Esta semana hubo una noticia que causó un profundo desconcierto, no solo en una parte de la clase política del país, sino en la mayoría de los colombianos.
Desde La Habana, Cuba, voceros de la guerrilla de las Farc anunciaron que existen avances favorables en el acuerdo de una posible participación política.
Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan están estremecidos hasta el tuétano de la intransigencia, las pocas ganas de servir y las mentiras que cada día escuchan de esa gran minoría que gobierna a la inmensa mayoría en Valledupar, ratificando la teoría de que así la democracia es tan inservible y malévola como sus mismos administradores.