En nuestro Estado colombiano contamos con normas precisas ambientales para tener en cuenta ahora que estamos elaborando los famosos planes de desarrollo en el ámbito departamental y municipal pero no para citarlas por retórica como ha sido la usanza hasta ahora, sino para que tengan aplicación especialmente en estos momentos que estamos viviendo el triste cambio climático, como para tomar medidas drásticas para ver respuesta de los correctivos aplicados.

Contamos con el Código Nacional De Recursos Naturales Renovables, ley 99 de 1993 y tantas más como la ley 1333 del 2009 y 1523 del 2012. Consideramos relevante recabar sobre estos temas que no nos cansaremos de hacerlo para ver si logramos cambiar el chip o tomar conciencia, ya que nos encontramos en un verdadero riesgo de desastre con el inclemente cambio climático.

Normas, decretos y leyes que hemos venido citando son de prioridad para los organismos de planificación tanto nacional, departamentales y municipales, en lo entendido, que los problemas ambientales son determinantes, por lo que deben ser considerados tanto en los planes de desarrollo como en los ordenamientos territorial, eso sí, asegurando las asignaciones y apropiaciones de fondos que sean indispensables para la ejecución de los programas y proyectos que deben ser prioritarios. Cada unidad territorial debe tener como estrategia de desarrollo el componente ambiental que puede articularse con entes privados y comunitarios.

En Colombia contamos con normas como dijimos antes, importantes, pero no las aplicamos debidamente ya que somos unos apaga incendio y no aprendemos ni hacemos caso de las experiencias y de los impactos que producen las tragedias ambientales que hemos vivido.

Los planteamientos de la Ley 1523 de 2012 son fundamentales para que incorporemos variables de riesgo donde se identifiquen medidas de adaptación. Es importante conocer que las amenazas pueden generar cambios en temperatura, olas de calor, precipitaciones y sequías. Notamos que el país no da nuestra de mensajes de recuperación, es decir, para donde debemos movernos y anticiparnos para evitar desastres.

Colombia y el mundo deben enfrentar retos para mejorar la capacidad de adaptación y avanzar en el conocimiento del estado de degradación de tierras y desertificación, identificar medidas de adaptación al cambio climático, elaborar un plan integral de cambio climático al básico sector agrícola e identificación y aplicación de medidas preventivas en ecosistemas estratégicos especialmente en zonas secas.

NOTA: Señores alcaldes actualicen y pónganse al día en la elaboración de los planes de ordenamiento territorial.