La indecencia no tiene límites, hicieron burdos montajes; sobre este asterisco pusieron números, pasar de 1 voto a 71 les parecía natural pero se nota a leguas. Más no solo hacen eso; en el 26% de las mesas no hubo votos para el P.H., y esto, desde el punto de vista probabilístico no es posible; al menos 4 curules al Senado le raptaron al P.H.
Este título es la conclusión de la encuesta Invamer presentada recientemente sobre los posibles resultados de la consulta, 1ª y 2ª vueltas presidenciales. La primera fase ya se dio y lo esperado para las siguientes es que Petro ganaría en todos los escenarios, los guarismos de la consulta así lo dicen; esto tiene nerviosos a los grupos detentadores del poder, perder la chequera del Estado es de vida o muerte para ellos, de eso viven. Si bien, el Pacto Histórico y Petro crecieron, no tanto como Fico Gutiérrez quién pasó del 28.9% estimado al 54.19% real, casi el doble. Estadísticamente, estos cambios bruscos, casi catastróficos, no son posibles; las tendencias no varían de esa manera, algo atípico sucedió. Y no es que Fico sea un embrujador de opiniones, su discurso no es grandilocuente ni en retórica ni en contenido; solo se ha centrado en mostrar autoridad y formular juicios negativos de valores contra Petro, el mismo discurso de Peñalosa y de Uribe; esta no es una forma decente de presentarse cuando ya creíamos que con el acuerdo de paz se cicatrizarían todas las heridas; es sembrar las semillas del odio que le atribuyen a Petro y el país no está para eso.
Tampoco Fico es un san Francisco de Asís que cautive la fauna electoral, los tiempos de Gaitán quedaron atrás. Más bien, sus rasgos psicosomáticos no dan mucha confianza y lo muestran como una oruga de Uribe, el proceso de transformación que sufren algunos insectos para llegar al ejemplar adulto. Quien tenga nociones criminalísticas puede darse cuenta del hipotético comportamiento futuro de una persona y en Fico esto se evidencia.
De hecho, ya sabemos cómo operaba cuando fue alcalde de Medellín; salía a patrullar en las comunas, con la policía y el ejército, persiguiendo a jóvenes desempleados, quería producir un impacto de orden, premisa fundamental de la derecha ideológica. Su catadura no era precisamente la de un mandatario sino la de un policía frustrado. Se ha descubierto que su secretario de seguridad hacía parte de la Oficina de Envigado, una casa de “Nari” regional; dime con quién andas y te diré quién eres, dice un sabio adagio.
Por demás, ya se sabía que era el candidato oficial del uribismo. Sobre los resultados de Fico, menos de la mitad de lo obtenido por Petro, están construyendo un triunfalismo inane para ir preparando el fraude final. Pero ya están saliendo las denuncias sobre fraudes en el E-14; también las amenazas. Previendo esta situación antes conocida, el P.H. instruyó para que los espacios (son tres) no cubiertos por la votación real, se llenaran con asteriscos.
Pero la indecencia no tiene límites, hicieron burdos montajes; sobre este asterisco pusieron números, pasar de 1 voto a 71 les parecía natural pero se nota a leguas. Más no solo hacen eso; en el 26% de las mesas no hubo votos para el P.H., y esto, desde el punto de vista probabilístico no es posible; al menos 4 curules al Senado le raptaron al P.H.
La gavilla ya comenzó a funcionar e involucra a la hegemonía del poder estatal, los bancos, los medios (muchos prepagos), panelistas varios, la mafia que siempre está en la retaguardia y un ejército de amorfos. Muchos panelistas insisten en ubicar a Petro en la extrema izquierda, solo reservada para los grupos armados. Hasta hace poco, al P.H. ningún banco le quería abrir cuentas para la logística financiera de su campaña; en cambio, ya insinúan una investigación a Petro para determinar el origen de los recursos monetarios. ¿No es eso una contradicción? Aquí mismo en Valledupar, muchas emisoras se negaron a concederle espacio radial a los integrantes de lista a la cámara para hacer su proselitismo. ¿Es eso democracia?
