“La planta física de Nestlé sigue allí, pero…hoy se percibe inexistente y de hecho distante”.
Cada ser humano llega a este mundo con propósitos trazados desde el vientre de su madre, el asunto está en qué le toca a él (ser) en su camino descubrir en su andar dichos propósitos.
Por qué una fábrica industrial, la primera compañía multinacional procesadora de alimentos en el mundo, ¿tiene sede en nuestro departamento? ¿Nada menos y nada más que en el corazón de un territorio cómo el Valle del Cacique Upar? Porque fue un propósito de un hombre de visión, fue la generosidad de un ser humano apodado ‘Pepe’ y apellidado por partida doble como Castro, quien quiso hacer de su pueblo un territorio de desarrollo económico, de progreso y no escatimó en dar una generosa porción de sus predios a esta multinacional para que posaran sus ojos en este territorio enclavado en el corazón del mundo (Sierra Nevada) pero a su vez (en aquel entonces) marginado por la ausencia de buenas vías de comunicación.
Mucha agua ha corrido desde aquel momento hasta el presente, hoy ‘Pepe’ físicamente no está, pero si las huellas de su paso por este mundo tridimensional y la compañía Nestlé, quien por el gesto tuviese un talante agradecido para con el donante y su territorio ha mutado y le llaman ahora “DPA“.
La planta física sigue allí, pero todo lo que en su momento conectaba y hacia amada la existencia de dicha industria por todos los habitantes de esta comarca macondiana por su impacto positivo irradiado y verificable en la vida de todos esos seres provincianos que prestaban sus servicios en la planta productora y todas sus áreas administrativas y de operaciones hoy se percibe inexistente y de hecho distante.
La editorial del periódico EL PILÓN del 28 de noviembre mejor no lo puede describir y en sus apartes finales hace párrafo a párrafo un marco histórico de dicha industria y me llama la atención el cuestionamiento final, a lo que respondería desde mi mirada así, (con ánimo reflexivo):
1) ¿Conocen a su gerente?
R/ Ni idea, ¿es un hombre? ¿Una mujer? ¿Es valduparense?
2) ¿Dónde está su responsabilidad social?
R/ Habría que ver su accionar histórico con las áreas de influencia que lo conectan con el río Guatapurí, el manejo que le da a los residuos que emana la operación de su industria y a dónde van estos a parar (¿mitigan el impacto?)
De igual manera ver cómo visualizan ellos el sentido y razón de obrar con responsabilidad social, ¿lo ven de la manera como lo vemos nosotros?
3) ¿Y las campañas por el río del que se sirve?
R/ Valdría la pena más allá de señalarlos, llamarlos a la mesa… ¿Cuál mesa? Vuelvo e insisto que de este Foro Caribe podría constituirse un Colectivo De Acciones Probables, que recoja muchas iniciativas que terminan en documentos o experiencias como Diálogos Improbables pero que vale la pena darle continuidad en un accionar que este despojado de intereses individuales, de puñados o coyunturales que lejos está de una visión de ciudad o territorio sostenible y sustentable.
4) No la vimos en los Bolivarianos, ni en ningún evento cívico o cultural de ciudad. brilla por su ausencia y es hora de que vuelva a aparecer… y bastante.
R/ ¿Será que quedaron tan magullados y vacunados con los cruentos enfrentamientos de otrora con el extinto sindicato que terminaron viendo el territorio como un proveedor de mano de obra dónde pueden dar aplicabilidad a una maquila sin comprometerse con nada distinto a producir y usufructuar sin retribuir?
La Pandemia si algo dejó claro y más ahora en sus fases de endemia es: “Que con nada vinimos y con nada nos vamos, sólo nos llevaremos lo que dimos“
Cada empresa sea unipersonal, asociada y todas sus derivaciones no dejará de ser una entidad manejada por seres, ya de dichos seres estará estar en este mundo con propósito colectivo, o con intereses mezquinos, lo cierto y claro es que la acumulación sin retribución a la tierra que provee dichas condiciones para el logro pasa una fuerte factura en su tiempo perfecto, para la muestra el cambio climático y sus coletazos que afectan los viejos sistemas de producir (¿Explotar?)
Se llegó el momento de ver la tierra (Madre Tierra) con una mirada de unicidad, todo está interconectado, somos una red de conexiones o piñones engranados que se mueven en sincronía cuando el propósito es incluyente y colectivo, comprender la abismal diferencia entre explotar la tierra o sembrar en ella para cosechar todos juntos sus frutos de manera sostenible y sustentable es lo ideal.
Pepe Castro Castro sembró un terreno con miras a qué dicha siembra fuese generadora de un bien estar al territorio, trayendo dinámicas que contribuyeran al desarrollo a través de la activación de una cadena de negocios en dónde todos sirviesen y fuesen servidos e impactados en un buen vivir colectivo.
La pregunta es: ¿Nestlé hoy llamado DPA es consciente de ello?
