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Los precios y características del pescado fresco en Valledupar para disfrutar de una Semana Santa deliciosa y segura en familia.
Durante la Semana Santa, el consumo de pescado en Colombia aumenta considerablemente, convirtiéndose en uno de los alimentos más buscados por las familias que siguen la tradición religiosa. En cualquier otra semana del año, el Pabellón del Pescado en el Mercado Nuevo de Valledupar, al mediodía, se encuentra vacío, sin embargo, durante la semana mayor, no solo hay más afluencia de compradores, también la alta demanda exige extremar precauciones para garantizar la calidad y la inocuidad del producto.
Leer: Sabores que cuentan historias: Valledupar celebra la Feria del Dulce Vallenato 2025
Georgina Sánchez, secretaria de Salud del Cesar, enfatiza la importancia de adquirir pescado únicamente en establecimientos que cumplan con todas las condiciones sanitarias. “Busquemos sitios donde la gente mantenga los alimentos refrigerados y no hayan roto la cadena de frío. Si al entrar percibes un mal olor, no lo consumas”, advierte. La funcionaria recalca que la frescura y el manejo adecuado del pescado son fundamentales para evitar riesgos a la salud, especialmente en esta temporada de alto consumo.
Los vendedores del Pabellón de Pescado en el mercado de Valledupar también ofrecen consejos prácticos. Luis Rocha, quien comercializa pescado de mar, recomienda fijarse en los ojos del pescado: “El ojo clarito indica que el pescado está fresco. Nosotros no vendemos pescado congelado, solo fresco”. Además, alerta sobre la textura: “Si la carne está muy aguada o blandita, el pescado está malo”.
Neira Ospino, con 40 años de experiencia vendiendo pescado de río, sugiere revisar las branquias y la consistencia del cuerpo: “Deben estar rojitas por dentro y los ojitos brillanticos. Toca la colita, que no se desbarate y que el cuerpo sea consistente”. Estas señales son garantía de frescura y calidad.
Durante esta Semana Santa, los precios del pescado en Valledupar reflejan la variedad y procedencia de los productos disponibles en el mercado local. Por ejemplo, el pescado de mar como la sierra se encuentra entre 40.000 y 50.000 pesos el kilo, mientras que el pargo puede alcanzar los 60.000 pesos. El róbalo, otro pescado muy solicitado, se ofrece alrededor de 50.000 pesos por kilo.
En contraste, los pescados de río, que son muy populares en la región, tienen precios más accesibles: el bocachico pequeño se vende aproximadamente a 20.000 pesos el kilo, y el grande puede llegar a costar hasta 38.000 pesos. La dorada y el bagre, también de agua dulce, oscilan entre 30.000 y 40.000 pesos, dependiendo del tamaño y si se venden con o sin cabeza. La mojarra, en sus variedades, puede conseguirse desde 25.000 pesos, el barbudo a 40.000 pesos la bandeja y la dorada desde 60.000 pesos la bandeja que consta de 5 a 6 pescados. Los pescados más económicos para esta temporada son la basa y el moncholo que se consiguen desde 20.000 pesos el kilo.
Estas diferencias en los precios responden no solo a la variedad del pescado, sino también a factores como la frescura, el tamaño y la procedencia. Los vendedores del mercado de Valledupar aseguran que mantienen la calidad ofreciendo productos frescos, sin congelar, y provenientes de zonas cercanas como Plato, Barranca, Lebrija, Magangué y Ayapel. Así, los consumidores pueden elegir entre una amplia gama de opciones que se ajustan a distintos presupuestos, siempre con la garantía de que el pescado cumple con las condiciones necesarias para un consumo seguro durante esta temporada especial.
La Secretaría de Salud y los vendedores coinciden: compre en lugares reconocidos, verifique la frescura con los sentidos y evite productos con mal olor o textura inusual. Así, podrá disfrutar de un pescado seguro y delicioso en Semana Santa, cuidando la salud de su familia.
