El vehículo fue encontrado por la comunidad incendiándose en inmediaciones de la vía que comunica al corregimiento de Río Seco con La Mina, más exactamente sobre la antigua vía que conduce a Atánquez.
Las estructuras óseas fueron recuperadas por dos equipos de la UBPD y funcionarios del Instituto de Medicina Legal en el mes de agosto.
Los profesionales de las entidades llegaron al terreno donde se presume que hay víctimas del conflicto armado para cerciorarse también de que estuviera protegido.
La decisión responde al llamado que hizo la Comisión Colombiana de Juristas, señalando que en el terreno donde encontraron los huesos hay aproximadamente 100 restos humanos, entre esos víctimas de desaparición forzada y falsos positivos.
Los huesos aparentemente humanos fueron encontrados en un terreno que la Alcaldía Municipal había destinado para crear unas tumbas a los muertos por coronavirus.
Su hallazgo se dio cerca de las nueve de la mañana momentos en que un ciudadano visualizó los despojos cuando se disponía a buscar leña en la zona enmontada ubicada al lado del nombrado sector y quien decidió dar a viso a las autoridades.
Entre los restos humanos hallados en predios de la finca Catatumbo, se encuentra un cráneo, parte de sus extremidades superiores e inferiores.