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Columnista - 25 julio, 2022

Valledupar, potencia del deporte 

Magnífico, maravilloso, histórico son adjetivos para evaluar los XIX Juegos Bolivarianos en Valledupar. A los organizadores, los reconocimientos.   

Magnífico, maravilloso, histórico son adjetivos para evaluar los XIX Juegos Bolivarianos en Valledupar. A los organizadores, los reconocimientos.   

Las imágenes triunfadoras de Mariana Pajón, Natalia Linares y demás deportistas aún permanecen en la memoria y avivan la motivación en niños y jóvenes que sueñan con ser deportistas de alto rendimiento para participar en competencias nacionales e internacionales.  

Es necesario que la Administración Municipal aproveche al máximo los escenarios y establezca las condiciones para convertir a Valledupar en una potencia deportiva. El Instituto de Deporte, Recreación y Actividad Física de Valledupar debería articularse con la Secretaría de Educación Municipal para coordinar programas de fundamentación deportiva desde el nivel de primaria, y además organizar juegos intercolegiales.   

Para fortalecer este proyecto son fundamentales las instituciones educativas de Valledupar y los corregimientos, por eso hay que terminar y mejorar escenarios para las prácticas de las distintas disciplinas deportivas. En las Escuelas primarias se deben nombrar docentes licenciados en Educación física para que orienten y fomenten las prácticas de acuerdo con las preferencias y el biotipo de los estudiantes, con el fin de descubrir y desarrollar aptitudes y potencialidades.

En los colegios de bachillerato, en donde sí se encuentran docentes en esa especialidad, la mayoría concentran sus programas de acuerdo con los recursos locativos y didácticos, en las competencias de fútbol, baloncesto y voleibol. No obstante, aún son pocos los colegios donde los estudiantes pueden desarrollar sus talentos de atletas de pista, lanzamiento, salto y gimnasia.

Termino con estos apuntes deportivos que merecen ser recordados.   En la década del 60, con la llegada al Colegio Loperena del licenciado en Educación física y deportes, Siervo Saúl Quiñónez, se despertó el fervor por el fútbol, baloncesto y el atletismo. El estudiante Aroldo Almenárez Carrillo, en 1969, se consagró campeón nacional en lanzamiento de disco y jabalina, y Adaulfo Calderón ganó medalla en la media maratón. 

En fútbol, Silvestre “Chiche” Maestre (bachiller 70), en 1971 se fue a jugar al Deportes Tolima y en 1973 decide estudiar Licenciatura en Educación física en la Universidad de Tunja, y por el departamento de Boyacá participó en el Campeonato Nacional de Mayores, Cali (1978), y ganó medallas de oro en 200 y 100 metros. En la carrera de 100 metros impuso marca nacional con tiempo de 10,3 segundos, que se mantuvo vigente por más de 15 años. (La pista atlética del estadio de Valledupar debería llevar su nombre).  

Fredy González fue por muchos años el entrenador y descubridor de atletas; entre ellas, la vallenata Zuleima Araméndiz, medalla de oro en lanzamiento de jabalina en los suramericanos de Lima, Perú 1990. Ella tuvo que irse para la liga de Antioquia, por falta de apoyo en el Cesar. 

Por José Atuesta Mindiola 

Columnista
25 julio, 2022

Valledupar, potencia del deporte 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Magnífico, maravilloso, histórico son adjetivos para evaluar los XIX Juegos Bolivarianos en Valledupar. A los organizadores, los reconocimientos.   


Magnífico, maravilloso, histórico son adjetivos para evaluar los XIX Juegos Bolivarianos en Valledupar. A los organizadores, los reconocimientos.   

Las imágenes triunfadoras de Mariana Pajón, Natalia Linares y demás deportistas aún permanecen en la memoria y avivan la motivación en niños y jóvenes que sueñan con ser deportistas de alto rendimiento para participar en competencias nacionales e internacionales.  

Es necesario que la Administración Municipal aproveche al máximo los escenarios y establezca las condiciones para convertir a Valledupar en una potencia deportiva. El Instituto de Deporte, Recreación y Actividad Física de Valledupar debería articularse con la Secretaría de Educación Municipal para coordinar programas de fundamentación deportiva desde el nivel de primaria, y además organizar juegos intercolegiales.   

Para fortalecer este proyecto son fundamentales las instituciones educativas de Valledupar y los corregimientos, por eso hay que terminar y mejorar escenarios para las prácticas de las distintas disciplinas deportivas. En las Escuelas primarias se deben nombrar docentes licenciados en Educación física para que orienten y fomenten las prácticas de acuerdo con las preferencias y el biotipo de los estudiantes, con el fin de descubrir y desarrollar aptitudes y potencialidades.

En los colegios de bachillerato, en donde sí se encuentran docentes en esa especialidad, la mayoría concentran sus programas de acuerdo con los recursos locativos y didácticos, en las competencias de fútbol, baloncesto y voleibol. No obstante, aún son pocos los colegios donde los estudiantes pueden desarrollar sus talentos de atletas de pista, lanzamiento, salto y gimnasia.

Termino con estos apuntes deportivos que merecen ser recordados.   En la década del 60, con la llegada al Colegio Loperena del licenciado en Educación física y deportes, Siervo Saúl Quiñónez, se despertó el fervor por el fútbol, baloncesto y el atletismo. El estudiante Aroldo Almenárez Carrillo, en 1969, se consagró campeón nacional en lanzamiento de disco y jabalina, y Adaulfo Calderón ganó medalla en la media maratón. 

En fútbol, Silvestre “Chiche” Maestre (bachiller 70), en 1971 se fue a jugar al Deportes Tolima y en 1973 decide estudiar Licenciatura en Educación física en la Universidad de Tunja, y por el departamento de Boyacá participó en el Campeonato Nacional de Mayores, Cali (1978), y ganó medallas de oro en 200 y 100 metros. En la carrera de 100 metros impuso marca nacional con tiempo de 10,3 segundos, que se mantuvo vigente por más de 15 años. (La pista atlética del estadio de Valledupar debería llevar su nombre).  

Fredy González fue por muchos años el entrenador y descubridor de atletas; entre ellas, la vallenata Zuleima Araméndiz, medalla de oro en lanzamiento de jabalina en los suramericanos de Lima, Perú 1990. Ella tuvo que irse para la liga de Antioquia, por falta de apoyo en el Cesar. 

Por José Atuesta Mindiola