Bueno, se acuerdan del artículo que escribí en el mes de enero sobre la gran fiesta que hicieron los descendientes de Esteban Cuello Mestre y Margoth Gutiérrez de Cuello, en donde reinó la alegría y la familiaridad en un ambiente delicioso de gran camaradería y fraternidad.
Bueno, se acuerdan del artículo que escribí en el mes de enero sobre la gran fiesta que hicieron los descendientes de Esteban Cuello Mestre y Margoth Gutiérrez de Cuello, en donde reinó la alegría y la familiaridad en un ambiente delicioso de gran camaradería y fraternidad.
A raíz de eso, a mi hija María Mercedes Aponte de Guzmán, que no es otra que “Meche”, le quedó sonando y ni corta ni perezosa con el dinamismo y entereza que la caracteriza formó su bollovan y en un santiamén me comunicó que estaba organizando con los otros primos, casi todos residentes en Bogotá, Vianney, Dina María y Andrea, una fiesta de despedida del año con toda la descendencia de mi papá y mi mamá, José Manuel Aponte Marzal “Chema Aponte” y Lucinda Martínez de Aponte y que cómo me parecía. Quedé encantado porque esa idea la tenía desde hacía muchos años y no la había podido concretar e inmediatamente se lo conté a mis hermanos: Doris, Augusto, Dina y Rafael, quienes contentísimos acogieron la feliz iniciativa.
La fecha fijada fue el 28 de diciembre y el sitio la bella casa campestre “Alimar”, por Alicia y Martina, ubicada en el Condominio Monte Ameraunt, que fue regalada por su propietaria mi sobrina Andrea Olmos Aponte, que en un futuro la destinará para eventos sociales; de ahí en adelante todo marchó sobre ruedas y el 28 a las 10 de la mañana arrancó la que sería una fiesta inolvidable, por lo que gozamos y nos divertimos: ahí estaba hecho realidad lo que siempre quise y por eso mi hermana Dina, micrófono en mano y en voz alta exclamó: José Aponte, se cumplieron tus deseos, aquí estamos todos y el año entrante lo vamos a repetir.
Qué felicidad, sí, ahí estábamos todos, Doris con El Chijo su hija Vianney y su esposo Alirio, Tico, por circunstancias especiales falló, pero sus hijos los Augustos, Natty y Nadia con sus respectivos cónyuges ahí estaban, Dina y Orlando con Dina María y Cristian, Orlando Carlos y Martha y Toño venidos de Canadá y España y Andrea, Rafa y Danny con Daniela y María José, mi comitiva estuvo falla, ya que José Manuel “Panela” estaba convaleciente recién salido de una clínica, pero bien representado por Nando y José, sus hijos, y Carlos José y Julieth que por razones especiales no pudieron venir, pero con Mercy y María Luisa, invitada especial y Meche con Juan Pablo, Sofi y Sara nos sobramos y ojalá el año entrante, si Dios lo permite, no tengan inconvenientes, en representación del “Gran Ausente”, mi hermano del alma Rolando, fue su hijo Rolando José, y no puedo ignorar a nuestra otra hermana Teresa Vidal “Tere”, que vino de Medellín. Por razones de espacio, qué vaina ese espacio, omito los nombres de los nietos y biznietos que también se gozaron esta espléndida despedida.
Al son del gran Mirito Zuleta y su mágico órgano comenzó el rumbón por espacio de 5 o 6 horas, comimos como animales, chivo y gallina guisada, caldo espeso con buena yuca, guineo y malanga, picadas de empanadas, deditos y bolitas de carne, una especial de cerdo; bebieron Old Parr, Buchanan y bastante Aguardiente Amarillo, Champaña abundante y cervezas de varias marcas muy heladas y para despedir un delicioso caldo de menudencias calientico. Daba gusto ver tantas caras felices, el Chijo tirando pases con Doris y Vianney, Orlando y Dina dando cátedra, a Mercy no le dolió la rodilla, con su tesis de que la mejor anestesia es la champaña y la música y me venció y no pude seguirle los pasos, pero indudablemente el show principal fue el de Doris, quien le salió general a Dina, experta bailadora y la apabulló con muchos pases inéditos que no le conocíamos, en fin, fueron muchos los momentos felices de todos y fue una fiesta inolvidable, que repito, si Dios lo permite este año la repetiremos.
Gracias Meche por tu buena iniciativa, gracias Andrea por habernos puesto tu bella casa a nuestra disposición y gracias a todos los que estuvieron presentes y gracias también a Mirito por su gran animación; ojalá este año, si Dios lo permite no falte ninguno.
Señor alcalde, le tengo la solución para que se termine el botadero de basura, especialmente de podas: Afinia tiene un equipo triturador de ramas que convierte esos desechos en polvo y creo que fácilmente el municipio puede llegar a un acuerdo con esa empresa y fijar un sitio para que los carromuleros lleven esa basura, que convertida en polvo puede ser echada en cualquier parte como abono y creo que si se le agrega melaza, el ganado lo consume.
Por: José Manuel Aponte Martínez.
