A principios de año se celebró la edición número 15 del Hay Festival en Cartagena, un evento masivo que anualmente convoca a miles de visitantes de la ciudad heroica, habiendo pasado las famosas, y de famosos, celebraciones de fin de año, y el certamen del Festival de la Música Clásica, en fecha antecedente, y en los prolegómenos del Festival Internacional de Cine, que inauguró el cesarense Ciro Guerra el mismo día en que se ordenó la cuarentena nacional.
A principios de año se celebró la edición número 15 del Hay Festival en Cartagena, un evento masivo que anualmente convoca a miles de visitantes de la ciudad heroica, habiendo pasado las famosas, y de famosos, celebraciones de fin de año, y el certamen del Festival de la Música Clásica, en fecha antecedente, y en los prolegómenos del Festival Internacional de Cine, que inauguró el cesarense Ciro Guerra el mismo día en que se ordenó la cuarentena nacional.
Una muestra de cómo la ciudad se fue convirtiendo en un atractivo de certámenes de todo tipo, a lo largo del año, para el turismo internacional. Y también para mucho visitante nacional que quería darse un aire fresco de buena cultura y nuevo pensamiento. Eso que el presidente Duque, en el Mundo de Ayer, recordando nosotros la famosa obra nostálgica de Stefan Zweig, sobre una Europa de entreguerras que se creía libre y segura, llamaba una ciudad naranja.
En ese evento que tuvo como referencia principal de los expositores, no solo escritores que concurrieron, el tema de la tierra, la ciencia y el medio ambiente una de la conferencias más escuchadas que llenó el Teatro Heredia fue la del domingo 2 de febrero pasado del exministro y actual rector de la Universidad de los Andes Alejandro Gaviria.
Gaviria, un gran bibliófilo, iba a ser invitado central de la Feria de El Libro de Valledupar que EL PILÓN decidió realizar en el segundo semestre de este 2020.
Su presentación de ideas claras y controversiales se hizo como conversación con la politóloga Sandra Borda.
¿Qué dijo Gaviria? Preguntado sobre la crisis de las ideas liberales y las instituciones liberales, y si la universidad se había convertido en el refugio de esas ideas (liberales, mamertos) y ello explicaba sus aislacionismo, recordó que la universidad creada en 1948 se propuso ser plural, libre de dogmas, sin interés partidista, económico o religioso y promotor de la ciencia y que al llegar a la rectoría su primera decisión, para ser coherentes, fue sacar el Cristo de su oficina.
Respecto a las grandes movilizaciones de fin de año en la que los jóvenes eran protagonistas dijo que en la vida política no se puede ser neutral y si bien no se debía adoptar una posición partidista esa era una oportunidad para una educación en la democracia.
“Cómo luchar contra la cacofonía diaria de las noticias, de la civilización del espectáculo que recoge en su reciente Libro Mario Vargas Llosa. Recordó el ‘best seller’ Factfulness, que dice que entender los hechos del mundo, la realidad va más allá que ver los noticieros y los periodistas no parecen entenderlo. Cita a Borges: “La historia (…) suele esconder sus fechas esenciales”.
“La rebeldía del presente pero mantener el ímpetu del cambio social, que hay avances, el optimismo de las ideas. Todas la ideas incluso las no toleradas deberían hacer parte de la conversación”.
Refiriéndose a la condición del ser: “El único mandamiento que deberíamos seguir, como decía Baruch Spinoza, es ama al prójimo como a ti mismo”
Un llamado, decimos nosotros, a ir al fondo de las cosas y a ser más agudos en los puntos de vista.
A principios de año se celebró la edición número 15 del Hay Festival en Cartagena, un evento masivo que anualmente convoca a miles de visitantes de la ciudad heroica, habiendo pasado las famosas, y de famosos, celebraciones de fin de año, y el certamen del Festival de la Música Clásica, en fecha antecedente, y en los prolegómenos del Festival Internacional de Cine, que inauguró el cesarense Ciro Guerra el mismo día en que se ordenó la cuarentena nacional.
A principios de año se celebró la edición número 15 del Hay Festival en Cartagena, un evento masivo que anualmente convoca a miles de visitantes de la ciudad heroica, habiendo pasado las famosas, y de famosos, celebraciones de fin de año, y el certamen del Festival de la Música Clásica, en fecha antecedente, y en los prolegómenos del Festival Internacional de Cine, que inauguró el cesarense Ciro Guerra el mismo día en que se ordenó la cuarentena nacional.
Una muestra de cómo la ciudad se fue convirtiendo en un atractivo de certámenes de todo tipo, a lo largo del año, para el turismo internacional. Y también para mucho visitante nacional que quería darse un aire fresco de buena cultura y nuevo pensamiento. Eso que el presidente Duque, en el Mundo de Ayer, recordando nosotros la famosa obra nostálgica de Stefan Zweig, sobre una Europa de entreguerras que se creía libre y segura, llamaba una ciudad naranja.
En ese evento que tuvo como referencia principal de los expositores, no solo escritores que concurrieron, el tema de la tierra, la ciencia y el medio ambiente una de la conferencias más escuchadas que llenó el Teatro Heredia fue la del domingo 2 de febrero pasado del exministro y actual rector de la Universidad de los Andes Alejandro Gaviria.
Gaviria, un gran bibliófilo, iba a ser invitado central de la Feria de El Libro de Valledupar que EL PILÓN decidió realizar en el segundo semestre de este 2020.
Su presentación de ideas claras y controversiales se hizo como conversación con la politóloga Sandra Borda.
¿Qué dijo Gaviria? Preguntado sobre la crisis de las ideas liberales y las instituciones liberales, y si la universidad se había convertido en el refugio de esas ideas (liberales, mamertos) y ello explicaba sus aislacionismo, recordó que la universidad creada en 1948 se propuso ser plural, libre de dogmas, sin interés partidista, económico o religioso y promotor de la ciencia y que al llegar a la rectoría su primera decisión, para ser coherentes, fue sacar el Cristo de su oficina.
Respecto a las grandes movilizaciones de fin de año en la que los jóvenes eran protagonistas dijo que en la vida política no se puede ser neutral y si bien no se debía adoptar una posición partidista esa era una oportunidad para una educación en la democracia.
“Cómo luchar contra la cacofonía diaria de las noticias, de la civilización del espectáculo que recoge en su reciente Libro Mario Vargas Llosa. Recordó el ‘best seller’ Factfulness, que dice que entender los hechos del mundo, la realidad va más allá que ver los noticieros y los periodistas no parecen entenderlo. Cita a Borges: “La historia (…) suele esconder sus fechas esenciales”.
“La rebeldía del presente pero mantener el ímpetu del cambio social, que hay avances, el optimismo de las ideas. Todas la ideas incluso las no toleradas deberían hacer parte de la conversación”.
Refiriéndose a la condición del ser: “El único mandamiento que deberíamos seguir, como decía Baruch Spinoza, es ama al prójimo como a ti mismo”
Un llamado, decimos nosotros, a ir al fondo de las cosas y a ser más agudos en los puntos de vista.