Según el Departamento Nacional de Planeación, DNP, Valledupar fue el municipio del departamento del Cesar con mayores deficiencias en la gestión financiera para el año 2020, provocando así que sus entidades estén en situación de riesgo.
Con 49,08 de calificación en el Índice de Desempeño Fiscal, IDF, Valledupar ocupó el último lugar a nivel Cesar en la gestión financiera, viabilidad fiscal, capacidad de generación de recursos propios, entre otros ítems. Por tal motivo las entidades de la capital del Cesar están en una situación de riesgo porque su desempeño fiscal está dentro del rango de 40 a 60 puntos, en el cual se demarcan los territorios con deficiencias en administración financiera.
Así lo dio conocer el Departamento Nacional de Planeación, DNP, acotando que el puntaje que recibió Valledupar fue calculado de acuerdo al manejo y políticas financieras del municipio. Así mismo, su sostenibilidad en cuanto a la viabilidad fiscal, el endeudamiento, los niveles de inversión, holgura y demás factores que se conglomeran en las buenas prácticas en el manejo de las finanzas públicas.
En ese sentido, el informe precisó que Valledupar con una calificación de 49,08 puntos ocupó el puesto 192 del ranking nacional de los municipios G1 -Nivel Alto, uno de los últimos lugares de la tabla que evalúa el desempeño fiscal de los 217 municipios G1 del país.
Sobre el bajo puntaje que recibió la capital del Cesar, la Secretaría de Hacienda Municipal comentó que la calificación final del municipio fue determinada principalmente por los puntajes obtenidos en la dimensión de gestión financiera territorial, precisando que los indicadores que más impactaron de manera negativa el desempeño del municipio fueron: nivel de holgura, la capacidad de programación y ejecución de ingresos.
“El nivel de holgura que mide la eficiencia en el gasto de funcionamiento presenta a la entidad como si no hubiera cumplido con la Ley 617 de 2000, lo cual no es cierto y así lo certificó la Contraloría. La holgura de Valledupar es del 22 %, no del 0 %, y así lo muestra el DNP en el Visor de Desempeño Fiscal”, manifestó la sectorial mencionada.
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Hacienda Municipal explicó que el indicador de la capacidad de programación y ejecución de ingresos, el cual mide la capacidad para hacer una correcta planeación de los ingresos corrientes, se vio impactado de manera negativa porque “hubo una reducción del recaudo del 22 %, a diferencia del recogido en el 2019”.
De acuerdo con esta dependencia, dichos factores ubicaron a Valledupar como un municipio de riesgo, con alto endeudamiento o con fallas en su reporte de deuda, acotando que en ese rango están el 69,5 % de los municipios del país y el 52,8 % de los territorios de la región Caribe.
Agregó que el 61 % de los municipios pertenecientes al grupo G1 -Nivel Alto y a la categoría de ruralidad como Valledupar se encuentra dentro del rango de riesgo, precisando que en el Caribe ese porcentaje aumentó hasta el 80 %.
El desempeño fiscal de Valledupar tuvo la mayor afectación registrada para el año 2020, a comparación de los últimos tres años, según el DNP. En ese sentido, Valledupar para el año 2017 obtuvo un puntaje de 78,28 en el Índice de Desempeño Fiscal, IDF.
Dicho resultado ubicó a la capital del Cesar a nivel nacional en el puesto 90 y fue catalogada como sostenible en administración financiera y gestión fiscal, por estar entre los 70 y 80 puntos de calificación. Para el año siguiente, el DNP calificó a Valledupar con 78,11 puntos en el IDF y ocupó el puesto 118 a nivel nacional, una leve disminución que posicionó a la ciudad 28 puestos por debajo del ocupado en el 2017, sin embargo, siguió estando en la categoría de sostenible.
Así mismo, en el 2019 tuvo un puntaje de 77,14 en el IDF, el cual dejó a la ciudad en el puesto 135 a nivel nacional. En ese orden de ideas, se mantuvo la leve tendencia a la baja, pero sin que el municipio dejara de ser sostenible fiscalmente, pero para el año 2020 decayó el desempeño fiscal del territorio al obtener 49,08 de calificación, 28,05 puntos por debajo del recibido en el 2019.
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De acuerdo con Eudes Fuentes, exsecretario de Hacienda Municipal, el recaudo del municipio disminuyó tal vez a raíz de la pandemia de la covid-19. Acotando que Valledupar en los años 2017, 2018 y 2019 se mantuvo en los 10 primeros lugares a nivel departamental en cuanto a desempeño fiscal.
“Lo peligroso es que Valledupar está en Ley 550 y por el bajo recaudo del municipio corren riesgo los pago a los acreedores. También entra a perder credibilidad ante las instancias nacionales y locales debido a que su nivel de ingreso es bajo y comenzaría a solicitar aplazamientos para los pagos de los contratistas. Allí empiezan las debilidades administrativas”, argumentó Fuentes.
Comentó que el municipio para recuperarse fiscalmente debe buscar estrategias que minimicen el impacto negativo hacia el recaudo de los ingresos porque la caída de los ingresos corrientes de libre destinación fue en todas las entidades territoriales debido a que lo municipios viven de la captación de los recursos vía impuestos.
Precisó que se tiene que persuadir al contribuyente para que no se vuelva moroso e identificar que sectores de la economía del municipio no pagaron sus impuestos o no contribuyeron al recaudo. “Hay que ser fuertes en los procesos de fiscalización hacia los contribuyentes de industria y comercio, sobre todo en los sectores que se han dinamizado o no se han parado”, puntualizó Fuentes.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb
Según el Departamento Nacional de Planeación, DNP, Valledupar fue el municipio del departamento del Cesar con mayores deficiencias en la gestión financiera para el año 2020, provocando así que sus entidades estén en situación de riesgo.
