El balance del reciente Festival de la Leyenda Vallenata no podía ser más positivo en materia de resultados. El año pasado por esta época estábamos escribiendo que la versión Rey de Reyes había sido la mejor organizada de todos los tiempos; sin embargo, hoy tenemos que reconsiderar esa afirmación. Valledupar y la Fundación Festival de […]
El balance del reciente Festival de la Leyenda Vallenata no podía ser más positivo en materia de resultados. El año pasado por esta época estábamos escribiendo que la versión Rey de Reyes había sido la mejor organizada de todos los tiempos; sin embargo, hoy tenemos que reconsiderar esa afirmación.
Valledupar y la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata realizaron este año, a mi juicio, el Festival más importante, mejor organizado y con mayor número de visitantes históricamente.
Debemos reconocer que el homenajeado, Carlos Vives, fue pieza fundamental en el éxito alcanzado, y que su aporte a la ciudad, a sus habitantes y en general a la música vallenata ha sido superior al esperado. Nunca antes un homenajeado del Festival se había tomado tan a pecho su papel.
Las más de veinte mil personas que abarrotaron el Parque de la Leyenda en las dos oportunidades que estuvo Carlos Vives en la tarima, ratificaron el acierto de la Fundación al realizarle este homenaje.
El primer día, con el espectáculo músico-teatral denominado ‘La Ilíada Vallenata’, el público quedó visiblemente emocionado, y para muchos, fue una pieza teatral de incalculable valor artístico y cultural que jamás habían visto, ni esperaban ver. En el cierre del Festival, Carlos Vives invirtió los papeles, y en vez de recibir él un homenaje, en un acto de nobleza folclórica le rindió homenaje a auténticos juglares como Rita Fernández Padilla, Adolfo Pacheco Anillo, Lisandro Mesa, Alfredo Gutiérrez, Romualdo Brito y Rosendo Romero, entre otros.
Las calles de Valledupar se quedaron pequeñas para albergar tanto vehículo, los hoteles no dieron abasto y las casas de familia terminaron convirtiéndose en improvisados hostales. Este año hubo más espectáculos masivos que en años anteriores, por donde uno metía el ojo se encontraba con tumultos de gente.
De los pocos puntos negativos que tenemos para mencionar, se encuentran los siguientes:
-Las autoridades locales encargadas de la movilidad no están lo suficientemente preparadas para el manejo del tráfico en esta temporada, y los taxistas hacen de las suyas con tarifas exorbitantes.
-La política del rebusque se sigue imponiendo en la reventa de la boletería, y no existe poder humano para que la Fundación y la empresa comercializadora utilicen mecanismos que solucionen dicho problema.
-El concurso de canción inédita se realizó en el mismo escenario que el de piqueria, esto hizo que participantes citados para el día 27 de abril a las nueve de la mañana solo fueran llamados a tarima a las seis de la tarde del 28 de abril, lo cual fue una falla grande y un gran desgaste para los participantes.
En general, la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata pasará a la historia, no sólo por el triunfo de dos acordeoneros boyacences en aficionado y profesional, lo que indica que Boyacá se puso de ruana el Festival de la Leyenda Vallenata.
El balance del reciente Festival de la Leyenda Vallenata no podía ser más positivo en materia de resultados. El año pasado por esta época estábamos escribiendo que la versión Rey de Reyes había sido la mejor organizada de todos los tiempos; sin embargo, hoy tenemos que reconsiderar esa afirmación. Valledupar y la Fundación Festival de […]
El balance del reciente Festival de la Leyenda Vallenata no podía ser más positivo en materia de resultados. El año pasado por esta época estábamos escribiendo que la versión Rey de Reyes había sido la mejor organizada de todos los tiempos; sin embargo, hoy tenemos que reconsiderar esa afirmación.
Valledupar y la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata realizaron este año, a mi juicio, el Festival más importante, mejor organizado y con mayor número de visitantes históricamente.
Debemos reconocer que el homenajeado, Carlos Vives, fue pieza fundamental en el éxito alcanzado, y que su aporte a la ciudad, a sus habitantes y en general a la música vallenata ha sido superior al esperado. Nunca antes un homenajeado del Festival se había tomado tan a pecho su papel.
Las más de veinte mil personas que abarrotaron el Parque de la Leyenda en las dos oportunidades que estuvo Carlos Vives en la tarima, ratificaron el acierto de la Fundación al realizarle este homenaje.
El primer día, con el espectáculo músico-teatral denominado ‘La Ilíada Vallenata’, el público quedó visiblemente emocionado, y para muchos, fue una pieza teatral de incalculable valor artístico y cultural que jamás habían visto, ni esperaban ver. En el cierre del Festival, Carlos Vives invirtió los papeles, y en vez de recibir él un homenaje, en un acto de nobleza folclórica le rindió homenaje a auténticos juglares como Rita Fernández Padilla, Adolfo Pacheco Anillo, Lisandro Mesa, Alfredo Gutiérrez, Romualdo Brito y Rosendo Romero, entre otros.
Las calles de Valledupar se quedaron pequeñas para albergar tanto vehículo, los hoteles no dieron abasto y las casas de familia terminaron convirtiéndose en improvisados hostales. Este año hubo más espectáculos masivos que en años anteriores, por donde uno metía el ojo se encontraba con tumultos de gente.
De los pocos puntos negativos que tenemos para mencionar, se encuentran los siguientes:
-Las autoridades locales encargadas de la movilidad no están lo suficientemente preparadas para el manejo del tráfico en esta temporada, y los taxistas hacen de las suyas con tarifas exorbitantes.
-La política del rebusque se sigue imponiendo en la reventa de la boletería, y no existe poder humano para que la Fundación y la empresa comercializadora utilicen mecanismos que solucionen dicho problema.
-El concurso de canción inédita se realizó en el mismo escenario que el de piqueria, esto hizo que participantes citados para el día 27 de abril a las nueve de la mañana solo fueran llamados a tarima a las seis de la tarde del 28 de abril, lo cual fue una falla grande y un gran desgaste para los participantes.
En general, la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata pasará a la historia, no sólo por el triunfo de dos acordeoneros boyacences en aficionado y profesional, lo que indica que Boyacá se puso de ruana el Festival de la Leyenda Vallenata.