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Columnista - 25 octubre, 2018

Paradigmas malévolos

  En la humanidad siempre ha habido paradigmas malévolos. Y pienso que con el aumento de la población humana con sus disímiles intereses e idiosincrasias, los paradigmas son más perversos para no decir siniestros. En nuestro país los arquetipos  innobles se han generalizado a un nivel extremadamente peligroso, convergente a la violencia. Por ejemplo, el […]

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En la humanidad siempre ha habido paradigmas malévolos. Y pienso que con el aumento de la población humana con sus disímiles intereses e idiosincrasias, los paradigmas son más perversos para no decir siniestros.

En nuestro país los arquetipos  innobles se han generalizado a un nivel extremadamente peligroso, convergente a la violencia. Por ejemplo, el eslogan del presidente Duque: “El que la hace la paga”, de veras, en esta tan inmensa polarización del país, es una invitación a la práctica de la  Ley de Talión, más conocida como: “ojo por ojo, diente por diente”, que es sinónimo de venganza bárbara ¡Caramba! Esto es un retroceso a la época primitiva de las hordas.

Con el respeto que merece el presidente Duque, en modo alguno intento igualarlo a tales condiciones. Mi mensaje radica en que los líderes de los gobiernos deben ser muy prudentes, respetuosos de las leyes vigentes. Porque en nuestro país abundan los oportunistas por doquier, que le sacan provecho al mínimo desliz. No olvidemos que los falsos positivos acaecidos durante los gobiernos del expresidente Uribe, supongo yo, fueron consecuencias de su confianza en los miembros de la fuerza pública, a los cuales les ofreció recompensas por sus resultados positivos en el combate de la guerrilla. Repito, esto no se debe prometer en donde pulula tanto oportunismo.

Lo contrario es demasiada inocencia o inexperiencia, que cualquiera podría catalogar como acción indiscreta, para no decir infame. La dilucidación de tal enigma le corresponde a los altos estrados judiciales.

Lo cierto es que ya se encuentra en instancia internacional, debido a la respuesta enviada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a la Relatoría de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicándole que no se ha violado el debido proceso en la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos relacionados con la conformación de grupos paramilitares. Esta respuesta tuvo trámite diplomático a través del canciller Holmes Trujillo por solicitud del mencionado expresidente, hoy senador del país.

En la comunicación dirigida a la Relatoría de la ONU, la CSJ en su explicación aduce, que aunque ya se había ordenado mediante Acto Legislativo la creación de la primera instancia, para juzgar a los personajes con fuero constitucional, aún no estaban designados sus miembros. En consecuencia, la CSJ con el propósito de proteger la administración de justicia, su Sala Penal continuaba con competencia, para adelantar investigaciones a personas con fuero vinculadas a supuestos delitos, mientras no se designaran los magistrados de la sala de primera instancia.

Por José Romero Churio

Columnista
25 octubre, 2018

Paradigmas malévolos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

  En la humanidad siempre ha habido paradigmas malévolos. Y pienso que con el aumento de la población humana con sus disímiles intereses e idiosincrasias, los paradigmas son más perversos para no decir siniestros. En nuestro país los arquetipos  innobles se han generalizado a un nivel extremadamente peligroso, convergente a la violencia. Por ejemplo, el […]


 

En la humanidad siempre ha habido paradigmas malévolos. Y pienso que con el aumento de la población humana con sus disímiles intereses e idiosincrasias, los paradigmas son más perversos para no decir siniestros.

En nuestro país los arquetipos  innobles se han generalizado a un nivel extremadamente peligroso, convergente a la violencia. Por ejemplo, el eslogan del presidente Duque: “El que la hace la paga”, de veras, en esta tan inmensa polarización del país, es una invitación a la práctica de la  Ley de Talión, más conocida como: “ojo por ojo, diente por diente”, que es sinónimo de venganza bárbara ¡Caramba! Esto es un retroceso a la época primitiva de las hordas.

Con el respeto que merece el presidente Duque, en modo alguno intento igualarlo a tales condiciones. Mi mensaje radica en que los líderes de los gobiernos deben ser muy prudentes, respetuosos de las leyes vigentes. Porque en nuestro país abundan los oportunistas por doquier, que le sacan provecho al mínimo desliz. No olvidemos que los falsos positivos acaecidos durante los gobiernos del expresidente Uribe, supongo yo, fueron consecuencias de su confianza en los miembros de la fuerza pública, a los cuales les ofreció recompensas por sus resultados positivos en el combate de la guerrilla. Repito, esto no se debe prometer en donde pulula tanto oportunismo.

Lo contrario es demasiada inocencia o inexperiencia, que cualquiera podría catalogar como acción indiscreta, para no decir infame. La dilucidación de tal enigma le corresponde a los altos estrados judiciales.

Lo cierto es que ya se encuentra en instancia internacional, debido a la respuesta enviada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a la Relatoría de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicándole que no se ha violado el debido proceso en la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos relacionados con la conformación de grupos paramilitares. Esta respuesta tuvo trámite diplomático a través del canciller Holmes Trujillo por solicitud del mencionado expresidente, hoy senador del país.

En la comunicación dirigida a la Relatoría de la ONU, la CSJ en su explicación aduce, que aunque ya se había ordenado mediante Acto Legislativo la creación de la primera instancia, para juzgar a los personajes con fuero constitucional, aún no estaban designados sus miembros. En consecuencia, la CSJ con el propósito de proteger la administración de justicia, su Sala Penal continuaba con competencia, para adelantar investigaciones a personas con fuero vinculadas a supuestos delitos, mientras no se designaran los magistrados de la sala de primera instancia.

Por José Romero Churio