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Columnista - 19 octubre, 2019

Quintero al Concejo de Bogotá

“Juventud”, tituló su última columna Alonso Sánchez Baute, para referirse a “un grupo de jóvenes que aspiran a llegar por primera vez al Concejo de Bogotá”, destacando a “Juan David Quintero Rubio, del Partido Liberal (11 en el tarjetón), quien fue elegido edil de Usaquén cuando apenas tenía 21 años con la bandera de la […]

“Juventud”, tituló su última columna Alonso Sánchez Baute, para referirse a “un grupo de jóvenes que aspiran a llegar por primera vez al Concejo de Bogotá”, destacando a “Juan David Quintero Rubio, del Partido Liberal (11 en el tarjetón), quien fue elegido edil de Usaquén cuando apenas tenía 21 años con la bandera de la defensa de los colegios en concesión, que son instituciones públicas, administradas por privados, que hoy suman 35 en Bogotá,” “veintidós de estos colegios, están en los cien primeros puestos del escalafón de instituciones públicas”

Los lectores dirán, qué hago sugiriendo, desde un periódico regional, votar por un candidato al Concejo de Bogotá y es precisamente lo que me atrae, que sea Bogotá; porque la capital del país, gústenos o no, es  una ciudad de todos, de todos es de todos, especialmente de los jóvenes. Juan David, tiene  sangre vallenata y en Bogotá estamos varios vallenatos, cesarenses y provincianos residenciados. Varios es varios. Muchas veces no tenemos una voz en la capital del país y muchas veces no tenemos una buena representación en la ciudad, que precisamente, es de todos.

Me gusta que Juan David, dentro de su formación académica, muestra que estudió derecho en la Universidad de los Andes; tiene claridad que cuando se hace política en una ciudad, se trabaja por la misma y no por otra distinta; no anda pensando en elegirse por Bogotá, para olvidarse de ésta y andar asumiendo protagonismos donde no ha sido elegido, en pocas palabras, con el único propósito de elegirse por elegirse, nada más. Es un joven preparado con ganas de retribuir y aportar a su ciudad.

Tiene a Bogotá en la cabeza, debate sobre los temas de esta ciudad y los asume permanentemente; tiene posturas, como el estar de acuerdo con un transporte público más eficiente por la carrera séptima de Bogotá. Viene de ser edil de una localidad, es decir conoce la ciudad.

Si bien he intentado estar alejada del tema político, últimamente he pensado que eso es precisamente lo que le gusta a los politiqueros, para que sólo voten los votos que ellos amarran.

Pensemos en que Bogotá, a los votantes les permite independencia, un acto de revolución es ir y votar a conciencia, escuchar y valorar propuestas, evaluando la posibilidad de las mismas, así como también, de la boca de quien están saliendo.

A JUAN DAVID, lo encuentran en www.juandavidquintero.co, es el número 11 de la lista del Partido Liberal al Concejo de Bogotá; no es él personaje aburridor de la política tradicional del país, ni tampoco el típico que no tiene nada en la cabeza o poco que decir. Para mi gusto vale la pena, según lo que he leído y conozco de él. Si usted vota en Bogotá, tenga presente este nombre. Juventud, pero de la que vale la pena.

Columnista
19 octubre, 2019

Quintero al Concejo de Bogotá

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Josefina Castro Gonzalez

“Juventud”, tituló su última columna Alonso Sánchez Baute, para referirse a “un grupo de jóvenes que aspiran a llegar por primera vez al Concejo de Bogotá”, destacando a “Juan David Quintero Rubio, del Partido Liberal (11 en el tarjetón), quien fue elegido edil de Usaquén cuando apenas tenía 21 años con la bandera de la […]


“Juventud”, tituló su última columna Alonso Sánchez Baute, para referirse a “un grupo de jóvenes que aspiran a llegar por primera vez al Concejo de Bogotá”, destacando a “Juan David Quintero Rubio, del Partido Liberal (11 en el tarjetón), quien fue elegido edil de Usaquén cuando apenas tenía 21 años con la bandera de la defensa de los colegios en concesión, que son instituciones públicas, administradas por privados, que hoy suman 35 en Bogotá,” “veintidós de estos colegios, están en los cien primeros puestos del escalafón de instituciones públicas”

Los lectores dirán, qué hago sugiriendo, desde un periódico regional, votar por un candidato al Concejo de Bogotá y es precisamente lo que me atrae, que sea Bogotá; porque la capital del país, gústenos o no, es  una ciudad de todos, de todos es de todos, especialmente de los jóvenes. Juan David, tiene  sangre vallenata y en Bogotá estamos varios vallenatos, cesarenses y provincianos residenciados. Varios es varios. Muchas veces no tenemos una voz en la capital del país y muchas veces no tenemos una buena representación en la ciudad, que precisamente, es de todos.

Me gusta que Juan David, dentro de su formación académica, muestra que estudió derecho en la Universidad de los Andes; tiene claridad que cuando se hace política en una ciudad, se trabaja por la misma y no por otra distinta; no anda pensando en elegirse por Bogotá, para olvidarse de ésta y andar asumiendo protagonismos donde no ha sido elegido, en pocas palabras, con el único propósito de elegirse por elegirse, nada más. Es un joven preparado con ganas de retribuir y aportar a su ciudad.

Tiene a Bogotá en la cabeza, debate sobre los temas de esta ciudad y los asume permanentemente; tiene posturas, como el estar de acuerdo con un transporte público más eficiente por la carrera séptima de Bogotá. Viene de ser edil de una localidad, es decir conoce la ciudad.

Si bien he intentado estar alejada del tema político, últimamente he pensado que eso es precisamente lo que le gusta a los politiqueros, para que sólo voten los votos que ellos amarran.

Pensemos en que Bogotá, a los votantes les permite independencia, un acto de revolución es ir y votar a conciencia, escuchar y valorar propuestas, evaluando la posibilidad de las mismas, así como también, de la boca de quien están saliendo.

A JUAN DAVID, lo encuentran en www.juandavidquintero.co, es el número 11 de la lista del Partido Liberal al Concejo de Bogotá; no es él personaje aburridor de la política tradicional del país, ni tampoco el típico que no tiene nada en la cabeza o poco que decir. Para mi gusto vale la pena, según lo que he leído y conozco de él. Si usted vota en Bogotá, tenga presente este nombre. Juventud, pero de la que vale la pena.