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Columnista - 24 julio, 2023

Petróleo, carbón y cambio climático

Según la Organización Meteorológica Mundial, en 2021 Colombia ocupaba el puesto 47 en el mundo en emisiones anuales de CO2 y el sexto en América Latina.

Según la Organización Meteorológica Mundial, en 2021 Colombia ocupaba el puesto 47 en el mundo en emisiones anuales de CO2 y el sexto en América Latina. De acuerdo con el Banco Mundial, un colombiano emite al año 1,6 toneladas de CO2, muy por debajo del promedio mundial (4,47 CO2 t per cápita) y del de América Latina y el Caribe (2,6 CO2 t per cápita). Para 2019, Colombia emitía apenas el 0.57 % del total global de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). 

De acuerdo con la ONU y la Agencia Internacional de Energía (AIE), el sector energético es el mayor contaminante en el mundo (76 %), seguido por la agricultura y la ganadería (12 %). Pero a diferencia de lo que ocurre globalmente, en Colombia el sector energético solo contribuye con el 14% de las emisiones de GEI y, en cambio, la agricultura, la ganadería y la deforestación producen el 59 % de esos gases.

Los datos ponen en perspectiva comparada la contribución del país al problema global de contaminación por GEI y el cambio climático. No somos grandes contaminantes, estamos muy por debajo del promedio global y del latinoamericano, y la principal fuente de nuestras emisiones de GEI no son el carbón y el petróleo. De entrada, estas características medioambientales deberían ser fundamentales para determinar la ruta de nuestra transición energética.

En el 2022, la minería aportó más de $15 billones de pesos entre regalías, impuestos y otras contribuciones. El sector petrolero aportó $18,16 billones. Las exportaciones totales del país en el 21 fueron de USD 41.390 millones y en el 22 de USD 57.115 millones. Si en el 2021 el sector minero energético representó el 47,8 % de todas las exportaciones, el año pasado fue el 61,4 %. Del total de la inversión extranjera directa del año pasado, USD 11.304 millones, el 72 %, USD 8.148 millones, provino del sector de minería y petróleo.

No hay ningún otro sector más importante para la economía y ninguno que haga más aportes, ni de lejos, a las finanzas nacionales y ninguno trae más dólares vía exportaciones e inversión extranjera.

Así las cosas, Colombia tiene que acelerar su transición energética, pero es una tontería mayúscula, con graves consecuencias para nuestra economía y un aporte minúsculo a la lucha contra el cambio climático, hacerla a costa del sector minero energético. El ataque de Petro al petróleo y al carbón es absolutamente equivocado y de nefastas consecuencias económicas y sociales. El camino debe ser distinto: impulsar las energías alternativas al mismo tiempo que se le saca todo el jugo posible al sector extractivo, en particular al petróleo y el carbón, de manera que se aseguren tanto la estabilidad de las finanzas públicas, y por esa vía el gasto social, como los ingresos en moneda extranjera y la estabilidad futura del peso.

Por: Rafael Nieto Loaiza

Columnista
24 julio, 2023

Petróleo, carbón y cambio climático

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rafael Nieto Loaiza

Según la Organización Meteorológica Mundial, en 2021 Colombia ocupaba el puesto 47 en el mundo en emisiones anuales de CO2 y el sexto en América Latina.


Según la Organización Meteorológica Mundial, en 2021 Colombia ocupaba el puesto 47 en el mundo en emisiones anuales de CO2 y el sexto en América Latina. De acuerdo con el Banco Mundial, un colombiano emite al año 1,6 toneladas de CO2, muy por debajo del promedio mundial (4,47 CO2 t per cápita) y del de América Latina y el Caribe (2,6 CO2 t per cápita). Para 2019, Colombia emitía apenas el 0.57 % del total global de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). 

De acuerdo con la ONU y la Agencia Internacional de Energía (AIE), el sector energético es el mayor contaminante en el mundo (76 %), seguido por la agricultura y la ganadería (12 %). Pero a diferencia de lo que ocurre globalmente, en Colombia el sector energético solo contribuye con el 14% de las emisiones de GEI y, en cambio, la agricultura, la ganadería y la deforestación producen el 59 % de esos gases.

Los datos ponen en perspectiva comparada la contribución del país al problema global de contaminación por GEI y el cambio climático. No somos grandes contaminantes, estamos muy por debajo del promedio global y del latinoamericano, y la principal fuente de nuestras emisiones de GEI no son el carbón y el petróleo. De entrada, estas características medioambientales deberían ser fundamentales para determinar la ruta de nuestra transición energética.

En el 2022, la minería aportó más de $15 billones de pesos entre regalías, impuestos y otras contribuciones. El sector petrolero aportó $18,16 billones. Las exportaciones totales del país en el 21 fueron de USD 41.390 millones y en el 22 de USD 57.115 millones. Si en el 2021 el sector minero energético representó el 47,8 % de todas las exportaciones, el año pasado fue el 61,4 %. Del total de la inversión extranjera directa del año pasado, USD 11.304 millones, el 72 %, USD 8.148 millones, provino del sector de minería y petróleo.

No hay ningún otro sector más importante para la economía y ninguno que haga más aportes, ni de lejos, a las finanzas nacionales y ninguno trae más dólares vía exportaciones e inversión extranjera.

Así las cosas, Colombia tiene que acelerar su transición energética, pero es una tontería mayúscula, con graves consecuencias para nuestra economía y un aporte minúsculo a la lucha contra el cambio climático, hacerla a costa del sector minero energético. El ataque de Petro al petróleo y al carbón es absolutamente equivocado y de nefastas consecuencias económicas y sociales. El camino debe ser distinto: impulsar las energías alternativas al mismo tiempo que se le saca todo el jugo posible al sector extractivo, en particular al petróleo y el carbón, de manera que se aseguren tanto la estabilidad de las finanzas públicas, y por esa vía el gasto social, como los ingresos en moneda extranjera y la estabilidad futura del peso.

Por: Rafael Nieto Loaiza