COLUMNISTA

Quita la piedra

Por: Valerio Mejía Araujo “Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: ¡Quitad la piedra!…  San Juan 11:38-39 Cuando murió Lázaro, Jesús había prometido a su familia que, puesto que él era la resurrección y la vida; Lázaro resucitaría. Luego dijo a sus discípulos: […]

Quita la piedra

Quita la piedra

Por: Valerio

@el_pilon

canal de WhatsApp

Por: Valerio Mejía Araujo

“Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: ¡Quitad la piedra!…  San Juan 11:38-39

Cuando murió Lázaro, Jesús había prometido a su familia que, puesto que él era la resurrección y la vida; Lázaro resucitaría. Luego dijo a sus discípulos: “Quiten la piedra que yo lo resucitaré” y ante la negación de Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?.
Aquí Jesús estaba a punto de resucitar a un muerto que hedía ya, porque llevaba cuatro días. Jesús mismo habría podido quitar la piedra, pero estaba tratando de enseñarnos que somos nosotros quienes necesitamos quitar la piedra. Dios espera que hagamos lo que podamos y Él hará lo que nosotros no podamos hacer. Si hacemos lo natural, Dios hará lo sobrenatural. Si hacemos lo ordinario, Dios hará lo extraordinario. Pero Dios no hará lo que nosotros podemos hacer por nosotros mismos.
Tal vez estés pensando que nunca te llega una buena oportunidad, o que llevas tiempo orando y esperando que ciertas circunstancias cambien, o anhelando que alguna área de tu vida adormecida o muerta se reavive o resucite. Para lo cual, déjame preguntar: ¿Estás quitando la piedra? ¿Haces tu trabajo a tiempo cada día? ¿Eres diligente en lo que haces? ¿Estás dando lo mejor de ti? ¿Eres productivo? ¿Tienes una buena actitud?
¡Si hacemos lo que podemos, Dios hará lo que nosotros no podemos hacer! Cuando nosotros actuamos, Dios también actúa. Nosotros hacemos lo natural y Dios hará lo sobrenatural.
Puede ser que estemos atrapados en una zona de confort y nos quedemos esperando que las cosas se nos den sin hacer ningún esfuerzo. Creo que es tiempo de salir de la comodidad y encaminarnos hacia lo que realmente queremos lograr, abriendo el espacio para que Dios pueda actuar.
A menos que nos sintamos incómodos de vez en cuando, no estaremos haciendo uso real de la fe. La fe tiene que ver con esforzarse. Tiene que ver con estar dispuestos a remover todas las piedras y obstáculos del camino para que Dios pueda moverse con libertad haciendo aquello que nosotros no podemos hacer.
Algunos obstáculos retos o problemas nos parecen intimidantes pero Dios lo único que pide es que removamos la piedra de la entrada y Él hará el resto.
Para desarrollar el ánimo de remover piedras, es necesario entender quiénes somos en Cristo, de lo contrario nunca tendremos la confianza necesaria para salir de nuestra zona de confort y dar pasos de fe.
He comprobado en mi experiencia diaria, que cuando yo actúo, Dios actúa también. Cuando salgo de mi zona de comodidad y amplío mi horizonte de fe, Dios libera su gracia sobre mí. Cuando pienso en grande, Dios actúa en grande.
Muchos viven en su zona de seguridad sin tomar ningún riesgo en la vida, vale la pena salir y exponernos a la zona de fe, puesto que es ahí donde veremos que Dios hace cosas sorprendentes. Es preferible fracasar de vez en cuando que nunca intentarlo y llegar al final de la vida preguntándonos qué habría pasado si me hubiera arriesgado.
Amado amigo lector: No optemos por las líneas de menor esfuerzo. No permanezcamos inactivos y no nos conformemos con la mediocridad. Esforcémonos para dar el máximo de nosotros mismos y desarrollar todo nuestro potencial, abriendo surcos donde Dios pueda plantar semillas de grandeza en nuestro interior.
No optemos por el camino fácil. Sigamos creciendo, sigamos aprendiendo. No desperdiciemos las habilidades, capacidades y talentos que hay dentro de nosotros. Seamos exigentes con el potencial  que llevamos dentro. Comparémonos solamente con nosotros mismos y cerremos el abismo que suele haber entre lo que soy y lo que quiero llegar a ser. Esta es la única forma como Dios podrá manifestarse haciendo lo sobrenatural.
En ocasiones nos enfrentamos a desafíos o problemas que desbordan nuestras capacidades o recursos. Son demasiado para nosotros, pero nunca serán demasiado para nuestro Dios. ¡Atrevámonos a creer!
Además, no podemos permitir que otros nos convenzan de que no es cierto lo que sentimos en nuestro interior. He aprendido que los demás no tienen que creer en mi sueño para que éste se realice. No todos van a estar de acuerdo con nosotros. Siempre encontraremos los negativos que nos criticarán y nos dirán que no. Pero no debemos preocuparnos, vamos con las alas de la fe hacia territorios desconocidos, vamos hacia donde nunca hemos estado antes con la seguridad que si movemos las piedras del camino, Dios hará su parte con  demostración de poder sobrenatural.
Si tenemos áreas muertas que necesitan ser vivificadas… ¡Necesitamos remover la piedra!
Hoy hago la invitación para que nos esforcemos haciendo lo que nos corresponde en lo natural y abriendo el espacio para que Dios haga lo sobrenatural.
Recuerda: Dios quiere bendecirnos y tiene la autoridad y el poder para cambiar y transformar cada área adormecida o muerta de nuestra vida.
¿Quieres orar conmigo? “Querido Dios, gracias por ofrecerme nuevas oportunidades de bendición sobrenatural. Hoy decido remover todo obstáculo para que tú puedas actuar en mí. Te entrego mi corazón y mi vida entera. Amén.”
Te mando un abrazo de amor en Cristo
valeriomejia@etb.net.co

TE PUEDE INTERESAR