que con solo verlas se puede sentir la bondad de su alma; por eso duele tanto la situación del joven Juan Felipe Ustáriz, Valledupar está consternada por los hechos del fin de semana anterior, hombres armados se lo llevaron y hasta la fecha todo alrededor de este triste acontecimiento es un absoluto misterio.

Valledupar no puede regresar a esas épocas de miedo por las bandas dedicadas al secuestro, pero tampoco se puede retornar a la conformación de grupos paramilitares con el argumento de que es necesario armarse para enfrentar a los criminales, desde esa consigna muchos se convirtieron en criminales en esta ciudad, lo primordial es exigir a las autoridades resultados en el caso Juan Felipe Ustáriz, ubicar esos criminales que se lo llevaron contra su voluntad y quemaron su camioneta, porque no podemos perder de vista que son una amenaza para la ciudad, indiscutiblemente se trata de una banda dispuesta hacer daño a cualquiera, el acto en sí demuestra un despliegue de terror sin límites, secuestrar a la víctima y posteriormente quemar su vehículo evidencia un plan fríamente calculado que compromete la participación de varias personas.

Pero algo muy inquietante es la información que los bandidos tenían sobre la víctima, un secuestro es un delito que no se deja a la suerte, el secuestrador estudia su víctima, el lugar donde cometerá el delito, las vías de escape, además de estar enterado de la hora, la compañía y los lugares en los que se encontrará su objetivo para lograr su macabro plan.

Por todos estos detalles es que se debe exigir sin descanso la captura de los delincuentes que secuestraron a Juan Felipe Ustáriz, son una amenaza para todos nosotros, definitivamente es una banda que puede seguir causando daños en Valledupar, nuestro deber es rechazar hechos como estos y pedir la libertad del joven vallenato porque con el secuestro de Juan Felipe nos están secuestrando a todos.

Columnista
25 enero, 2019

Valledupar secuestrada

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Andrés Añez Maestre

Llegó puntual a presentar su examen en consultorio jurídico, su rostro reflejaba nerviosismos, creo que era por la evaluación porque mi apariencia no es que sea muy intimidante, fueron varias preguntas formuladas a las que respondió para lograr una nota no superior a cuatro pero suficiente para ganar la asignatura, después de ese día lo encontraba en los pasillos de la universidad...


Llegó puntual a presentar su examen en consultorio jurídico, su rostro reflejaba nerviosismos, creo que era por la evaluación porque mi apariencia no es que sea muy intimidante, fueron varias preguntas formuladas a las que respondió para lograr una nota no superior a cuatro pero suficiente para ganar la asignatura, después de ese día lo encontraba en los pasillos de la universidad, recuerdo conversar con el sobre una marca de carro en particular, pero la pureza en su mirada es lo que pude percibir con mucha intensidad, en la vida conocemos personas que con solo verlas se puede sentir la bondad de su alma; por eso duele tanto la situación del joven Juan Felipe Ustáriz, Valledupar está consternada por los hechos del fin de semana anterior, hombres armados se lo llevaron y hasta la fecha todo alrededor de este triste acontecimiento es un absoluto misterio.

Valledupar no puede regresar a esas épocas de miedo por las bandas dedicadas al secuestro, pero tampoco se puede retornar a la conformación de grupos paramilitares con el argumento de que es necesario armarse para enfrentar a los criminales, desde esa consigna muchos se convirtieron en criminales en esta ciudad, lo primordial es exigir a las autoridades resultados en el caso Juan Felipe Ustáriz, ubicar esos criminales que se lo llevaron contra su voluntad y quemaron su camioneta, porque no podemos perder de vista que son una amenaza para la ciudad, indiscutiblemente se trata de una banda dispuesta hacer daño a cualquiera, el acto en sí demuestra un despliegue de terror sin límites, secuestrar a la víctima y posteriormente quemar su vehículo evidencia un plan fríamente calculado que compromete la participación de varias personas.

Pero algo muy inquietante es la información que los bandidos tenían sobre la víctima, un secuestro es un delito que no se deja a la suerte, el secuestrador estudia su víctima, el lugar donde cometerá el delito, las vías de escape, además de estar enterado de la hora, la compañía y los lugares en los que se encontrará su objetivo para lograr su macabro plan.

Por todos estos detalles es que se debe exigir sin descanso la captura de los delincuentes que secuestraron a Juan Felipe Ustáriz, son una amenaza para todos nosotros, definitivamente es una banda que puede seguir causando daños en Valledupar, nuestro deber es rechazar hechos como estos y pedir la libertad del joven vallenato porque con el secuestro de Juan Felipe nos están secuestrando a todos.