Con 49,08 de calificación en el Índice de Desempeño Fiscal, IDF, Valledupar ocupó el último lugar a nivel Cesar en la gestión financiera, viabilidad fiscal, capacidad de generación de recursos propios, entre otros ítems. Por tal motivo las entidades de la capital del Cesar están en una situación de riesgo porque su desempeño fiscal está dentro del rango de 40 a 60 puntos, en el cual se demarcan los territorios con deficiencias en administración financiera.
Así lo dio conocer el Departamento Nacional de Planeación, DNP, acotando que el puntaje que recibió Valledupar fue calculado de acuerdo al manejo y políticas financieras del municipio. Así mismo, su sostenibilidad en cuanto a la viabilidad fiscal, el endeudamiento, los niveles de inversión, holgura y demás factores que se conglomeran en las buenas prácticas en el manejo de las finanzas públicas.
En ese sentido, el informe precisó que Valledupar con una calificación de 49,08 puntos ocupó el puesto 192 del ranking nacional de los municipios G1 -Nivel Alto, uno de los últimos lugares de la tabla que evalúa el desempeño fiscal de los 217 municipios G1 del país.
Sobre el bajo puntaje que recibió la capital del Cesar, la Secretaría de Hacienda Municipal comentó que la calificación final del municipio fue determinada principalmente por los puntajes obtenidos en la dimensión de gestión financiera territorial, precisando que los indicadores que más impactaron de manera negativa el desempeño del municipio fueron: nivel de holgura, la capacidad de programación y ejecución de ingresos.
“El nivel de holgura que mide la eficiencia en el gasto de funcionamiento presenta a la entidad como si no hubiera cumplido con la Ley 617 de 2000, lo cual no es cierto y así lo certificó la Contraloría. La holgura de Valledupar es del 22 %, no del 0 %, y así lo muestra el DNP en el Visor de Desempeño Fiscal”, manifestó la sectorial mencionada.
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Hacienda Municipal explicó que el indicador de la capacidad de programación y ejecución de ingresos, el cual mide la capacidad para hacer una correcta planeación de los ingresos corrientes, se vio impactado de manera negativa porque “hubo una reducción del recaudo del 22 %, a diferencia del recogido en el 2019”.
De acuerdo con esta dependencia, dichos factores ubicaron a Valledupar como un municipio de riesgo, con alto endeudamiento o con fallas en su reporte de deuda, acotando que en ese rango están el 69,5 % de los municipios del país y el 52,8 % de los territorios de la región Caribe.
Agregó que el 61 % de los municipios pertenecientes al grupo G1 -Nivel Alto y a la categoría de ruralidad como Valledupar se encuentra dentro del rango de riesgo, precisando que en el Caribe ese porcentaje aumentó hasta el 80 %.
El desempeño fiscal de Valledupar tuvo la mayor afectación registrada para el año 2020, a comparación de los últimos tres años, según el DNP. En ese sentido, Valledupar para el año 2017 obtuvo un puntaje de 78,28 en el Índice de Desempeño Fiscal, IDF.
Dicho resultado ubicó a la capital del Cesar a nivel nacional en el puesto 90 y fue catalogada como sostenible en administración financiera y gestión fiscal, por estar entre los 70 y 80 puntos de calificación. Para el año siguiente, el DNP calificó a Valledupar con 78,11 puntos en el IDF y ocupó el puesto 118 a nivel nacional, una leve disminución que posicionó a la ciudad 28 puestos por debajo del ocupado en el 2017, sin embargo, siguió estando en la categoría de sostenible.
Así mismo, en el 2019 tuvo un puntaje de 77,14 en el IDF, el cual dejó a la ciudad en el puesto 135 a nivel nacional. En ese orden de ideas, se mantuvo la leve tendencia a la baja, pero sin que el municipio dejara de ser sostenible fiscalmente, pero para el año 2020 decayó el desempeño fiscal del territorio al obtener 49,08 de calificación, 28,05 puntos por debajo del recibido en el 2019.
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De acuerdo con Eudes Fuentes, exsecretario de Hacienda Municipal, el recaudo del municipio disminuyó tal vez a raíz de la pandemia de la covid-19. Acotando que Valledupar en los años 2017, 2018 y 2019 se mantuvo en los 10 primeros lugares a nivel departamental en cuanto a desempeño fiscal.
“Lo peligroso es que Valledupar está en Ley 550 y por el bajo recaudo del municipio corren riesgo los pago a los acreedores. También entra a perder credibilidad ante las instancias nacionales y locales debido a que su nivel de ingreso es bajo y comenzaría a solicitar aplazamientos para los pagos de los contratistas. Allí empiezan las debilidades administrativas”, argumentó Fuentes.
Comentó que el municipio para recuperarse fiscalmente debe buscar estrategias que minimicen el impacto negativo hacia el recaudo de los ingresos porque la caída de los ingresos corrientes de libre destinación fue en todas las entidades territoriales debido a que lo municipios viven de la captación de los recursos vía impuestos.
Precisó que se tiene que persuadir al contribuyente para que no se vuelva moroso e identificar que sectores de la economía del municipio no pagaron sus impuestos o no contribuyeron al recaudo. “Hay que ser fuertes en los procesos de fiscalización hacia los contribuyentes de industria y comercio, sobre todo en los sectores que se han dinamizado o no se han parado”, puntualizó Fuentes.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb