A pesar que la planta está en el norte del Cesar, es el sur del departamento el que lidera su utilización para el secamiento, trilla y almacenamiento del grano.
Los representantes de los agricultores, como Fedearroz, desde el inicio de las protestas dieron a conocer que el apoyo económico designado no es suficiente para mantener de pie al sector.
Las condiciones en las que se desarrolla la agricultura en el Cesar son un constante debate entre los campesinos, comerciantes, gremios agropecuarios, entre otros actores.
A la baja precipitación se suma una deuda histórica de las entidades públicas con los agricultores: un sistema de riego, lo cual ha impedido que aumente la competitividad del sector.
En el hecho también habrían sido amordazados unos empleados del lugar, ubicado a unos 10 minutos del casco urbano del municipio.
Fedearroz había estimado que la siembra para esta cosecha sería de 7.500 hectáreas, pero se presentó una reducción.