Un grupo de voluntarios de la fundación Ángeles de la Calle y Fundación Universitaria del Área Andina entregan alimentos, mantas, juguetes y libros para las personas que habitan en las calles de Valledupar.
Todos los viernes un grupo de estudiantes de la Fundación Universitaria del Área Andina se unen a actividades realizadas con la fundación Ángeles de la Calle, en la que habitantes de la calle reciben alimentos y artículos de uso personal.
Habitantes de calle y migrantes venezolanos, entre los que se encuentran adolescentes en estado de embarazo, niños y ancianos, son algunos de los beneficiados de estas actividades que iniciaron desde el año 2017 por iniciativa de la directora de la fundación, Liseth Camila Fernández Tovar, y que gracias a la colaboración de diversos sectores sigue manteniéndose.
“Nació porque a diario veíamos mucha necesidad en las calles y queríamos ayudar a estas personas; fuimos avanzando poco a poco, iniciamos con cincuenta panes y cincuenta avenas y fue satisfactorio porque ayudamos a muchas personas. Es triste ver a una persona que no ha comido nada en todo el día recibir el alimento; iniciamos con recursos propios y poco a poco hemos recibido la ayuda de muchas personas” afirmó Liseth.
Entre las donaciones que se hacen están colchones, mantas, alimentos, juguetes para los niños, libros y todo aquel artículo que les pueda servir para tener una mejor calidad de vida a los habitantes en condición de calle.
Cesar Jaime Urbina es uno de los jóvenes estudiantes del Área Andina que hace parte de estas actividades, quien resalta la importancia de ayudar a estas personas que conviven con dificultades y que por diversos motivos se ven obligados a vivir en la calle, manifestando: “Uno se conmueve mucho con lo que ve; hay mucha necesidad en las calles, tenemos que ver más allá. Los afectados no solo son los adultos, hay niños que viven en pésimas condiciones, que pueden pasar un día entero sin comer, que no pueden bañarse ni cumplir con ninguna de sus necesidades básicas”.
Al respecto, la coordinadora de Responsabilidad Social de Areandina Astrid Navarro señaló: “La academia es la primera que debe apoyar estas causas, debemos enseñarles a los estudiantes la realidad en la que vivimos y mostrarles que su formación debe ir ligada a un gran compromiso social para que cuando se desempeñen profesionalmente lo hagan a favor de la comunidad”.
Con el nuevo periodo de gobierno, la institución educativa mencionada quiere socializar con el Concejo Municipal una propuesta de política de habitabilidad en calle, proponiendo la construcción de un hogar de paso para niños, mujeres en estado de embarazo y ancianos.
“Desde los programas académicos planteamos la resocialización y capacitación para habitantes de calle, brindándoles una herramienta que los ayude a salir del estado en el que viven” subrayó Astrid Navarro, quien para ello adelanta un censo de caracterización de la población que habita en las calles de la ciudad.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMIREZ / EL PILÓN
[email protected]
Un grupo de voluntarios de la fundación Ángeles de la Calle y Fundación Universitaria del Área Andina entregan alimentos, mantas, juguetes y libros para las personas que habitan en las calles de Valledupar.
Todos los viernes un grupo de estudiantes de la Fundación Universitaria del Área Andina se unen a actividades realizadas con la fundación Ángeles de la Calle, en la que habitantes de la calle reciben alimentos y artículos de uso personal.
Habitantes de calle y migrantes venezolanos, entre los que se encuentran adolescentes en estado de embarazo, niños y ancianos, son algunos de los beneficiados de estas actividades que iniciaron desde el año 2017 por iniciativa de la directora de la fundación, Liseth Camila Fernández Tovar, y que gracias a la colaboración de diversos sectores sigue manteniéndose.
“Nació porque a diario veíamos mucha necesidad en las calles y queríamos ayudar a estas personas; fuimos avanzando poco a poco, iniciamos con cincuenta panes y cincuenta avenas y fue satisfactorio porque ayudamos a muchas personas. Es triste ver a una persona que no ha comido nada en todo el día recibir el alimento; iniciamos con recursos propios y poco a poco hemos recibido la ayuda de muchas personas” afirmó Liseth.
Entre las donaciones que se hacen están colchones, mantas, alimentos, juguetes para los niños, libros y todo aquel artículo que les pueda servir para tener una mejor calidad de vida a los habitantes en condición de calle.
Cesar Jaime Urbina es uno de los jóvenes estudiantes del Área Andina que hace parte de estas actividades, quien resalta la importancia de ayudar a estas personas que conviven con dificultades y que por diversos motivos se ven obligados a vivir en la calle, manifestando: “Uno se conmueve mucho con lo que ve; hay mucha necesidad en las calles, tenemos que ver más allá. Los afectados no solo son los adultos, hay niños que viven en pésimas condiciones, que pueden pasar un día entero sin comer, que no pueden bañarse ni cumplir con ninguna de sus necesidades básicas”.
Al respecto, la coordinadora de Responsabilidad Social de Areandina Astrid Navarro señaló: “La academia es la primera que debe apoyar estas causas, debemos enseñarles a los estudiantes la realidad en la que vivimos y mostrarles que su formación debe ir ligada a un gran compromiso social para que cuando se desempeñen profesionalmente lo hagan a favor de la comunidad”.
Con el nuevo periodo de gobierno, la institución educativa mencionada quiere socializar con el Concejo Municipal una propuesta de política de habitabilidad en calle, proponiendo la construcción de un hogar de paso para niños, mujeres en estado de embarazo y ancianos.
“Desde los programas académicos planteamos la resocialización y capacitación para habitantes de calle, brindándoles una herramienta que los ayude a salir del estado en el que viven” subrayó Astrid Navarro, quien para ello adelanta un censo de caracterización de la población que habita en las calles de la ciudad.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMIREZ / EL PILÓN
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