El asesinato de la periodista y defensora de derechos humanos Amparo Jiménez Pallares parece no ser un error de Estado, sino, más bien, lo que sería una cadena de acciones sistemáticas y generalizadas en el marco de una estrategia de ‘Mercenarismo de Estado’ para silenciar a la prensa.
El 11 de agosto de 1998, la periodista fue asesinada por motorizados en el barrio EL Cerrito de Valledupar.