Con la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra los 5 de junio, es importante entender cuál es la mejor forma de proteger nuestra casa común llamada Planeta Tierra.
Con la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra los 5 de junio, es importante entender cuál es la mejor forma de proteger nuestra casa común llamada Planeta Tierra.
Esta fecha desde 1972 fue instituida por la ONU, en la Conferencia de Estocolmo, Suecia.
Después se han celebrado otros convenios como el Acuerdo de Paris, el Protocolo de Kioto, Convenio de Rotterdam, Acuerdo RAMSAR, Convenio de Viena; sobre la diversidad ecológica, entre otros. Sin embargo, hoy vemos unos niveles de Gases de Efecto Invernadero, GEI sin precedentes que amenazan la estabilidad ecosistemica de las diferentes especies que habitan el planeta.
Varias causas han llevado al incumplimiento de estos convenios: primero, debemos entender el contexto geopolítico mundial , la dependencia de las actividades extractivistas por parte de la industria y la tecnología. En segundo lugar, los problemas sociales de pobreza y miseria a millones de personas, hecho que obliga a relegar los asuntos ecológicos a un segundo plano en las agendas de los países.
Colombia y los departamentos del Cesar y la Guajira no están exentos del escenario de este mundo globalizado, aunque somos un país que aporta mucho menos del 1% de los GEI a nivel mundial, condición que no nos exime de avanzar en la dirección de transformar nuestra matriz energética a través de un proceso de transición justa y progresiva, sin fuertes traumatismos.
Somos un país megadiverso que tiene sus propias amenazas tales como la deforestación, el uso inadecuado del suelo, su afectación agrícola y ganadera, (que también producen emisiones atmosféricas indeseables), el transporte con vehículos contaminantes, la pérdida de los recursos hídricos, asesinatos de líderes ambientales y un largo etcétera de problemas que se deben abordar teniendo en cuenta nuestras particularidades.
Dentro del marco del libre mercado solo se logrará la reducción de la producción y uso de energías de origen fósil cuando producir con energías renovables sea abundante y más barato. Lo único que puede revertir esta situación es una decisión política de los estados, que también supere coyunturas como la actual, cuando por la disparada de la demanda global por bienes y servicios en la postpandemia, las necesidades de energía se dispararon, y siendo la oferta renovable pequeña revivieron los pedidos del petróleo y el carbón (situación agravada por la guerra de Rusia en Ucrania).
Porque el diablo está presente: el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) presentó un informe sobre el ‘cambio climático’ que reveló que es muy factible que en los próximos 30 años se presente un aumento en la temperatura media igual o superior al 1,5 grado, respecto al periodo pre-industrial, y que si no se limitan en forma drástica las emisiones, podrán producirse, como empieza a notarse, eventos catastróficos producto de alteraciones extremas en el clima. Panorama que invita a la ciudadanía y a los Estados a reflexionar sobre cuál es el rumbo de esta sola tierra, que dolida nos invita a actuar ya con responsabilidad y compromiso si queremos evitar una catástrofe global.
Con la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra los 5 de junio, es importante entender cuál es la mejor forma de proteger nuestra casa común llamada Planeta Tierra.
Con la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra los 5 de junio, es importante entender cuál es la mejor forma de proteger nuestra casa común llamada Planeta Tierra.
Esta fecha desde 1972 fue instituida por la ONU, en la Conferencia de Estocolmo, Suecia.
Después se han celebrado otros convenios como el Acuerdo de Paris, el Protocolo de Kioto, Convenio de Rotterdam, Acuerdo RAMSAR, Convenio de Viena; sobre la diversidad ecológica, entre otros. Sin embargo, hoy vemos unos niveles de Gases de Efecto Invernadero, GEI sin precedentes que amenazan la estabilidad ecosistemica de las diferentes especies que habitan el planeta.
Varias causas han llevado al incumplimiento de estos convenios: primero, debemos entender el contexto geopolítico mundial , la dependencia de las actividades extractivistas por parte de la industria y la tecnología. En segundo lugar, los problemas sociales de pobreza y miseria a millones de personas, hecho que obliga a relegar los asuntos ecológicos a un segundo plano en las agendas de los países.
Colombia y los departamentos del Cesar y la Guajira no están exentos del escenario de este mundo globalizado, aunque somos un país que aporta mucho menos del 1% de los GEI a nivel mundial, condición que no nos exime de avanzar en la dirección de transformar nuestra matriz energética a través de un proceso de transición justa y progresiva, sin fuertes traumatismos.
Somos un país megadiverso que tiene sus propias amenazas tales como la deforestación, el uso inadecuado del suelo, su afectación agrícola y ganadera, (que también producen emisiones atmosféricas indeseables), el transporte con vehículos contaminantes, la pérdida de los recursos hídricos, asesinatos de líderes ambientales y un largo etcétera de problemas que se deben abordar teniendo en cuenta nuestras particularidades.
Dentro del marco del libre mercado solo se logrará la reducción de la producción y uso de energías de origen fósil cuando producir con energías renovables sea abundante y más barato. Lo único que puede revertir esta situación es una decisión política de los estados, que también supere coyunturas como la actual, cuando por la disparada de la demanda global por bienes y servicios en la postpandemia, las necesidades de energía se dispararon, y siendo la oferta renovable pequeña revivieron los pedidos del petróleo y el carbón (situación agravada por la guerra de Rusia en Ucrania).
Porque el diablo está presente: el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) presentó un informe sobre el ‘cambio climático’ que reveló que es muy factible que en los próximos 30 años se presente un aumento en la temperatura media igual o superior al 1,5 grado, respecto al periodo pre-industrial, y que si no se limitan en forma drástica las emisiones, podrán producirse, como empieza a notarse, eventos catastróficos producto de alteraciones extremas en el clima. Panorama que invita a la ciudadanía y a los Estados a reflexionar sobre cuál es el rumbo de esta sola tierra, que dolida nos invita a actuar ya con responsabilidad y compromiso si queremos evitar una catástrofe global.