No se vaya sin pasar por la Plaza Alfonso López y sin comprar algo en la tienda ‘Compae Chipuco’.
Yo que viví en carne propia la verdadera ausencia sentimental de Rafa Manjarrez, por muchos años en Bogotá y tengo además tantos amigos en el interior del País que añoran disfrutar de un festival vallenato, tal vez por eso se me ha vuelto costumbre escribir por este medio unas recomendaciones para nuestros primíparos visitantes y como sé que muchos de mis lectores no se quieren perder, a finales de abril, la versión 56 del Festival de la Leyenda Vallenata, en homenaje al juglar Luis Enrique Martínez, inicio con esta entrega una guía sobre qué hacer y no hacer durante tres o cuatro días de festival.
Si los recursos económicos no son tan generosos y no encuentra tiquetes aéreos que se ajusten al presupuesto, no dude en viajar por Santa Marta o Barranquilla y aproveche las 3 o 4 horas en transporte terrestre para relajarse, al final viene es a parrandear ¿o no?
Una manera de solucionar el problema de alojamiento si ya no se consigue un buen hotel, es recurriendo a poblaciones cercanas, como La Paz, San Diego, Manaure y demás, también hay muchos apartamentos privados disponibles por plataformas y redes sociales o en últimas la llamada a un amigo.
Si usted viene a Valledupar por primera vez, como mínimo debe visitar estos lugares: El Parque La Provincia y a la vez se deleita de nuestro emblemático río Guatapurí, Balneario Hurtado y por supuesto la Sirena. Sería imperdonable que no conozca el museo del acordeón de ‘Beto’ Murgas. Una noche la debe reservar para asistir a una parranda vallenata o presentación con los compositores del vallenato clásico, este año estarán en el Club Valledupar, Club Campestre y también en algunos sitios como el bar Guacaó.
Si viene a Valledupar me imagino que lo hace por nuestra música, entonces si es para bailar por las noches escoja bien el lugar y los artistas que quiere escuchar, pero no se le olvide a que vino al Festival Vallenato y lo mínimo es ver alguna de las competencias: Acordeón, Canción Inédita, Piqueria, en las diversas categorías.
No se vaya sin pasar por la Plaza Alfonso López y sin comprar algo en la tienda ‘Compae Chipuco’. Ojalá le alcance el tiempo para bañarse en el hermoso río Badillo o en La Mina. La gastronomía criolla es lo máximo, pero también hay buena oferta de comida internacional.
Quienes terminan lamentándose son aquellos que se van de amanecida y luego pasan todo el día durmiendo. Una caminata por el centro histórico de Valledupar o por algunos barrios como Novalito lo pueden inspirar a componer un vallenato. En próximas columnas continuaré dándoles algunas píldoras para pasar bueno en el Festival Vallenato 2023.
COLOFÓN: Como ya se quiere calentar la cosa política en el País por las que antes llamaban elecciones de mitaca, es decir justas electorales de autoridades locales, supongo que los artistas que tocan permanentemente en los municipios del Cesar y La Guajira alistan su arsenal de jingles y nuevos trabajos musicales donde incluyan saludos a los candidatos favoritos a quedarse con el baloto de la Alcaldía para asegurar sus contrataciones durante los próximos 4 años. Ojalá los órganos de control y la fiscalía le pusieran el ojo a esa otra modalidad de corrupción, pero ya sabemos que son cucarachas del mismo calabazo.
Por: Jorge Nain Ruiz Ditta
No se vaya sin pasar por la Plaza Alfonso López y sin comprar algo en la tienda ‘Compae Chipuco’.
Yo que viví en carne propia la verdadera ausencia sentimental de Rafa Manjarrez, por muchos años en Bogotá y tengo además tantos amigos en el interior del País que añoran disfrutar de un festival vallenato, tal vez por eso se me ha vuelto costumbre escribir por este medio unas recomendaciones para nuestros primíparos visitantes y como sé que muchos de mis lectores no se quieren perder, a finales de abril, la versión 56 del Festival de la Leyenda Vallenata, en homenaje al juglar Luis Enrique Martínez, inicio con esta entrega una guía sobre qué hacer y no hacer durante tres o cuatro días de festival.
Si los recursos económicos no son tan generosos y no encuentra tiquetes aéreos que se ajusten al presupuesto, no dude en viajar por Santa Marta o Barranquilla y aproveche las 3 o 4 horas en transporte terrestre para relajarse, al final viene es a parrandear ¿o no?
Una manera de solucionar el problema de alojamiento si ya no se consigue un buen hotel, es recurriendo a poblaciones cercanas, como La Paz, San Diego, Manaure y demás, también hay muchos apartamentos privados disponibles por plataformas y redes sociales o en últimas la llamada a un amigo.
Si usted viene a Valledupar por primera vez, como mínimo debe visitar estos lugares: El Parque La Provincia y a la vez se deleita de nuestro emblemático río Guatapurí, Balneario Hurtado y por supuesto la Sirena. Sería imperdonable que no conozca el museo del acordeón de ‘Beto’ Murgas. Una noche la debe reservar para asistir a una parranda vallenata o presentación con los compositores del vallenato clásico, este año estarán en el Club Valledupar, Club Campestre y también en algunos sitios como el bar Guacaó.
Si viene a Valledupar me imagino que lo hace por nuestra música, entonces si es para bailar por las noches escoja bien el lugar y los artistas que quiere escuchar, pero no se le olvide a que vino al Festival Vallenato y lo mínimo es ver alguna de las competencias: Acordeón, Canción Inédita, Piqueria, en las diversas categorías.
No se vaya sin pasar por la Plaza Alfonso López y sin comprar algo en la tienda ‘Compae Chipuco’. Ojalá le alcance el tiempo para bañarse en el hermoso río Badillo o en La Mina. La gastronomía criolla es lo máximo, pero también hay buena oferta de comida internacional.
Quienes terminan lamentándose son aquellos que se van de amanecida y luego pasan todo el día durmiendo. Una caminata por el centro histórico de Valledupar o por algunos barrios como Novalito lo pueden inspirar a componer un vallenato. En próximas columnas continuaré dándoles algunas píldoras para pasar bueno en el Festival Vallenato 2023.
COLOFÓN: Como ya se quiere calentar la cosa política en el País por las que antes llamaban elecciones de mitaca, es decir justas electorales de autoridades locales, supongo que los artistas que tocan permanentemente en los municipios del Cesar y La Guajira alistan su arsenal de jingles y nuevos trabajos musicales donde incluyan saludos a los candidatos favoritos a quedarse con el baloto de la Alcaldía para asegurar sus contrataciones durante los próximos 4 años. Ojalá los órganos de control y la fiscalía le pusieran el ojo a esa otra modalidad de corrupción, pero ya sabemos que son cucarachas del mismo calabazo.
Por: Jorge Nain Ruiz Ditta