Aunque muchos de mis lectores me han solicitado que siga relatando episodios de mi época, cuando era estudiante de medicina, hoy hago un paréntesis para volver a hablar sobre el coronavirus que tiene a la humanidad, digamos que desesperada. Por mi condición de médico me inquieta la información a través de las redes sociales y […]
Aunque muchos de mis lectores me han solicitado que siga relatando episodios de mi época, cuando era estudiante de medicina, hoy hago un paréntesis para volver a hablar sobre el coronavirus que tiene a la humanidad, digamos que desesperada.
Por mi condición de médico me inquieta la información a través de las redes sociales y de la televisión, que en realidad es desinformación, ya que a menudo informan, dizque, los buenos resultados de tratamientos contra la covid-19. La verdad es que la prensa, en este aspecto, es mucho más seria.
Mi mensaje de hoy es fácil de ampliarlo en google. Comencemos con el ácido acetilsalicílico, popularmente conocido como Aspirina, además tiene varios nombres comerciales como Mejoral, Asawin, Alka-Seltzer y otros más. El ácido acetilsalicílico es un medicamento que tiene múltiples efectos, tanto benéficos como adversos para el cuerpo humano. Es analgésico, antipirético, antinflamatorio, antiagregante plaquetario.
Por ende, es usado para el tratamiento de diferentes enfermedades como la artritis reumatoide, la pericarditis de la fiebre reumática, la administración de pequeña dosis diaria de aspirina después de infarto cardiaco disminuye el riesgo de muerte. Es un potente antinflamatorio no esteroideo (AINE), de rápida acción, comienza en menos de 30 minutos. Entre sus efectos adversos más comunes tenemos la gastritis con formación de ulcera gástrica y duodenal, que por el efecto antiagregante plaquetarios aumenta sus sangrados. También es altamente alergénica y por consiguiente empeora el asma. La interacción de la aspirina con otros medicamentos es peligrosa, por lo tanto, debe ser tomada por prescripción médica.
Otro medicamento difundido como tratamiento para covid-19 es la hidroxicloroquina, comercialmente conocida como Plaquinol, es útil para el tratamiento de enfermedades reumáticas autoinmunes como el Lupus, tanto sistémico como discoide, amebiasis extraintestinal, enfermedades de fotosensibilidad; es decir, a quienes se les aplica se les debe restringir exposición a la luz. También para la prevención y tratamiento de paludismo.
Su uso indiscriminado es altamente peligroso porque tiene muchos efectos secundarios como daños a la retina, agudizaciones de problemas cardiovasculares, contraindicado en mujeres embarazadas, trastornos gastrointestinales, sobre el sistema nervioso central (convulsiones, efectos extrapiramidales), psiquiátricos, alteraciones musculoesqueléticas (miopatía progresiva y atrofia de los músculos proximales), alteraciones hematológicas y linfáticas, hepatobiliares e inmunológicas.
Últimamente ha surgido la dexametasona (decadrón), como medicamento novedoso contra el coronavirus de la actual pandemia. Esta medicina es un corticoide como la betametasona (diprospán), la prednisolona y otros. Estos corticoides, prácticamente sirven para paliar cualquier enfermedad, son utilizados hasta para el tratamiento adyuvante de cáncer, pero sus contraindicaciones son altísimas y terribles sus efectos adversos, su uso continuo produce síndrome de Cushing: gordura con deformidad corporal como joroba, cara de luna llena, además elevación de la presión arterial, deterioro de los huesos y diabetes tipo 2, entre otros males.
En fin, han preconizado varios medicamentos, que desde hace tiempo hacen parte de la despensa terapéutica de los médicos de todo el mundo, entre estos sobresalen el antibiótico azitromicina y el antiparasitario ivermectina. Si bien es cierto que todos estos medicamentos se están usando en algunos hospitales como tratamiento de covid-19, nadie debería usarlos libremente sin formulación médica, porque, reitero, su automedicación es peligrosísima.
