MI COLUMNA
Por Mary Daza Orozco
Una periodista me dijo que la palabra propaganda ya no se usaba, que debía decirse publicidad. No quise discutir, porque los nuevos comunicadores traen las noticias frescas, pero me quedó sonando la aseveración que me hizo hasta el punto de que revisé mis conocimientos de periodismo, observé con más cuidado el tratamiento que a esa parte importante de las comunicaciones se le da en los distintos medios nacionales e internacionales y concluí que todo está como siempre ha estado.
En las facultades de periodismo se enseñaba que la palabra propaganda era usada sólo para la política, tanto que me extrañó cuando llegué a la radio vallenata el uso de “propaganda política pagada”, una repetición. La publicidad sólo se refería a los avisos o campañas comerciales. Años después el concepto de propaganda cambió, ya no era exclusivo de la política, era para promocionar cualquier cosa, tanto que Coca – Cola nunca ha borrado la palabra propaganda de su departamento de promoción para el producto más conocido universalmente: cada treinta segundos un espacio, en cualquier medio de comunicación, es dedicado a la refrescante bebida.
Pues bien, ¿qué pasa ahora con propaganda y publicidad? Veamos lo que dice el Diccionario de la Lengua Española: Propaganda: “Acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer compradores/ Asociación cuyo fin es propagar doctrinas, opiniones, etc.” Publicidad: “Conjunto de medios que se emplean para divulgar o extender la noticia de las cosas o de los hechos/ Divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer posibles compradores.” Lo mismo con diferentes nombres.
La diferencia está en el medio. En algunos se habla de las páginas de publicidad, en otros, de la página de propaganda y en otros más, de la página de comerciales.
Algo curioso que registra el Diccionario de la Lengua Española con respecto a publicista, dice: “Autor que escribe del derecho público. Persona muy versada en esta ciencia. /Persona que ejerce la publicidad”.
Cuando se crearon las facultades de Comunicación Social – Publicidad, los publicistas pasaron a ser los creativos, los que inventan las formas de vender ideas, es arte en el que se encuentran verdaderos genios. Pero son también unos propagadores o propagandistas de lo que quieren dar a conocer.
Entonces, mi amiga radical en el término moderno de publicidad y no de propaganda, en periodismo la última palabra no está dicha, es más cada, vez que hay una confusión, nos salva lo que enseñaron los pioneros. La tecnología puede avanzar, en los micrófonos, las consolas de la radio, la diagramación e impresión de un periódico, todo va de acuerdo con la vida moderna, pero la esencia, los principios básicos, la sustancia siempre están ahí inamovibles. Es como en medicina: aparecen cada día nuevos avances, pero lo básico, lo esencial permanece. Podemos entonces decir: propaganda, publicidad, comerciales, pautas publicitarias, franja propagandística, o como dicen los narradores deportivos: “Vamos ahora a los que pagan esta transmisión”.











