-->
No me sorprendió la multitud que se congregó en la catedral del Ecce Homo de Valledupar con ocasión de las honras fúnebres del médico cesarense Oswaldo Ángulo Arévalo, padre de la urología en el departamento del Cesar, un chiriguanero indeleble que deja huella en el corazón de los vallenatos.
El médico está a la espera de una intervención quirúrgica.