De acuerdo con el alcalde, la CREG calificó como ‘oportuno y conveniente’ este proyecto porque está distante del escenario planteado.
Esta casa editorial conoció que en Pueblo Bello se instalaría una planta de distribución de gas licuado en el barrio Las Delicias como parte del ‘Proyecto Implementación de Gas Licuado de Petróleo, GLP, por Redes’ que tiene como objetivo suministrar este servicio a miles de habitantes en el municipio. El problema, según parte de la comunidad, es que dicha subestación estaría cerca de la institución educativa Jorge Eliécer Gaitán, donde se educan cientos de menores.
De acuerdo con un habitante del citado vecindario, también les preocupa que alrededor del lugar designado para la instalación de la planta “hay más de 60 familias y está el río Ariguanicito”.
En ese orden de ideas, esta casa editorial le consultó sobre esta situación al alcalde de Pueblo Bello, Danilo Duque Barón, quien aseveró que los estudios de conveniencia financiera y viabilidad técnica para este proyecto lo hace el Ministerio de Minas y Energías, y la Comisión Reguladora de Energía, CREG.
Por tanto, Duque Barón aseguró que ya se ha adelantado el análisis sobre “los posibles riesgos que tiene esta planta y se calificó como ‘oportuno y conveniente’ porque está distante de los escenarios planteados”.
Asimismo, Juan Klaus, presidente de la Junta de Acción Comunal, JAC, del barrio Las Delicias, aseguró a EL PILÓN que en una visita hecha por ingenieros del Ministerio de Minas los profesionales “constataron, con medidas técnicas, que entre la planta y el colegio hay más de 100 metros de distancia”.
Otra de las cuestiones que ha traído este proyecto de gas domiciliario en Pueblo Bello es que en medio de las excavaciones para instalar el servicio los operadores de Proviservicios rompen algunas tuberías de manera involuntaria; por consiguiente, las operaciones han interrumpido el servicio de agua potable en gran parte del pueblo. La falta del líquido, casi a diario, afecta a la ciudadanía, según los quejosos.
Sin embargo, el actual concejal de Pueblo Bello, Álvaro Imbrech Gelvis, asegura que “este traumatismo viene desde hace rato pese a que el alcalde, el mismo día de su posesión, se comprometió a garantizar el mejor servicio de agua”.
No obstante, el funcionario agregó que “el nuevo gerente de EMSEPU tiene una política de racionamiento de agua debido al derroche”, pero que el problema radica en la interrupción abrupta del servicio y sin socialización de esta dinámica, en palabras de Imbrech Gelvis. El cabildante pidió la renuncia del gerente de la entidad prestadora de servicio, Kedwyn Sánchez Araújo.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.
De acuerdo con el alcalde, la CREG calificó como ‘oportuno y conveniente’ este proyecto porque está distante del escenario planteado.
Esta casa editorial conoció que en Pueblo Bello se instalaría una planta de distribución de gas licuado en el barrio Las Delicias como parte del ‘Proyecto Implementación de Gas Licuado de Petróleo, GLP, por Redes’ que tiene como objetivo suministrar este servicio a miles de habitantes en el municipio. El problema, según parte de la comunidad, es que dicha subestación estaría cerca de la institución educativa Jorge Eliécer Gaitán, donde se educan cientos de menores.
De acuerdo con un habitante del citado vecindario, también les preocupa que alrededor del lugar designado para la instalación de la planta “hay más de 60 familias y está el río Ariguanicito”.
En ese orden de ideas, esta casa editorial le consultó sobre esta situación al alcalde de Pueblo Bello, Danilo Duque Barón, quien aseveró que los estudios de conveniencia financiera y viabilidad técnica para este proyecto lo hace el Ministerio de Minas y Energías, y la Comisión Reguladora de Energía, CREG.
Por tanto, Duque Barón aseguró que ya se ha adelantado el análisis sobre “los posibles riesgos que tiene esta planta y se calificó como ‘oportuno y conveniente’ porque está distante de los escenarios planteados”.
Asimismo, Juan Klaus, presidente de la Junta de Acción Comunal, JAC, del barrio Las Delicias, aseguró a EL PILÓN que en una visita hecha por ingenieros del Ministerio de Minas los profesionales “constataron, con medidas técnicas, que entre la planta y el colegio hay más de 100 metros de distancia”.
Otra de las cuestiones que ha traído este proyecto de gas domiciliario en Pueblo Bello es que en medio de las excavaciones para instalar el servicio los operadores de Proviservicios rompen algunas tuberías de manera involuntaria; por consiguiente, las operaciones han interrumpido el servicio de agua potable en gran parte del pueblo. La falta del líquido, casi a diario, afecta a la ciudadanía, según los quejosos.
Sin embargo, el actual concejal de Pueblo Bello, Álvaro Imbrech Gelvis, asegura que “este traumatismo viene desde hace rato pese a que el alcalde, el mismo día de su posesión, se comprometió a garantizar el mejor servicio de agua”.
No obstante, el funcionario agregó que “el nuevo gerente de EMSEPU tiene una política de racionamiento de agua debido al derroche”, pero que el problema radica en la interrupción abrupta del servicio y sin socialización de esta dinámica, en palabras de Imbrech Gelvis. El cabildante pidió la renuncia del gerente de la entidad prestadora de servicio, Kedwyn Sánchez Araújo.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.