Es fundamental que nuestros líderes comprendan la verdadera vocación de nuestra ciudad, y empiecen a verla como un distrito cultural y turístico.
Es fundamental que nuestros líderes comprendan la verdadera vocación de nuestra ciudad, y empiecen a verla como un distrito cultural y turístico. El reciente lanzamiento del álbum Ta Malo, de Silvestre Dangond, no solo ha demostrado la potencia artística de la región, sino que también ha dejado un impacto significativo en la economía local.
La Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo tiene ahora una oportunidad única para evaluar detenidamente cómo estos eventos culturales inciden en el tejido económico del municipio.
El Festival Silvestrista por Ta Malo, encabezado por el propio Silvestre Dangond, ha dejado una marca impresionante al activar la economía de Valledupar, dejando un efecto dominó en diversos sectores. Hoteles 100% ocupación sin contar Airbnbs y lugares arrendados, los restaurantes, centros comerciales y el incremento de los ingresos de los trabajadores informales que viven de estos eventos, son datos que no deben pasarse por alto, ya que ilustran claramente el potencial económico que posee la industria cultural y turística en nuestra ciudad.
Debemos felicitar a Silvestre Dangond por vestir de rojo a Valledupar, no solo en términos de color, sino también en la generación de un impacto digital, posicionamiento en medios y de una energía económica palpable. Este fenómeno no solo beneficia al reconocido artista, a la cultura vallenata por el colegaje mostrado con otros artistas del género, sino que también resalta la importancia de invertir en la promoción de eventos culturales y artísticos como una estrategia clave y a largo plazo para impulsar el desarrollo económico sostenible de nuestra región.
Es el momento de que nuestros políticos reconozcan y respalden activamente la riqueza cultural de Valledupar como un activo económico valioso. Al hacerlo, no solo fomentarán la identidad local, sino que también contribuirán al crecimiento y prosperidad de nuestra ciudad, consolidándola por fin como un destino turístico y cultural de renombre en Colombia y el mundo.
Por: Alfredo Jones Sánchez.
Es fundamental que nuestros líderes comprendan la verdadera vocación de nuestra ciudad, y empiecen a verla como un distrito cultural y turístico.
Es fundamental que nuestros líderes comprendan la verdadera vocación de nuestra ciudad, y empiecen a verla como un distrito cultural y turístico. El reciente lanzamiento del álbum Ta Malo, de Silvestre Dangond, no solo ha demostrado la potencia artística de la región, sino que también ha dejado un impacto significativo en la economía local.
La Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo tiene ahora una oportunidad única para evaluar detenidamente cómo estos eventos culturales inciden en el tejido económico del municipio.
El Festival Silvestrista por Ta Malo, encabezado por el propio Silvestre Dangond, ha dejado una marca impresionante al activar la economía de Valledupar, dejando un efecto dominó en diversos sectores. Hoteles 100% ocupación sin contar Airbnbs y lugares arrendados, los restaurantes, centros comerciales y el incremento de los ingresos de los trabajadores informales que viven de estos eventos, son datos que no deben pasarse por alto, ya que ilustran claramente el potencial económico que posee la industria cultural y turística en nuestra ciudad.
Debemos felicitar a Silvestre Dangond por vestir de rojo a Valledupar, no solo en términos de color, sino también en la generación de un impacto digital, posicionamiento en medios y de una energía económica palpable. Este fenómeno no solo beneficia al reconocido artista, a la cultura vallenata por el colegaje mostrado con otros artistas del género, sino que también resalta la importancia de invertir en la promoción de eventos culturales y artísticos como una estrategia clave y a largo plazo para impulsar el desarrollo económico sostenible de nuestra región.
Es el momento de que nuestros políticos reconozcan y respalden activamente la riqueza cultural de Valledupar como un activo económico valioso. Al hacerlo, no solo fomentarán la identidad local, sino que también contribuirán al crecimiento y prosperidad de nuestra ciudad, consolidándola por fin como un destino turístico y cultural de renombre en Colombia y el mundo.
Por: Alfredo Jones Sánchez.