Desde Manizales, el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, hizo un llamado a la reflexión para que entre todos se pueda contribuir a la protección las especies de fauna y flora, durante estos días de Semana Santa.

Enfatizó que esta temporada, sobre todo en la región Caribe, es casi una costumbre el consumo de hicoteas y de iguanas, lo que provoca un daño tanto a la flora como a la fauna silvestre colombiana.

El Cesar, según explicó el Ministro, es uno de los departamentos que durante Semana Santa hay alto consumo de carne y huevo de hicotea, en esta misma condición se encuentran Atlántico, Bolívar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre, pero además están Antioquia, Cundinamarca y Santander. Comportamiento este que ayuda a que dichas especies estén en vía de extinción.

Según cifras reveladas, el 30% de hicoteas adultas se consumen localmente, 70% se transportan a los mercados de las grandes ciudades o su carne se exporta a Venezuela. Más de un millón de hicoteas son cazadas anualmente solo en la región de La Mojana, en Sucre. En un año la caza de hicoteas en toda la costa Caribe se aproxima a dos millones de individuos. La Policía de Carabineros en los últimos cuatro años incautó mil hicoteas dentro de operativos contra el tráfico de biodiversidad.

El Ministro indicó que la caza de hicotea causa, además del daño a la especie, destrucción de la capa vegetal, debido a que los captores utilizan quemas al borde de la ciénaga, generando incendios y daños incalculables al ecosistema y recordó que se encuentra penalizado en la ley colombiana el tráfico de fauna y flora.

Esta lucha de conservación de las hicoteas viene desde hace varios años, es así que el Ministerio de Ambiente y la Universidad Nacional lanzaron el Plan de Manejo orientado al uso Sostenible de la Tortuga Hicotea en Colombia y que busca que en 14 años disminuir la problemática de esta especie y todo lo que conlleva su caza, comercialización y amenaza al ecosistema.

Otra invitación que hizo el Ministro es el de consumir el pez león, en las celebraciones de Semana Santa, debido a que esta es una especie exótica invasora, sin depredador natural, que se ha multiplicado sin freno en el mar Caribe y que pone en peligro el equilibrio del ecosistema. Según los estudios, un pez león se come hasta 30 peces en 30 minutos, puede desaparecer hasta el 80% de las poblaciones de peces pequeños que limpian las algas del arrecife.

Las especies que están en peligro al ser las de preferencias del pez león, son el mero que está en vía de extinción, como también el pargo, la langosta, peces pequeños, camarones y calamares.
Para controlar que se expanda el pez león, existe el ´Plan para el manejo y control del pez león en el Caribe colombiano’, en el que intervienen el Ministerio de Ambiente, el Invemar, Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC), Coralina y la Secretaría de Agricultura y Pesca de la Gobernación del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Son varias las estrategias existentes para incentivar a que la comunidad consuma el pez león, entre ellas el Ministerio de Ambiente realiza un trabajo con restaurantes, cooperativas de pescadores, ONG y otros usuarios de las costas y el mar para promover su captura.

“Se buscaron los chefs más importantes del país para presentarles el Pez León. Hoy existe un libro de cocina con las diferentes recetas para prepararlo, por ejemplo en ceviche, salsas, hamburguesas entre otras”, indicó el ministro Vallejo.

Redacción/ EL PILÓN