Aunque muchos de mis lectores me han solicitado que siga relatando episodios de mi época, cuando era estudiante de medicina, hoy hago un paréntesis para volver a hablar sobre el coronavirus que tiene a la humanidad, digamos que desesperada. Por mi condición de médico me inquieta la información a través de las redes sociales y […]
Aunque muchos de mis lectores me han solicitado que siga relatando episodios de mi época, cuando era estudiante de medicina, hoy hago un paréntesis para volver a hablar sobre el coronavirus que tiene a la humanidad, digamos que desesperada.
Por mi condición de médico me inquieta la información a través de las redes sociales y de la televisión, que en realidad es desinformación, ya que a menudo informan, dizque, los buenos resultados de tratamientos contra la covid-19. La verdad es que la prensa, en este aspecto, es mucho más seria.
Mi mensaje de hoy es fácil de ampliarlo en google. Comencemos con el ácido acetilsalicílico, popularmente conocido como Aspirina, además tiene varios nombres comerciales como Mejoral, Asawin, Alka-Seltzer y otros más. El ácido acetilsalicílico es un medicamento que tiene múltiples efectos, tanto benéficos como adversos para el cuerpo humano. Es analgésico, antipirético, antinflamatorio, antiagregante plaquetario.
Por ende, es usado para el tratamiento de diferentes enfermedades como la artritis reumatoide, la pericarditis de la fiebre reumática, la administración de pequeña dosis diaria de aspirina después de infarto cardiaco disminuye el riesgo de muerte. Es un potente antinflamatorio no esteroideo (AINE), de rápida acción, comienza en menos de 30 minutos. Entre sus efectos adversos más comunes tenemos la gastritis con formación de ulcera gástrica y duodenal, que por el efecto antiagregante plaquetarios aumenta sus sangrados. También es altamente alergénica y por consiguiente empeora el asma. La interacción de la aspirina con otros medicamentos es peligrosa, por lo tanto, debe ser tomada por prescripción médica.
Otro medicamento difundido como tratamiento para covid-19 es la hidroxicloroquina, comercialmente conocida como Plaquinol, es útil para el tratamiento de enfermedades reumáticas autoinmunes como el Lupus, tanto sistémico como discoide, amebiasis extraintestinal, enfermedades de fotosensibilidad; es decir, a quienes se les aplica se les debe restringir exposición a la luz. También para la prevención y tratamiento de paludismo.
Su uso indiscriminado es altamente peligroso porque tiene muchos efectos secundarios como daños a la retina, agudizaciones de problemas cardiovasculares, contraindicado en mujeres embarazadas, trastornos gastrointestinales, sobre el sistema nervioso central (convulsiones, efectos extrapiramidales), psiquiátricos, alteraciones musculoesqueléticas (miopatía progresiva y atrofia de los músculos proximales), alteraciones hematológicas y linfáticas, hepatobiliares e inmunológicas.
Últimamente ha surgido la dexametasona (decadrón), como medicamento novedoso contra el coronavirus de la actual pandemia. Esta medicina es un corticoide como la betametasona (diprospán), la prednisolona y otros. Estos corticoides, prácticamente sirven para paliar cualquier enfermedad, son utilizados hasta para el tratamiento adyuvante de cáncer, pero sus contraindicaciones son altísimas y terribles sus efectos adversos, su uso continuo produce síndrome de Cushing: gordura con deformidad corporal como joroba, cara de luna llena, además elevación de la presión arterial, deterioro de los huesos y diabetes tipo 2, entre otros males.
En fin, han preconizado varios medicamentos, que desde hace tiempo hacen parte de la despensa terapéutica de los médicos de todo el mundo, entre estos sobresalen el antibiótico azitromicina y el antiparasitario ivermectina. Si bien es cierto que todos estos medicamentos se están usando en algunos hospitales como tratamiento de covid-19, nadie debería usarlos libremente sin formulación médica, porque, reitero, su automedicación es peligrosísima.