POR YARIME LOBO/ESPECIAL PARA EL PILÓN
“La planta física de Nestlé sigue allí, pero…hoy se percibe inexistente y de hecho distante”.
Cada ser humano llega a este mundo con propósitos trazados desde el vientre de su madre, el asunto está en qué le toca a él (ser) en su camino descubrir en su andar dichos propósitos.
Por qué una fábrica industrial, la primera compañía multinacional procesadora de alimentos en el mundo, ¿tiene sede en nuestro departamento? ¿Nada menos y nada más que en el corazón de un territorio cómo el Valle del Cacique Upar? Porque fue un propósito de un hombre de visión, fue la generosidad de un ser humano apodado ‘Pepe’ y apellidado por partida doble como Castro, quien quiso hacer de su pueblo un territorio de desarrollo económico, de progreso y no escatimó en dar una generosa porción de sus predios a esta multinacional para que posaran sus ojos en este territorio enclavado en el corazón del mundo (Sierra Nevada) pero a su vez (en aquel entonces) marginado por la ausencia de buenas vías de comunicación.
Mucha agua ha corrido desde aquel momento hasta el presente, hoy ‘Pepe’ físicamente no está, pero si las huellas de su paso por este mundo tridimensional y la compañía Nestlé, quien por el gesto tuviese un talante agradecido para con el donante y su territorio ha mutado y le llaman ahora “DPA“.
La planta física sigue allí, pero todo lo que en su momento conectaba y hacia amada la existencia de dicha industria por todos los habitantes de esta comarca macondiana por su impacto positivo irradiado y verificable en la vida de todos esos seres provincianos que prestaban sus servicios en la planta productora y todas sus áreas administrativas y de operaciones hoy se percibe inexistente y de hecho distante.
La editorial del periódico EL PILÓN del 28 de noviembre mejor no lo puede describir y en sus apartes finales hace párrafo a párrafo un marco histórico de dicha industria y me llama la atención el cuestionamiento final, a lo que respondería desde mi mirada así, (con ánimo reflexivo):
1) ¿Conocen a su gerente?
R/ Ni idea, ¿es un hombre? ¿Una mujer? ¿Es valduparense?
2) ¿Dónde está su responsabilidad social?
R/ Habría que ver su accionar histórico con las áreas de influencia que lo conectan con el río Guatapurí, el manejo que le da a los residuos que emana la operación de su industria y a dónde van estos a parar (¿mitigan el impacto?)
De igual manera ver cómo visualizan ellos el sentido y razón de obrar con responsabilidad social, ¿lo ven de la manera como lo vemos nosotros?
3) ¿Y las campañas por el río del que se sirve?
R/ Valdría la pena más allá de señalarlos, llamarlos a la mesa… ¿Cuál mesa? Vuelvo e insisto que de este Foro Caribe podría constituirse un Colectivo De Acciones Probables, que recoja muchas iniciativas que terminan en documentos o experiencias como Diálogos Improbables pero que vale la pena darle continuidad en un accionar que este despojado de intereses individuales, de puñados o coyunturales que lejos está de una visión de ciudad o territorio sostenible y sustentable.
4) No la vimos en los Bolivarianos, ni en ningún evento cívico o cultural de ciudad. brilla por su ausencia y es hora de que vuelva a aparecer… y bastante.
R/ ¿Será que quedaron tan magullados y vacunados con los cruentos enfrentamientos de otrora con el extinto sindicato que terminaron viendo el territorio como un proveedor de mano de obra dónde pueden dar aplicabilidad a una maquila sin comprometerse con nada distinto a producir y usufructuar sin retribuir?
La Pandemia si algo dejó claro y más ahora en sus fases de endemia es: “Que con nada vinimos y con nada nos vamos, sólo nos llevaremos lo que dimos“
Cada empresa sea unipersonal, asociada y todas sus derivaciones no dejará de ser una entidad manejada por seres, ya de dichos seres estará estar en este mundo con propósito colectivo, o con intereses mezquinos, lo cierto y claro es que la acumulación sin retribución a la tierra que provee dichas condiciones para el logro pasa una fuerte factura en su tiempo perfecto, para la muestra el cambio climático y sus coletazos que afectan los viejos sistemas de producir (¿Explotar?)
Se llegó el momento de ver la tierra (Madre Tierra) con una mirada de unicidad, todo está interconectado, somos una red de conexiones o piñones engranados que se mueven en sincronía cuando el propósito es incluyente y colectivo, comprender la abismal diferencia entre explotar la tierra o sembrar en ella para cosechar todos juntos sus frutos de manera sostenible y sustentable es lo ideal.
Pepe Castro Castro sembró un terreno con miras a qué dicha siembra fuese generadora de un bien estar al territorio, trayendo dinámicas que contribuyeran al desarrollo a través de la activación de una cadena de negocios en dónde todos sirviesen y fuesen servidos e impactados en un buen vivir colectivo.
La pregunta es: ¿Nestlé hoy llamado DPA es consciente de ello?
POR YARIME LOBO/ESPECIAL PARA EL PILÓN