Por: Nuris Pardo Conrado
Indiscutiblemente que la gobernabilidad no se adquiere por una mayoría absoluta de votos, ni porque esa mayoría sea un mandato claro del pueblo, es decir, del elector primario, se adquiere además con carácter, entereza y liderazgo. Hemos observado desde antes de las dos jornadas de elecciones, un amago, una ingobernabilidad en el departamento, con las amenazas de los secretarios que se van, otros que se quedan, los que no piensan renunciar, los que se atornillan en el puesto, los que temen quedarse sin el sueldo, y los que forman parte del comité de aplauso y quizás del tape- tape.
Por los diferentes noticieros de la ciudad hemos escuchado de la solicitud de renuncia de los secretarios de despacho, tanto departamental como municipal, sin embargo, vuelve y renuncia la Asesora de Planeación Departamental, renuncia anunciada con caracteres de irrevocable, desde hace muchos meses, y que sin duda alguna fue aceptada conociendo el talante de la Ex – Asesora, que no es de las que se estancan en un sillón directivo a ganarse un sueldo; la he oído cuestionar fuertemente los burócratas que solo hablan de “pensamientos filosóficos”, como si eso fuera lo que el pueblo necesita; también la he oído cuestionar a los políticos de turno, que pasan tres de los cuatro años, con un espejo retrovisor que ahora le llaman indicadores, para escudarse en su falta de liderazgo, y con el cuento de medio punto piensan que han solucionado todos los problemas que aquejan al territorio.
Considero que el único error de la doctora Omaira Herrera, quien a tiempo justo presentó su renuncia irrevocable, fue el no haberse retirado a la hora oportuna y -como consecuencia de ello- le ha tocado asumir el desgaste que como tal, le ha afectado, sin embargo, todos sabemos que es una profesional honesta, capacitada honrada y además comprometida con Valledupar, y que fueron precisamente estas causas y privilegios que le valió para ser llamada a engrosar el gabinete departamental.
La renuncia de la Asesora de Planeación desnuda, una vez más, la falta de gobernabilidad del departamento, la falta de liderazgo, porque lo lógico, de la crisis anunciada es una renuncia en bloque, de todos los secretarios, y uno no entiende por se van los que sirven, y se quedan los que no han dado para ejecutar las metas de un Plan de Desarrollo; pero sí se van, los que han manifestado su preocupación por la falta de ejecutorias y liderazgo y sobre todo la desidia como se maneja el departamento.
Soy de las que pienso que nadie es imprescindible, pero es preocupante que funcionarios capaces salgan de la administración departamental y que esta siga en el marasmo en que se encuentra, donde las necesidades no son atendidas, las obras no se ven, y se van al sur del departamento, donde tampoco es mucho lo que se ha hecho a la hora de rendir cuentas.
Aquí no hay que solicitarle la renuncia a los copilotos, a los mecánicos, ni a las azafatas del vuelo, que acompañan en éste a quien conduce el avión, hay que pedírsela de inmediato al aviador que no ha sabido conducir su máquina por los aires del progreso y el beneficio común.
Lamentablemente la ciencia farmacológica no ha descubierto un estimulante, para excitar la acción mental, cosa que le llegaría bien al doctor Moreno después de ingerir varias capsulas, porque a decir verdad, la desidia y el desdén han sido sus nortes cuando se ha tratado de tomar decisiones acertadas.
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