En Gamarra, el 80 % de las familias, sobre todo de los corregimientos, dependen de la pesca artesanal.
Al sur del departamento del Cesar, exactamente en el municipio de Gamarra, más de 1.500 pescadores están padeciendo las consecuencias del fenómeno de El Niño. Ante la falta de lluvia, la ciénaga de Baquero se secó y perdió su cauce, haciendo imposible la actividad de la pesca, la principal actividad económica del municipio.
En Gamarra, el 80 % de las familias, sobre todo de los corregimientos, dependen de la pesca artesanal. “Este cambio climático ha hecho que el complejo cenagoso pierda su conectividad”, aseguró María Benítez, pescadora.
Según estudios, en la región sur del departamento hay aproximadamente 1.081 hectáreas de espejo de agua que están conectadas desde Puerto Wilches, Santander, hasta la ciénaga de la Zapatosa.
El problema es que por los ganaderos que se han apoderado de algunos humedales, los sedimentos que surgen, los sembradores de monocultivos que han hecho caños artificiales y la deforestación, algunos han perdido el cauce y la conectividad. Por eso, algunos espejos ya no tienen circulación y se forman grandes y desérticos playones.
“Lo que queremos es recuperar la conectividad y sembrar árboles nativos, esa es la propuesta que tenemos los pescadores”, agregó Benítez. El complejo cenagoso de Gamarra lo integran las ciénagas La Hermosa, Baquero, Marisonga, Palenquilla, La Tigrera, la Cereza, y los caños Tortuga, El Contento y Corredor.
En Gamarra, el 80 % de las familias, sobre todo de los corregimientos, dependen de la pesca artesanal.
Al sur del departamento del Cesar, exactamente en el municipio de Gamarra, más de 1.500 pescadores están padeciendo las consecuencias del fenómeno de El Niño. Ante la falta de lluvia, la ciénaga de Baquero se secó y perdió su cauce, haciendo imposible la actividad de la pesca, la principal actividad económica del municipio.
En Gamarra, el 80 % de las familias, sobre todo de los corregimientos, dependen de la pesca artesanal. “Este cambio climático ha hecho que el complejo cenagoso pierda su conectividad”, aseguró María Benítez, pescadora.
Según estudios, en la región sur del departamento hay aproximadamente 1.081 hectáreas de espejo de agua que están conectadas desde Puerto Wilches, Santander, hasta la ciénaga de la Zapatosa.
El problema es que por los ganaderos que se han apoderado de algunos humedales, los sedimentos que surgen, los sembradores de monocultivos que han hecho caños artificiales y la deforestación, algunos han perdido el cauce y la conectividad. Por eso, algunos espejos ya no tienen circulación y se forman grandes y desérticos playones.
“Lo que queremos es recuperar la conectividad y sembrar árboles nativos, esa es la propuesta que tenemos los pescadores”, agregó Benítez. El complejo cenagoso de Gamarra lo integran las ciénagas La Hermosa, Baquero, Marisonga, Palenquilla, La Tigrera, la Cereza, y los caños Tortuga, El Contento y Corredor.