El recién pasado paro agrario, fue anunciado con amplia antelación y por ende con suficiente tiempo para que el gobierno hubiera tomado las medidas pertinentes para evitarlo o terminara rápidamente; es decir, después que el mismo presidente Santos.
Por José Romero Churio
El recién pasado paro agrario, fue anunciado con amplia antelación y por ende con suficiente tiempo para que el gobierno hubiera tomado las medidas pertinentes para evitarlo o terminara rápidamente; es decir, después que el mismo presidente Santos (pues en un país con altovínculo agropecuariose le debe reconocer su importancia) en reunión de primera instancia con representantes de este gremio manifestara su interés en solucionarlos problemas que los tiene inconformes.
Desafortunadamente, el presidente Santos actuó de manera inconveniente, delegando funcionarios de segundo nivel, y lo más grave, ignorando el momento político del país, donde sobresalen su reelección y el proceso de paz entre otros también de sumatrascendencia.
Como el gobiernoincumplió la mayoría de las peticiones del gremio agropecuario ni tomó las medidas convenientes para disminuir la inconformidad consecuente, sus opositores aprovecharon la oportunidad para desestabilizarlo, dejando en vilo la reelección del presidente Santos, prácticamente dependiendo de que las Farc firmen el tan deseado acuerdo de paz negociada, pero, en realidad, este convenio de paz está más difícil que una reconciliación entre los ex presidentes Andrés Pastrana y Ernesto Samper para no decir entre el ex presidente Álvaro Uribe y el presidentes Santos.
Muchos creyeron que el presidente Santos negociaría la paz con las Farc, yo fui uno de ellos debido a que este proceso se inició bajo la coordinación del Enrique Santos, gran amigo de Gabriel García Márquez y otros camaradas afines al socialismo de Fidel Castro y por consiguiente al del difunto Hugo Chávez.
Pensaba que los jefes farianos, además de reintegrarse a la vida civil exonerados de sus crímenes, asimismo querían participar en la repartición de todos los espacios de la política; sin embargo, por la actitud asumida, pareciera que continúan con la convicción de tomarse el poder sin la complacencia ni el acompañamiento de la oligarquía (como los comunistas suelen llamar a los políticos partidarios del capitalismo).
En todo caso, los daños causados en los disturbiosde las protestas callejeras del paro agrario dejaron más damnificados quefavorecidos; por ejemplo, el único beneficio que logró el uribismo fue el espanto de la reelección del presidente Santos, quien definitivamente perdió toda opción de llegar a ser reelegido.
El recién pasado paro agrario, fue anunciado con amplia antelación y por ende con suficiente tiempo para que el gobierno hubiera tomado las medidas pertinentes para evitarlo o terminara rápidamente; es decir, después que el mismo presidente Santos.
Por José Romero Churio
El recién pasado paro agrario, fue anunciado con amplia antelación y por ende con suficiente tiempo para que el gobierno hubiera tomado las medidas pertinentes para evitarlo o terminara rápidamente; es decir, después que el mismo presidente Santos (pues en un país con altovínculo agropecuariose le debe reconocer su importancia) en reunión de primera instancia con representantes de este gremio manifestara su interés en solucionarlos problemas que los tiene inconformes.
Desafortunadamente, el presidente Santos actuó de manera inconveniente, delegando funcionarios de segundo nivel, y lo más grave, ignorando el momento político del país, donde sobresalen su reelección y el proceso de paz entre otros también de sumatrascendencia.
Como el gobiernoincumplió la mayoría de las peticiones del gremio agropecuario ni tomó las medidas convenientes para disminuir la inconformidad consecuente, sus opositores aprovecharon la oportunidad para desestabilizarlo, dejando en vilo la reelección del presidente Santos, prácticamente dependiendo de que las Farc firmen el tan deseado acuerdo de paz negociada, pero, en realidad, este convenio de paz está más difícil que una reconciliación entre los ex presidentes Andrés Pastrana y Ernesto Samper para no decir entre el ex presidente Álvaro Uribe y el presidentes Santos.
Muchos creyeron que el presidente Santos negociaría la paz con las Farc, yo fui uno de ellos debido a que este proceso se inició bajo la coordinación del Enrique Santos, gran amigo de Gabriel García Márquez y otros camaradas afines al socialismo de Fidel Castro y por consiguiente al del difunto Hugo Chávez.
Pensaba que los jefes farianos, además de reintegrarse a la vida civil exonerados de sus crímenes, asimismo querían participar en la repartición de todos los espacios de la política; sin embargo, por la actitud asumida, pareciera que continúan con la convicción de tomarse el poder sin la complacencia ni el acompañamiento de la oligarquía (como los comunistas suelen llamar a los políticos partidarios del capitalismo).
En todo caso, los daños causados en los disturbiosde las protestas callejeras del paro agrario dejaron más damnificados quefavorecidos; por ejemplo, el único beneficio que logró el uribismo fue el espanto de la reelección del presidente Santos, quien definitivamente perdió toda opción de llegar a ser reelegido.