Bueno, se acuerdan del artículo que escribí en el mes de enero sobre la gran fiesta que hicieron los descendientes de Esteban Cuello Mestre y Margoth Gutiérrez de Cuello, en donde reinó la alegría y la familiaridad en un ambiente delicioso de gran camaradería y fraternidad.
Bueno, se acuerdan del artículo que escribí en el mes de enero sobre la gran fiesta que hicieron los descendientes de Esteban Cuello Mestre y Margoth Gutiérrez de Cuello, en donde reinó la alegría y la familiaridad en un ambiente delicioso de gran camaradería y fraternidad.
A raíz de eso, a mi hija María Mercedes Aponte de Guzmán, que no es otra que “Meche”, le quedó sonando y ni corta ni perezosa con el dinamismo y entereza que la caracteriza formó su bollovan y en un santiamén me comunicó que estaba organizando con los otros primos, casi todos residentes en Bogotá, Vianney, Dina María y Andrea, una fiesta de despedida del año con toda la descendencia de mi papá y mi mamá, José Manuel Aponte Marzal “Chema Aponte” y Lucinda Martínez de Aponte y que cómo me parecía. Quedé encantado porque esa idea la tenía desde hacía muchos años y no la había podido concretar e inmediatamente se lo conté a mis hermanos: Doris, Augusto, Dina y Rafael, quienes contentísimos acogieron la feliz iniciativa.
La fecha fijada fue el 28 de diciembre y el sitio la bella casa campestre “Alimar”, por Alicia y Martina, ubicada en el Condominio Monte Ameraunt, que fue regalada por su propietaria mi sobrina Andrea Olmos Aponte, que en un futuro la destinará para eventos sociales; de ahí en adelante todo marchó sobre ruedas y el 28 a las 10 de la mañana arrancó la que sería una fiesta inolvidable, por lo que gozamos y nos divertimos: ahí estaba hecho realidad lo que siempre quise y por eso mi hermana Dina, micrófono en mano y en voz alta exclamó: José Aponte, se cumplieron tus deseos, aquí estamos todos y el año entrante lo vamos a repetir.
Qué felicidad, sí, ahí estábamos todos, Doris con El Chijo su hija Vianney y su esposo Alirio, Tico, por circunstancias especiales falló, pero sus hijos los Augustos, Natty y Nadia con sus respectivos cónyuges ahí estaban, Dina y Orlando con Dina María y Cristian, Orlando Carlos y Martha y Toño venidos de Canadá y España y Andrea, Rafa y Danny con Daniela y María José, mi comitiva estuvo falla, ya que José Manuel “Panela” estaba convaleciente recién salido de una clínica, pero bien representado por Nando y José, sus hijos, y Carlos José y Julieth que por razones especiales no pudieron venir, pero con Mercy y María Luisa, invitada especial y Meche con Juan Pablo, Sofi y Sara nos sobramos y ojalá el año entrante, si Dios lo permite, no tengan inconvenientes, en representación del “Gran Ausente”, mi hermano del alma Rolando, fue su hijo Rolando José, y no puedo ignorar a nuestra otra hermana Teresa Vidal “Tere”, que vino de Medellín. Por razones de espacio, qué vaina ese espacio, omito los nombres de los nietos y biznietos que también se gozaron esta espléndida despedida.
Al son del gran Mirito Zuleta y su mágico órgano comenzó el rumbón por espacio de 5 o 6 horas, comimos como animales, chivo y gallina guisada, caldo espeso con buena yuca, guineo y malanga, picadas de empanadas, deditos y bolitas de carne, una especial de cerdo; bebieron Old Parr, Buchanan y bastante Aguardiente Amarillo, Champaña abundante y cervezas de varias marcas muy heladas y para despedir un delicioso caldo de menudencias calientico. Daba gusto ver tantas caras felices, el Chijo tirando pases con Doris y Vianney, Orlando y Dina dando cátedra, a Mercy no le dolió la rodilla, con su tesis de que la mejor anestesia es la champaña y la música y me venció y no pude seguirle los pasos, pero indudablemente el show principal fue el de Doris, quien le salió general a Dina, experta bailadora y la apabulló con muchos pases inéditos que no le conocíamos, en fin, fueron muchos los momentos felices de todos y fue una fiesta inolvidable, que repito, si Dios lo permite este año la repetiremos.
Gracias Meche por tu buena iniciativa, gracias Andrea por habernos puesto tu bella casa a nuestra disposición y gracias a todos los que estuvieron presentes y gracias también a Mirito por su gran animación; ojalá este año, si Dios lo permite no falte ninguno.
Señor alcalde, le tengo la solución para que se termine el botadero de basura, especialmente de podas: Afinia tiene un equipo triturador de ramas que convierte esos desechos en polvo y creo que fácilmente el municipio puede llegar a un acuerdo con esa empresa y fijar un sitio para que los carromuleros lleven esa basura, que convertida en polvo puede ser echada en cualquier parte como abono y creo que si se le agrega melaza, el ganado lo consume.
Por: José Manuel Aponte Martínez.