El artista Jhon Maestre, cuya trayectoria se ha distinguido por un compromiso con la memoria histórica, expresó con palabras sencillas que su aspiración es que cada trazo sea un puente entre el pasado y el presente. Según explicó, la creación de estos retratos no debe limitarse a reproducir semblantes inertes, sino evocar la vitalidad que animó a esas personas en vida: la forma en que sonreían, los gestos de afecto, la serenidad o la energía que los caracterizaba.
Para lograrlo, el proyecto contempla no solo ilustraciones de estilo documento, sino composiciones que recreen escenas cotidianas y detalles personales.
En un momento del encuentro que se recuerda con especial claridad, el profesor Jiménez describió el proceso mediante el cual las ilustraciones originales serán convertidas en versiones digitales con un alto grado de realismo. A partir de las imágenes hechas a mano, se aplicarán herramientas de inteligencia artificial que permitan aproximarse al máximo a un retrato fidedigno. Sin embargo, Jiménez insistió en que la tecnología, por sofisticada que sea, no puede sustituir la riqueza de la memoria afectiva.
Por ello, se enfatizó la importancia de contar con información contextual precisa, que ayude a reconstruir detalles como la estatura, la complexión física, el color de los ojos, la forma del cabello y otras señas particulares.
Conscientes de que la recopilación de estos datos puede reabrir heridas profundas, se convino que el despacho de la magistrada Ana Manuela Ochoa, quien ha acompañado este proceso con un compromiso inquebrantable, sea el encargado de suministrar la información sensible contenida en los expedientes judiciales. De esta forma, se busca proteger a las familias de la necesidad de relatar una y otra vez los episodios que marcaron su existencia. En la conversación, se percibía un respeto que iba más allá de las palabras: un reconocimiento tácito de que el silencio, cuando nace del dolor, merece ser escuchado sin presiones.
Otro de los acuerdos alcanzados contempla la organización de un encuentro presencial entre el artista Jhon Maestre y los familiares de las víctimas. Este espacio, que se proyecta como una conversación serena y respetuosa, permitirá que los recuerdos circulen de manera espontánea y que la voz de quienes sobrevivieron a la ausencia se convierta en el insumo creativo principal.
La responsabilidad de coordinar esta reunión fue confiada a la señora Jennifer Cortés, quien deberá conciliar las agendas y garantizar que se cuente con un ambiente de confianza y calidez.
Según lo conversado posteriormente con el decano Acevedo y el artista, existía disponibilidad para que esta reunión se celebrara durante un tiempo estimado inmediato, lo que representa, desde luego, un avance clave para no comprometer el cronograma establecido. Seguiremos la próxima semana con la última entrega. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.
