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Recordando a Manuel Germán Cuello

  I Caballero soñador era Manuel Germán Cuello, supo lo bueno y lo bello,  de la luz en esplendor. Insigne trabajador que cultivó la prudencia, con serena inteligencia alto voló  como el águila, y  doña Rosita Dávila fue el amor de su existencia.             II La Junta, tierra guajira, la quiso como a ninguna porque era su […]

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  I

Caballero soñador

era Manuel Germán Cuello,

supo lo bueno y lo bello, 

de la luz en esplendor.

Insigne trabajador

que cultivó la prudencia,

con serena inteligencia

alto voló  como el águila,

y  doña Rosita Dávila

fue el amor de su existencia.

            II

La Junta, tierra guajira,

la quiso como a ninguna

porque era su humilde cuna

donde su niñez se admira.

Ya grande salió de gira

para realizar su vida,

y su tierra prometida

encontró en Valledupar,

porque aquí formó su hogar

y su familia querida.

             III

Desempeñó con honor

sus cargos y distinciones,

con méritos y razones

estuvo de senador.

Fue alcalde y gobernador

del viejo Valledupar

y del pueblo del Cesar,

querido departamento.

Hombre de temperamento

a la hora de gobernar.

              IV

Cuando nos llega la parca

sólo queda en la memoria

las huellas que hacen historia

bajo el sol de la comarca.

Don Manuel fue un gran patriarca,

defensor de su partido,

lideró con buen sentido

la fe de sus ideales.

Hombre de amables modales,

muy recordado y querido.

Por: José Atuesta Mindiola

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