Pero el lunar en la capital mundial del vallenato es la informalidad. De cada 10 empleados, 6 son informales, lo cual debilita la lucha contra la pobreza.
En julio de 2020, con la tasa de desempleo por las nubes, 43.569 personas estaban desocupadas. A noviembre del 2023, la cifra bajó a 23.000. Es decir, ingresaron al mercado laboral en los últimos 3 años cerca de 20.000 vallenatos.
Aunque hubo una leve reducción en el último año, la ciudad ocupa el segundo lugar en informalidad laboral a nivel nacional, lo cual tiene múltiples implicaciones en la economía local.
El problema es que el 64,6% de esos empleados lo hacen en la informalidad, es decir, independientes, vendiendo en las calles o sin las condiciones laborales como seguridad social.