Más de 200 personas dependen de la fabricación de ladrillos en las veredas El Cielo y las Casitas. No hay mercado para comercializar el producto. Las grandes constructoras no les compran porque consideran desventajoso el producto. Los humildes productores lanzan un S.O.S a las autoridades.
En la administración pasada, los alfareros fueron reubicados en la vereda El Cielo, en Valledupar, pero con el pasar del tiempo el lugar fue vendido y posteriormente retornaron de forma ilegal a la propiedad privada.