Por: Redacción EL PILÓN
Los precios y características del pescado fresco en Valledupar para disfrutar de una Semana Santa deliciosa y segura en familia.
Durante la Semana Santa, el consumo de pescado en Colombia aumenta considerablemente, convirtiéndose en uno de los alimentos más buscados por las familias que siguen la tradición religiosa. En cualquier otra semana del año, el Pabellón del Pescado en el Mercado Nuevo de Valledupar, al mediodía, se encuentra vacío, sin embargo, durante la semana mayor, no solo hay más afluencia de compradores, también la alta demanda exige extremar precauciones para garantizar la calidad y la inocuidad del producto.
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Georgina Sánchez, secretaria de Salud del Cesar, enfatiza la importancia de adquirir pescado únicamente en establecimientos que cumplan con todas las condiciones sanitarias. “Busquemos sitios donde la gente mantenga los alimentos refrigerados y no hayan roto la cadena de frío. Si al entrar percibes un mal olor, no lo consumas”, advierte. La funcionaria recalca que la frescura y el manejo adecuado del pescado son fundamentales para evitar riesgos a la salud, especialmente en esta temporada de alto consumo.
Los vendedores del Pabellón de Pescado en el mercado de Valledupar también ofrecen consejos prácticos. Luis Rocha, quien comercializa pescado de mar, recomienda fijarse en los ojos del pescado: “El ojo clarito indica que el pescado está fresco. Nosotros no vendemos pescado congelado, solo fresco”. Además, alerta sobre la textura: “Si la carne está muy aguada o blandita, el pescado está malo”.
Neira Ospino, con 40 años de experiencia vendiendo pescado de río, sugiere revisar las branquias y la consistencia del cuerpo: “Deben estar rojitas por dentro y los ojitos brillanticos. Toca la colita, que no se desbarate y que el cuerpo sea consistente”. Estas señales son garantía de frescura y calidad.
Durante esta Semana Santa, los precios del pescado en Valledupar reflejan la variedad y procedencia de los productos disponibles en el mercado local. Por ejemplo, el pescado de mar como la sierra se encuentra entre 40.000 y 50.000 pesos el kilo, mientras que el pargo puede alcanzar los 60.000 pesos. El róbalo, otro pescado muy solicitado, se ofrece alrededor de 50.000 pesos por kilo.
En contraste, los pescados de río, que son muy populares en la región, tienen precios más accesibles: el bocachico pequeño se vende aproximadamente a 20.000 pesos el kilo, y el grande puede llegar a costar hasta 38.000 pesos. La dorada y el bagre, también de agua dulce, oscilan entre 30.000 y 40.000 pesos, dependiendo del tamaño y si se venden con o sin cabeza. La mojarra, en sus variedades, puede conseguirse desde 25.000 pesos, el barbudo a 40.000 pesos la bandeja y la dorada desde 60.000 pesos la bandeja que consta de 5 a 6 pescados. Los pescados más económicos para esta temporada son la basa y el moncholo que se consiguen desde 20.000 pesos el kilo.
Estas diferencias en los precios responden no solo a la variedad del pescado, sino también a factores como la frescura, el tamaño y la procedencia. Los vendedores del mercado de Valledupar aseguran que mantienen la calidad ofreciendo productos frescos, sin congelar, y provenientes de zonas cercanas como Plato, Barranca, Lebrija, Magangué y Ayapel. Así, los consumidores pueden elegir entre una amplia gama de opciones que se ajustan a distintos presupuestos, siempre con la garantía de que el pescado cumple con las condiciones necesarias para un consumo seguro durante esta temporada especial.
La Secretaría de Salud y los vendedores coinciden: compre en lugares reconocidos, verifique la frescura con los sentidos y evite productos con mal olor o textura inusual. Así, podrá disfrutar de un pescado seguro y delicioso en Semana Santa, cuidando la salud de su familia.
Por: Redacción EL PILÓN