MEDIO AMBIENTE

Tercera parte

Por: Hernán Maestre Martínez

* Eutroficación.

Este fenómeno que se refiere a la fertilidad o alto contenido de nutrientes en las aguas de las ciénagas, constituye una verdadera amenaza en Zapatosa, por su carácter de receptor de residuos de fertilizantes de las zonas agrícolas del Cesar, enriquecidos con las materias fecales de alcantarillados mal diseñados que llegan hasta la Ciénaga, y las grandes cantidades de fósforo contenidos en los detergentes (en estos momentos el alcantarillado de Chimichagua vierte sus aguas a la Ciénaga, que horror, ¿Cómo les parece?), el contenido del paréntesis es nuestro.
Como consecuencia de este exagerado aporte de elementos nutritivos, el resultado es un aumento de la materia orgánica que se incorpora al ciclo de la Ciénaga y que allí se debería oxidar.  Pero el oxígeno ya no es suficiente y gran parte de dicha materia orgánica se acumula en el fondo, y comienza así la muerte de la Ciénaga: un síntoma expresivo de lo que ocurre en su seno es la proliferación acuática representada en especies como la taruya y el churre, que en muchos sitios impiden la navegación (en estos últimos años el impedimento de la navegación es en toda el área de la Ciénaga), lo anotado dentro del paréntesis es nuestro.

* Pesticidas.

La bonanza algodonera en la Costa Atlántica se caracterizó por la alta cantidad de pesticidas utilizados y su peligrosa toxicidad.  Y podemos afirmar que la mayor parte de esos residuos fue drenado hacia algún río o alguna ciénaga, y la más afectada fue la de Zapatosa por cuanto tiene la mayor área receptora.  Estos agroquímicos,  almacenados hídricamente, rompen el dinamismo biótico y penetran en las cadenas alimenticias.  Los resultados deben estar registrados en la desaparición de algunas especies y en la salud humana.
Más recientemente, el mercadeo está estimulando el cultivo de la yuca y con él está apareciendo el gusano cachón y con el gusano también llegaron los vendedores de insecticidas. Después de una revisión a muchos cultivos concluimos que aún existe un buen control biológico, pero también nos asustamos al detectar el miedo de los agricultores al gusano por la ignorancia que los acompaña.
Si no se hace, muy pronto, una gran campaña educativa sobre control biológico, gran cantidad de insecticidas llegarán a la Ciénaga, (sigue llegando y en grandes proporciones), el escrito del paréntesis es nuestro, incrementando la dimensión del problema.

* Mercadeo de especies animales.

Aún recordamos los cerros de cuerpos de babillas desnudos de piel, descomponiéndose al sol; los gritos de esclavitud de los loros y guacamayas enjaulados; persisten en nuestra memoria el lamento de los micos atrapados, privados de su libertad, arrancados de su hábitat; aún nos entristecemos cuando comprobamos que los últimos turpiales de El Paso están muriendo en cautiverio.  Pero la amenaza de destrucción ecológica vuelve a aparecer bajo otros nombres:
Las iguanas se venden a 20 pesos, para llevar a Venezuela; (ahora valen mucho más y las venden en la región preparadas como plato especial en restaurantes), el paréntesis es nuestro, el bocachico que se mercadea es muy pequeño; las galápagas son tan pequeñas que hay que usar el triple para un sancocho; el manatí es perseguido con obsesión por su cantidad de carne; de otras especies solamente existen las historias porque ya no se ven: la guartinaja, el ñeque, los venados, el zaíno, la tortuga de río, el oso hormiguero, ya han desaparecido.
Esto pertenece al inventario de la soledad ambiental de la costa colombiana; y en medio de esa soledad ambiental, está la Ciénaga de Zapatosa, y los pueblos que la bordean, tienen mucha esperanza en Usted Doña Margarita.  Por favor no los defraude. (Ahora los que nos defraudan son otros funcionarios), el entre-paréntesis es nuestro.

*GONZALO PALOMINO ORTIZ
Coordinador Grupo Ecológico – Universidad del Tolima