El hecho generó incertidumbre en los conductores que se encontraban en esta vía.
Luego de múltiples mesas de diálogo, la administración municipal y el resguardo kankuamo del corregimiento de La Mina elaboraron un acuerdo para el desmonte voluntario del puesto de control indígena.
El retén ha sido sujeto de denuncias porque además de impedir el libre tránsito por la vía, presuntamente la autoridad kankuama que lo administra les ha pedido dinero a algunos transportistas para dejarlos ingresar al corregimiento de La Mina.
En Valledupar existen alrededor de 41 retenes verificados, pero podría ser mayor debido a que los vallenatos denuncian que los denominados ‘retenes callejeros’ se camuflan entre los cruces de las avenidas y otros sectores sin señalización para detener a conductores infraganti.