La indecencia no tiene límites, hicieron burdos montajes; sobre este asterisco pusieron números, pasar de 1 voto a 71 les parecía natural pero se nota a leguas. Más no solo hacen eso; en el 26% de las mesas no hubo votos para el P.H., y esto, desde el punto de vista probabilístico no es posible; al menos 4 curules al Senado le raptaron al P.H.
Este título es la conclusión de la encuesta Invamer presentada recientemente sobre los posibles resultados de la consulta, 1ª y 2ª vueltas presidenciales. La primera fase ya se dio y lo esperado para las siguientes es que Petro ganaría en todos los escenarios, los guarismos de la consulta así lo dicen; esto tiene nerviosos a los grupos detentadores del poder, perder la chequera del Estado es de vida o muerte para ellos, de eso viven. Si bien, el Pacto Histórico y Petro crecieron, no tanto como Fico Gutiérrez quién pasó del 28.9% estimado al 54.19% real, casi el doble. Estadísticamente, estos cambios bruscos, casi catastróficos, no son posibles; las tendencias no varían de esa manera, algo atípico sucedió. Y no es que Fico sea un embrujador de opiniones, su discurso no es grandilocuente ni en retórica ni en contenido; solo se ha centrado en mostrar autoridad y formular juicios negativos de valores contra Petro, el mismo discurso de Peñalosa y de Uribe; esta no es una forma decente de presentarse cuando ya creíamos que con el acuerdo de paz se cicatrizarían todas las heridas; es sembrar las semillas del odio que le atribuyen a Petro y el país no está para eso.
Tampoco Fico es un san Francisco de Asís que cautive la fauna electoral, los tiempos de Gaitán quedaron atrás. Más bien, sus rasgos psicosomáticos no dan mucha confianza y lo muestran como una oruga de Uribe, el proceso de transformación que sufren algunos insectos para llegar al ejemplar adulto. Quien tenga nociones criminalísticas puede darse cuenta del hipotético comportamiento futuro de una persona y en Fico esto se evidencia.
De hecho, ya sabemos cómo operaba cuando fue alcalde de Medellín; salía a patrullar en las comunas, con la policía y el ejército, persiguiendo a jóvenes desempleados, quería producir un impacto de orden, premisa fundamental de la derecha ideológica. Su catadura no era precisamente la de un mandatario sino la de un policía frustrado. Se ha descubierto que su secretario de seguridad hacía parte de la Oficina de Envigado, una casa de “Nari” regional; dime con quién andas y te diré quién eres, dice un sabio adagio.
Por demás, ya se sabía que era el candidato oficial del uribismo. Sobre los resultados de Fico, menos de la mitad de lo obtenido por Petro, están construyendo un triunfalismo inane para ir preparando el fraude final. Pero ya están saliendo las denuncias sobre fraudes en el E-14; también las amenazas. Previendo esta situación antes conocida, el P.H. instruyó para que los espacios (son tres) no cubiertos por la votación real, se llenaran con asteriscos.
Pero la indecencia no tiene límites, hicieron burdos montajes; sobre este asterisco pusieron números, pasar de 1 voto a 71 les parecía natural pero se nota a leguas. Más no solo hacen eso; en el 26% de las mesas no hubo votos para el P.H., y esto, desde el punto de vista probabilístico no es posible; al menos 4 curules al Senado le raptaron al P.H.
La gavilla ya comenzó a funcionar e involucra a la hegemonía del poder estatal, los bancos, los medios (muchos prepagos), panelistas varios, la mafia que siempre está en la retaguardia y un ejército de amorfos. Muchos panelistas insisten en ubicar a Petro en la extrema izquierda, solo reservada para los grupos armados. Hasta hace poco, al P.H. ningún banco le quería abrir cuentas para la logística financiera de su campaña; en cambio, ya insinúan una investigación a Petro para determinar el origen de los recursos monetarios. ¿No es eso una contradicción? Aquí mismo en Valledupar, muchas emisoras se negaron a concederle espacio radial a los integrantes de lista a la cámara para hacer su proselitismo. ¿Es eso democracia?