Lo que inició como el llamado paro histórico en Colombia el 21 de noviembre, convocado por diversos grupos sociales, luego de pasadas las primeras horas de la mañana, se degradó en violencia desenfrenada, hechos delictivos, alteración del orden público, violación y destrucción de propiedad privada.

Principalmente comercios, y lamentables hechos como la muerte del joven Dylan Cruz, tras ser herido por efectivos del Esmad, presuntamente.

En otras ciudades de Colombia, la manifestación también trascendió de la civilidad a la violencia, la razón que argumentan estos grupos de protestantes: ‘Inconformidad con las políticas públicas del presidente de Colombia Iván Duque’.

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Diálogo trancado

Recientemente, durante un encuentro con los líderes empresariales del sector arrocero el 6 de diciembre, el presidente Duque se refirió al dialogo como “construcciones colectivas, no imposiciones” ante la presión que ejercen diferentes líderes sociales que insisten en diálogo directo.

El presidente de la Federación Colombiana de Educadores, FECODEP, Nelson Alarcón, uno de los líderes del paro nacional, manifestó que la exigencia al gobierno nacional es la negociación directa a través de una comisión que pueda ayudar a resolver los problemas.

Pese a los encuentros que han existidos en las últimas semanas el gobierno nacional con los líderes del paro, parece seguir las inconformidad de estos representantes quienes se sienten excluidos.

Director del Departamento Administrativo del Estado y vocero del diálogo, Diego Molano, refirió al Pilón, el gobierno está abierto al diálogo “sin ultimátum y sin presiones por el bien de Colombia” además dijo llevarán a cabo “mesas de trabajo paralelas para abordar los 13 puntos” propuestos por líderes del paro.

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¿Cómo acoge el Cesar el diálogo?

En el departamento del Cesar, las manifestaciones también han sido continuas desde el 21 de noviembre, cuando la ciudadanía se unió al gran paro que tuvo punto de encuentro en la plaza Alfonzo López; algunos de los motivos de protesta también son relacionados al conflicto armado, y la vulneración de los derechos de las víctimas, la privatización del sistema educativo Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, y reforma laboral son algunos de los tópicos que representan la queja ciudadana.

Además de el paro de enfermeras del Hospital Pumarejo quienes exigen el pago de al menos el 30% de la deuda total, representado en dos meses de pago; el costo de la educación Universitaria y las pocas oportunidades laborales para los jóvenes, son parte de las quejas que aún resuenan en las convocatorias de movilización actuales.

En las calles del centro Valledupar, preguntamos a la gente cómo percibe la estrategia del “diálogo” del presidente Duque, en la región y su efectividad o no para resolver los diferentes problemas que aquejan la estabilidad del departamento.

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¿Evolución o retroceso en el diálogo?

El 26 de noviembre iniciaron los diálogos con participación de diversos líderes del paro como la Confederación de Trabajadores de Colombia, CUT, movimientos de Afrodescendientes, ambientalistas, mujeres, entre otros.

El primer encuentro abrió la ventana de la expectativa nacional donde se iniciaron las propuestas relacionadas con la salud, educación, y crecimiento educativo como punto inicial.

Para el 5 de diciembre, Al diálogo nacional se sumó el exsindicalista, Angelino Garzón, quien expresó ante los medios de comunicación ser el mediador ante las dos partes: el Gobierno y líderes del paro, sin embargo, el segundo encuentro de diálogo terminó sin acuerdos en tres de los puntos ejes, donde uno de ellos fue el despliegue del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, en las calles durante las protestas.

El presidente de la CUT, Diógenes Orjuela, calificó los diálogos como un retroceso. El líder hace un llamado al diálogo concreto de negociación, y no solo de reuniones sin acuerdos.

Es por ello que están convocando este 10 de diciembre a un plantón en la sede de Compensar de la calle 94 en Bogotá, donde se pretende discutir el aumento del salario mínimo, entre otros temas.

Las expectativas y cuestionamientos de la funcionalidad del ‘Dialogo nacional’.

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POR: DANIELA MINORTA EL PILÓN
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