A través del Centro Biotecnológico del Caribe, de la Regional del SENA Cesar, se certificaron en Procesamiento de Leche y sus Derivados, los primeros 19 técnicos con limitación auditiva de Colombia. “El SENA me dio la oportunidad de mi vida; volví a sentirme viva. Yo permanecía deprimida, triste, sin un proyecto de vida. Para […]
A través del Centro Biotecnológico del Caribe, de la Regional del SENA Cesar, se certificaron en Procesamiento de Leche y sus Derivados, los primeros 19 técnicos con limitación auditiva de Colombia.
“El SENA me dio la oportunidad de mi vida; volví a sentirme viva. Yo permanecía deprimida, triste, sin un proyecto de vida. Para los sordos hay pocas oportunidades de estudiar, porque el servicio de intérpretes es privado y no tenía los recursos. Ahora quiero continuar con la formación a nivel de tecnóloga”, expresó, a través del lenguaje de señas, Karen Rosado Cuetto, de 20 años, aprendiz SENA.
Carmen Quintero Romero, directora de la Regional en el Cesar, explicó que la entidad respondió a una solicitud de la Asociación de Sordos del Cesar –Asorce-, para capacitarlos y abrirles las puertas al emprendimiento. “El SENA presta especial atención a los procesos de inclusión social, donde se reconozca la diferencia y se promueva la equidad”, dijo la directiva e hizo énfasis en que la labor del SENA no se detiene con la certificación de estas personas. “Los seguimos acompañando en su idea de organizar una unidad productiva a través de la red de emprendimiento y promover la asociatividad”, puntualizó.
De acuerdo con el coordinador del curso, Carlos Alberto Ruiz, los aprendices sordos mostraron un rendimiento académico superior al de los oyentes; “Su nivel de entrega y responsabilidad los llevó a ser excelentes, a tener unas calificaciones que dan orgullo; ahora están capacitados para manejar cualquier procedimiento con lácteos”, afirmó.
Los jóvenes con limitación auditiva aprendieron a través de una metodología adaptada especialmente para ellos, como un intérprete de la lengua de señas y material audiovisual, que fue posible gracias al apoyo del Instituto Nacional de Sordos –Insor–.
A través del Centro Biotecnológico del Caribe, de la Regional del SENA Cesar, se certificaron en Procesamiento de Leche y sus Derivados, los primeros 19 técnicos con limitación auditiva de Colombia. “El SENA me dio la oportunidad de mi vida; volví a sentirme viva. Yo permanecía deprimida, triste, sin un proyecto de vida. Para […]
A través del Centro Biotecnológico del Caribe, de la Regional del SENA Cesar, se certificaron en Procesamiento de Leche y sus Derivados, los primeros 19 técnicos con limitación auditiva de Colombia.
“El SENA me dio la oportunidad de mi vida; volví a sentirme viva. Yo permanecía deprimida, triste, sin un proyecto de vida. Para los sordos hay pocas oportunidades de estudiar, porque el servicio de intérpretes es privado y no tenía los recursos. Ahora quiero continuar con la formación a nivel de tecnóloga”, expresó, a través del lenguaje de señas, Karen Rosado Cuetto, de 20 años, aprendiz SENA.
Carmen Quintero Romero, directora de la Regional en el Cesar, explicó que la entidad respondió a una solicitud de la Asociación de Sordos del Cesar –Asorce-, para capacitarlos y abrirles las puertas al emprendimiento. “El SENA presta especial atención a los procesos de inclusión social, donde se reconozca la diferencia y se promueva la equidad”, dijo la directiva e hizo énfasis en que la labor del SENA no se detiene con la certificación de estas personas. “Los seguimos acompañando en su idea de organizar una unidad productiva a través de la red de emprendimiento y promover la asociatividad”, puntualizó.
De acuerdo con el coordinador del curso, Carlos Alberto Ruiz, los aprendices sordos mostraron un rendimiento académico superior al de los oyentes; “Su nivel de entrega y responsabilidad los llevó a ser excelentes, a tener unas calificaciones que dan orgullo; ahora están capacitados para manejar cualquier procedimiento con lácteos”, afirmó.
Los jóvenes con limitación auditiva aprendieron a través de una metodología adaptada especialmente para ellos, como un intérprete de la lengua de señas y material audiovisual, que fue posible gracias al apoyo del Instituto Nacional de Sordos –Insor–.