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Columnista - 7 junio, 2014

Todas las condiciones y restricciones deben estar en el Aviso

A veces en los avisos se utiliza la frase ¨aplican condiciones y restricciones¨ para advertirle al consumidor que de eso tan bueno no dan tanto, y en ocasiones se lo remite a una página web en donde puede consultarlas, asimilarlas y decidir si toma la oferta o la descarta. La ley del consumidor dice que […]

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A veces en los avisos se utiliza la frase ¨aplican condiciones y restricciones¨ para advertirle al consumidor que de eso tan bueno no dan tanto, y en ocasiones se lo remite a una página web en donde puede consultarlas, asimilarlas y decidir si toma la oferta o la descarta.

La ley del consumidor dice que la publicidad es engañosa cuando el mensaje no corresponde a la realidad o la información que se suministra es insuficiente, a lo cual agrega la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) que el aviso es engañoso cuando en él no se incluye la información sobre las excepciones, restricciones y condiciones  para la adquisición del vehículo.

Para la Superintendencia es imprescindible que en el aviso que el lector encuentra al pasar las hojas estén todas las limitaciones que tenga la oferta, sin remitir al consumidor a una página web, a un Call Center o a otro medio publicitario del anunciante para que pueda conocer las verdaderas condiciones de la campaña publicitaria, ya que eso exigiría del consumidor un ejercicio bastante complejo. ¨La suficiencia de la información se debe predicar de cada pieza publicitaria, y no de un conjunto de éstas¨.

Adicionalmente, establecen una diferencia muy válida entre lo que es información esencial para que el consumidor tome su mejor decisión, y lo que es complementario o de puro detalle, por ejemplo: la lista de los concesionarios donde se puede adquirir el vehículo bajo esas condiciones, que pueden encontrar en la web.

Todos los extremos son malos, y aunque la experiencia le ha enseñado a las autoridades que es mejor la seguridad que la policía (y por eso se debe exigir que toda la información esencial esté en el aviso principal y no en los recovecos de una página web), preocupa que al hacerlo así se le estén recortando las alas a los creativos de la Agencia de Publicidad, que reniegan porque las farragosas patas del aviso le quitan fuerza al mensaje publicitario, o más aun, la magia.

Para que la información sea suficiente se podrían utilizar simultáneamente el aviso y la web (en línea con la moderna tecnología y lo despabilado de nuestros compradores), pero a esto conduce el juego de ¨ ¿dónde está la bolita, donde está la bolita? con el que se maltrata a nuestros consumidores.

Columnista
7 junio, 2014

Todas las condiciones y restricciones deben estar en el Aviso

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rodrigo Bueno Vásquez

A veces en los avisos se utiliza la frase ¨aplican condiciones y restricciones¨ para advertirle al consumidor que de eso tan bueno no dan tanto, y en ocasiones se lo remite a una página web en donde puede consultarlas, asimilarlas y decidir si toma la oferta o la descarta. La ley del consumidor dice que […]


A veces en los avisos se utiliza la frase ¨aplican condiciones y restricciones¨ para advertirle al consumidor que de eso tan bueno no dan tanto, y en ocasiones se lo remite a una página web en donde puede consultarlas, asimilarlas y decidir si toma la oferta o la descarta.

La ley del consumidor dice que la publicidad es engañosa cuando el mensaje no corresponde a la realidad o la información que se suministra es insuficiente, a lo cual agrega la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) que el aviso es engañoso cuando en él no se incluye la información sobre las excepciones, restricciones y condiciones  para la adquisición del vehículo.

Para la Superintendencia es imprescindible que en el aviso que el lector encuentra al pasar las hojas estén todas las limitaciones que tenga la oferta, sin remitir al consumidor a una página web, a un Call Center o a otro medio publicitario del anunciante para que pueda conocer las verdaderas condiciones de la campaña publicitaria, ya que eso exigiría del consumidor un ejercicio bastante complejo. ¨La suficiencia de la información se debe predicar de cada pieza publicitaria, y no de un conjunto de éstas¨.

Adicionalmente, establecen una diferencia muy válida entre lo que es información esencial para que el consumidor tome su mejor decisión, y lo que es complementario o de puro detalle, por ejemplo: la lista de los concesionarios donde se puede adquirir el vehículo bajo esas condiciones, que pueden encontrar en la web.

Todos los extremos son malos, y aunque la experiencia le ha enseñado a las autoridades que es mejor la seguridad que la policía (y por eso se debe exigir que toda la información esencial esté en el aviso principal y no en los recovecos de una página web), preocupa que al hacerlo así se le estén recortando las alas a los creativos de la Agencia de Publicidad, que reniegan porque las farragosas patas del aviso le quitan fuerza al mensaje publicitario, o más aun, la magia.

Para que la información sea suficiente se podrían utilizar simultáneamente el aviso y la web (en línea con la moderna tecnología y lo despabilado de nuestros compradores), pero a esto conduce el juego de ¨ ¿dónde está la bolita, donde está la bolita? con el que se maltrata a nuestros consumidores.